Derecho De La Epoca Prehispanica
Enviado por alejandrodago • 4 de Octubre de 2013 • 4.360 Palabras (18 Páginas) • 815 Visitas
Derecho de la época prehispánica:
La organización del sistema jurídico en la cultura azteca, se empezó manifestando en costumbres, a menudo íntimamente ligadas a la religión, tan conocidas por todos que no había necesidad de ponerlas por escrito.
En tiempos de la conquista el imperio azteca, abarcaba todo el territorio de los océanos pacifico y atlántico, hasta llegas hasta lo que es Oaxaca y Yucatán, sin embargo no habían logrado someter a los indios de Tlaxcala y Huejotzingo, al igual que a los tarascos pertenecientes del noreste.
Se dice que el imperio azteca no tuvo un derecho uniforme en este tiempo ya que la política azteca era la de no quitar a los pueblos subordinados su propia forma de gobierno o su derecho; lo importante era que el tributo llegara en la forma conveniente, "una actitud semejante a la romana en el comienzo".
La organización social del pueblo azteca fue el calpulli, que permitió el crecimiento y desarrollo del poderoso imperio azteca; este grupo se integraba por dos elementos sociales, perfectamente diferenciados: los pipiltin, que constituían la nobleza, y los macehualtin o comunes.
El término calpulli significa “grandes casas” y se utilizaba para designar unidades de la sociedad azteca constituidas por parientes ficticios, es decir, personas que creían descender de un mismo antepasado, quien generalmente, era un ser mitológico. Todos vivían en un mismo sector de la ciudad, ejerciendo, en común, la propiedad de las tierras que les habían sido asignadas.
En Tenochtitlán existían 20 calpullis integrados tanto por mexicas originarios como por extraños que se habían fundido con la nación azteca. Por su función se asemeja a un clan; sin embargo, entre sus miembros había diferencias de riqueza, posición social y poder. Era denominado un clan cónico, cuya cúspide era ocupada por quienes estaban más relacionados con el ancestro fundador.
El calpulli era, además, una unidad religiosa y militar. Sus integrantes adoraban un mismo dios en templos erigidos dentro de sus tierras, y combatían en los mismos destacamentos. Para tal efecto recibían instrucción militar en el telpochcalli o Calmecac,, el telpochcalli era una escuela de guerreros, a la cual asistían los varones de ocho años de edad en adelante.
Durante los primeros días, los jóvenes se entrenan con armas de madera y, cuando su entrenamiento estaba avanzado, acompañan a los guerreros expertos como ayudantes. En general, la vida de los aprendices era muy dura. Tenían que aprender a ser humildes, haciendo trabajos de todo tipo y no podían quejarse por miedo a ser castigados. Los jóvenes podían ir a sus casas durante algunas horas al día, pero incluso allí no podían descansar, ya que tenían que ayudar a sus padres.
En la escuela, aprendían canciones y danzas religiosas. Allí también estudian las leyes de la comunidad ,la mayoría de los aprendices tenían un comportamiento excelente, sobre todo porque se castiga a los desobedientes o perezosos con espinas.
Una de las costumbres más importantes que había en lo calpullis, era casarse dentro del calpulli, de otra forma llamado endogamia. Dichas tradiciones no eran reglamentarias ni totalmente rígidas pero la mayor parte de las veces se cumplían.
Al igual una tradición que era muy común en los calpullis era cuando nacía un niño azteca se celebraba mucho se dice que las celebraciones se prolongaban durante varios días, en lo que los astrólogos comprobaban que día podía ser favorable para darle el nombre al recién nacido.
El Jefe de los calpullis era el calpullec, designado vitaliciamente, dentro de la misma familia, por los demás miembros del calpulli. Actuaba como juez en litigios menores, representaba al calpulli en el consejo azteca, dirigía la educación de los niños y, por sobre todo, repartía las tierras entre las familias de acuerdo al número de componentes.
Esta tradición se fue perdiendo hasta los tiempos de Moctezuma II ya que esta función estaba volviéndose hereditaria.
Después de la fundación de Tenochtitlán, continuaron dos generación con el sistema de un tenoch, con autoridad limitada a lo militar, y con un consejo de representantes de los calputin, después de ello tomaron la tradición común de aquellos tiempos, de que una nación que se respeta necesita un rey. Pero este rey tenía que ser de sangre tolteca noble, descendiente de Quetzalcóatl.
Así los aztecas comenzaron a buscar un rey que estuviera en intimo contacto con la gran tradición mágica de la nobleza tolteca, con lo cual Acamapichtli, probablemente un hijo de un jefe azteca y de una hija del rey de Culhuacan fue nombrado en 1373 jefe administrativo y militar, con lo cual en 1383 fue declarado tlacatecuhtli o tlatoani. Al recibir como esposas múltiples hijas de los jefes de los calputin, la mágica sangre tolteca se difundió en diversos lideres políticos inferiores, de la nación azteca, formando asi una nobleza, no solo en cuanto a poder tradicional o prestigio local, si no confirmada por su contacto con la sangre de Quetzalcóatl.
A la muerte de Acamapitchtli, paso su poder a manos de su hijo huitzilíhuitl, el cual lo trasmitió al hijo que había tenido con una hija del poderoso Tezozómoc, rey de Azcapotzalco, este hijo llamado Chimalpopoca, fue asesinado por iniciativa de un sucesor de Tezozómoc, y con su muerte da fin a la primera etapa de la monarquía azteca, en la cual el poder real era transmitido por cada rey a su hijo predilecto el cual no necesariamente tenía que ser el mayor.
El siguiente rey azteca que toma el puesto tenía el nombre de Izcóatl, el cual era hermano de Huitzilíhuitl, y con ello se da inicio a la tercera etapa de la organización política de los aztecas. Este rey comenzó una gran reforma política y social ya que formo un pacto federal con Texcoco y Tacuba, con el fin de vengar la muerte de Chimalpopoca y derrotar así a Azcapotzalco.
Al igual establece que los pipiltin, también llamados nobles, podrían recibir tierras propias las cuales a veces eran trabajadas por un sistema de servicio obligatorio personal por parte de agricultores libres, y a veces trabajadas por siervos conocidos como los mayeques, pero también en ocasiones eran explotadas bajo un sistema de arrendamiento, pudiendo pasar tales tierras privadas a sus descendientes.
Los pipiltin cuidaban celosamente sus relaciones de linaje con la familia real, ya que éste era su elemento distintivo.
A los pipiltin al igual se les permitía acumular y lucir riquezas y objetos preciosos, especialmente jade, plumas y pieles, así como elegantes ropajes, hechos de algodón; habitaban en construcciones de carácter palaciego, practicaban la poligamia y se desempeñaban como funcionarios públicos,
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