Derecho Fiscal
Enviado por liss0406 • 15 de Octubre de 2013 • 5.371 Palabras (22 Páginas) • 240 Visitas
HISTORIA DEL DERECHO FISCAL
El derecho fiscal, se encuentra dentro del derecho público es el encargado de regular las actividades tributarias que el estado lleva a cabo por medio de las aportaciones que el ciudadano otorga al estado para satisfacer las necesidades del mismo, el encargado de verificar que todo lo relacionado al derecho fiscal se esté realizando correctamente es la secretaria de hacienda.
Los antecedentes del derecho fiscal también se describen en la Biblia. En el libro Génesis (capítulo 47, versículo 24) - de la Nueva Versión Internacional), afirma lo siguiente: "Pero cuando venga la cosecha se dará una quinta parte al Faraón. Las otras cuatro quintas partes es posible mantenerlas como semillas para los campos y como alimento para ustedes y sus familias y sus hijos”. Joseph estaba diciendo al pueblo de Egipto la forma de dividir sus cultivos, proporcionando una parte al Faraón. Una parte que suponía la nada despreciable cifra de un 20% de la cosecha.
En Egipto los campesinos resultaban encarcelados por falta de pago de sus impuestos.
El primer sistema conocido de fiscalidad aparece en el Antiguo Egipto alrededor de los años 3000 AC al año 2800 AC en la primera dinastía del Antiguo Reino. Los documentos tratan el momento en el que el faraón realizaba un Tour por el beneficio del reino recogiendo los ingresos fiscales de las personas.
En la India, los gobernantes islámicos impusieron la tasa de "jizya" a partir del siglo XI la cual fue abolida por Akbar. Exsten muy pocos registros de un gobierno recaudando impuestos en Europa al menos desde el siglo XVII los cuales todavía están disponibles en la actualidad. Sin embargo, los niveles de imposición son difíciles de comparar con el tamaño y el flujo de la economía, ya que en temas de producción los números no son tan fácilmente cuantificables.
La fiscalidad como un porcentaje de la producción de bienes finales pudo haber alcanzado el 15% - 20% durante el siglo XVII en lugares como Francia, los Países Bajos y Escandinavia. Durante las guerras europeas del siglo XVIII y principios del siglo XIX, los tipos impositivos en Europa aumentaron de manera espectacular. Los gobiernos se posicionaron más centralizados y se convirtieron en verdaderos expertos en la recogida de impuestos.
Este aumento fue mayor en Inglaterra, Peter Mathias y Patrick O'Brien consideraban que la presión fiscal aumentó en un 85% durante este período. Otro estudio confirmó este número, y sacó la conclusión de que per cápita los ingresos fiscales han crecido casi seis veces más. Las tasas medias de impuestos fueron más altos en Francia que en Gran Bretaña el año anterior a la Revolución Francesa, el doble del ingreso per cápita en comparación, pero se debían en su mayoría en el comercio internacional. En Francia, por lo general los impuestos eran más bajos, pero se centraron principalmente en los propietarios de tierras, las personas y el comercio interior y, por tanto, se creó mucho más resentimiento.
El Tributo es tan antiguo como la comunidad humana; desde el momento en que el hombre decidió vivir en sociedad, empezaron a surgir necesidades colectivas que antes no se tenían y se vieron en la necesidad de instituir una forma superior de organización social para hacer frente a esas nuevas necesidades. El problema afrontar después de ese primer obstáculo, fue el de dotar de poder a esa nueva organización para que pudiera cumplir con el fin para el que fue creada. Surge entonces, esa relación contributiva entre gobernantes y gobernado.
Solo a través de la historia nos podemos dar cuenta que la evolución del sistema tributario, desde los tiempos en que los tributos se fijaban de una manera arbitraria y desmedida por parte de los gobernantes; hasta nuestros días en que bien o mal, se respetan los principios tributarios al momento de crear leyes fiscales; no es producto de la casualidad, sino de circunstancias concretas, en las más diversas situaciones, las que empezaron a dar forma y bases sólidas a todos los sistemas jurídicos fiscales que tenemos en tiempos actuales.
Es por esto, que si buscamos una justificación del Estado para exigirnos el pago de contribuciones, solo sería posible encontrarla en la Historia.
Desde sus inicios, el hombre busco la compañía de sus semejantes para sobrevivir en este complejo mundo y es cuando desde aquellos remotos orígenes se empezó de dar la vida en sociedad. Esta vida en sociedad que se había empezado a gestar, en un principio fue formada por comunidades nómadas, las cuales se desplazaban de un lugar a otro dependiendo de las estaciones del año, de la buena cacería y de las circunstancias que se presentaban día a día. En alguna etapa de la historia, el hombre deja la vida nómada para pasar a la vida sedentaria, la cual les trae como consecuencia muchas ventajas pero también se empiezan a dar necesidades que anteriormente no se tenían, necesidades colectivas que había que satisfacer. Es a partir de este punto, en el que el hombre adopta una vida sedentaria, cuando se desarrollan de manera notable las sociedades humanas pasando por diversas etapas históricas, como son la comunidad primitiva, el esclavismo, el feudalismo, el capitalismo y el comunismo.
Para poder satisfacer esas necesidades colectivas, que varían de acuerdo a las circunstancias políticas, económicas, sociales y culturales y que individualmente no se pueden cubrir, se instituye el Estado, como una forma superior de organización social para hacerse cargo de todas esas necesidades colectivas. Para esto, los súbditos del gobierno se ven obligados aportar una parte de su patrimonio para dotarlo de los recursos económicos necesarios para mantener todas las instituciones elementales, como son el financiamiento de guerras, el mantenimiento del ejército, la seguridad pública, el pago de sueldos a los servidores públicos, la construcción de obras públicas y la atención de diversos servicios demandados por la sociedad.
Tenemos que en su origen, se generaba de una manera despótica, autoritaria, represiva, por medio de la fuerza, ya que muchos de estas contribuciones provenían de las guerras y las conquistas. Los pueblos vencidos quedaban obligados a pagar contribuciones a los gobiernos vencedores. Esta obligación contributiva que se daba entre conquistador y conquistado podía ser en especie, en servicios o en dinero.
Estos conceptos de contribuciones que los sujetos pasivos estaban obligados a pagar eran muy variados, como fueron los bienes muebles, inmuebles, frutos de la agricultura, parte de las ganancias de la ganadería, de la pesca, minería, el comercio, así como también por los trabajos forzosos impuestos a los esclavos, prisioneros de guerra, siervos y peones.
Es importante
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