Dependencia Racional

El escenario complejo en el que se encuentra el conocimiento y el entendimiento, sólo puede ser comprendido

como el producto final de una unión entre la experiencia y la libre determinación. La estructuración fundamental

del conocimiento se basa en la relación de interdependencia entre las creencias y las pruebas empíricas del

fenómeno en cuestión. De acuerdo con la realidad, el sistema que tiene como fin último el conocimiento lógico y

el enriquecimiento intelectual, se conoce como Educación; es ésta la que permite la erudición cuestionable y la

estimulación del ser, a través de una serie de mecanismos es posible lograr una evolución paulatina del

discernimiento, lo que otorga un enriquecimiento personal y exteriorizable.

La Educación es la fiel representación de la ilustración, comprende el cambio de un razonamiento pasivo a uno

activo, entendiendo a aquello como una alteración del estado conformista del ser, lo que desemboca en la

ampliación del pensamiento y, consecuentemente, en la inquietud intelectual propia de un ser ilustrado.

Los modelos actuales de Educación, a lo largo y ancho del planeta, presentan una alegoría perfecta del

pasivismo racional, los contenidos son “enseñados” de acuerdo a proyectos educativos que no poseen un fin

“ilustrado”, sino más bien un fin “adoctrinable”, que repercute en la comodidad por parte del alumno; dicho de

otra forma, entrega un enfoque unidireccional y dependiente del real valor del conocimiento, entendiendo a éste

como la perturbación en el concedimiento de algún tema en específico, el poder criticar y juzgar por estímulo

propio, y no por sumisión hacia un intermediario.

Lo anterior se manifiesta empíricamente en la masa aculturada predominante en la sociedad, es más fácil

encontrar respuestas repetidas que buscar nuevas, el incentivo hacia el saber sólo puede despertarse a través

del mismo ser, es este mismo quién debe salir de las limitaciones de diversos grupos, que sistemáticamente,

han ordenado el comportamiento y las libertades de la sociedad.

La facción que persuade a través del control y la holgura, no sólo cierra las puertas al saber, sino también se

contradice a sí misma; por medio de argumentos vagos logran convencer a la masa vulnerable, a sabiendas del

cierre de puertas a la ilustración, ¿Es entonces realmente una facción ilustrada?, evidentemente, no, un

ilustrado comprende la importancia de mostrar externamente parte del conocimiento. Acto seguido, se infiere

que la “elite” que controla la Educación, no es más que un sector que vela por el estancamiento de la parte más

ignorante de la población, independientemente de quien “enseñe” ya que, igualmente se encuentra supeditado

al sistema Educativo.

Los prototipos y estereotipos se vuelven importantes al momento de señalar los factores secuenciales de la

vulgarización del conocimiento, para un ser pasivo, racionalmente, es más sencillo imitar un modelo que

volcarse en la búsqueda de una propia identidad.

Es así como el acervo cultural va desapareciendo, mientras la des-Educación presenta alarmantes progresos.

Metafóricamente en las escuelas, en los medios masivos de comunicación y en otros entes que transmiten

información, crean un ambiente propicio para la restricción del saber, proporcionan datos, cifras, etc. desde un

punto de vista en especial, el que intentaran traspasar, cegando persuasivamente al receptor, en este caso la

sociedad; es de esta forma como producen una homogeneización del pensamiento y un estereotipamiento que

se traduce en la obtención de una masa, que bien podríamos llamar producto, por lo que no estaría mal

mencionado, que este último fuese un “bien de consumo”, si lo que resulta es una máquina, un ser

inapropiadamente configurado para establecer una vida absolutamente superficial.

Punto aparte merece la visión técnica de la Educación, y su relación con la incapacidad superficial y racional de

la persona; la vinculación es básicamente un resultado del abandono de la capacidad personal por una

colectiva, que establezca una enumeración para accionar y desarrollar alguna arista del comportamiento

humano; desde temprana edad se intenta encasillar las manifestaciones dentro de una categoría, con el fin de

corregirla y obtener un balance neto “positivo” de esta “guía” externa que es implementada hacia un menor

etario; como lo llegaría a plantear Pavlov (1930), quien postuló la teoría del “estímulo – respuesta”, conocido

como “Condicionamiento Clásico”, que elementalmente consiste en una serie de incentivos que finalmente

configuran el comportamiento repetitivo de una persona, es decir, por medio de reacciones reiterativas el ser

asume una conducta igualitaria en todos los casos que reconozca que se está enfrentando a la misma

situación, por lo que la Educación se mal convertiría en esta especie condicionamiento, en donde el alumno

pondría en práctica este “aprendizaje”. Por lo anterior podemos señalar que esta serie de actos converge en

una estandarización de las reacciones de la sociedad, y finalmente en un estereotipamiento ignorante.

El núcleo de la perversión que sufre el proceso educativo, recae específicamente en los grupos económicos

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