DOS POSTURAS A TOMAR.
Enviado por sebisjodido • 19 de Diciembre de 2016 • Ensayo • 755 Palabras (4 Páginas) • 126 Visitas
DOS POSTURAS A TOMAR.
Es importante comprender que la historia no es neutral, hay distintas posturas. Eso es lo que he podido sustraer como la sabia elemental de este recorrido.
Víctor Sonego plantea que la historia de la Argentina se puede comprender muy bien y fácilmente, sin tantos datos que nos llenen la cabeza y nos desvíen de la cuestión importante: hay dos proyectos de país o posturas. Estas han estado enfrentándose a lo largo de 200 años. Tenemos por un lado la línea nacional: la de los líderes populares, que trato de desarrollar modelos económicos de desarrollo autónomo, basado en el proteccionismo y en afirmar la cultura nacional. La otra es la línea liberal: es la de las minorías ilustradas, vinculadas modelos económicos agroexportadores que crean dependencia pero que los beneficia, de nula o poca participación popular y que afirma valores culturales extranjeros.
Después de derramarse sangre por varias décadas la línea liberal se impondrá, pero con algunas pequeñas apariciones de la línea nacional que se verá sofocada una y otra vez por los liberales y conservadores.
Pero detrás de esas luchas políticas, también se dará a la par la lucha ideológica, pues varios intelectuales han propuesto varias formas de pensar lo nacional. Galasso planteara en su libro, ¿cómo pensar la realidad nacional?, la necesidad de que todo país donde existe esa cuestión nacional pendiente, sus habitantes piensan en nacional o en colonial; repudian la concepción ideológica del imperio que los oprime (liberación nacional) o enhebran argumentos que se insertan en la ideología impuesta por el opresor imperial (concurren en el vasallaje).
La oligarquía, que se benefició de la línea liberal, sobre todo de su más grande ideólogo: Sarmiento, tomaran su dicotomía que en un principio es civilización y barbarie (la Y incluye) y la cambiaran por la dicotomía civilización “o” barbarie (la O excluye, enfrenta). Son muestra de las dos líneas civilización es la línea liberal y barbarie la línea nacional. Dirá Ricardo Rojas: esta antítesis me explica la lucha del indio y el conquistador por la tierra, del criollo y el realista por la independencia, del federal y el unitario por la constitución y hasta del nacionalismo con el cosmopolitismo, por la autonomía espiritual.
Teniendo la lucha ganada y una base ideológica para justificarse, esta “línea liberal” debía crear y mantener el pensamiento colonizado, y la mejor herramienta será la educación. Fue un lugar de reproducción de esa concepción, de esa historia oficial. Pero es un arma de doble filo pues también puede ser una herramienta para liberar mentes. Ese es el trabajo de Freire en su pedagogía de la liberación.
Freire desarrollo su trabajo en un contexto terrible para Latinoamérica, donde comenzaba a sufrir los embates del neoliberalismo, sistema económico renovado para la línea liberal que le permitió enriquecerse aún más a costa del sufrimiento del pueblo.
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