Derecho Penal
Enviado por dringfer • 14 de Octubre de 2012 • 2.589 Palabras (11 Páginas) • 355 Visitas
urbe era siempre un acto religioso.
Capitulo v El culto del fundador; la leyenda de eneas
Cada ciudad adoraba al que la había fundado. El fundador se recordaba cada año en las ceremonias sagradas.
Eneas había fundado a Lavinio, de donde procedían los albanos y los romanos, y que por consecuencia, era
considerado como el primer fundador de Roma. Sobre el se estableció un conjunto de tradiciones y recuerdos.
Virgilio se apoderó de ese tema y escribió el poema nacional de la ciudad de romana. La llegada de Eneas, o
mejor, el traslado de los dioses de Troya a Italia, es el tema de la Eneida. El poeta canta a ese hombre que
surca los mares para fundar una ciudad y llevar sus dioses al Lacio.
LOS DIOSES DE LA CIUDAD
Una ciudad era como una pequeña iglesia, con sus dioses, sus dogmas y su culto. Tenían su cuerpo de
sacerdotes que no dependía de ninguna autoridad extraña, tenían libros litúrgicos, y cada ciudad tenía su
colección de oraciones y de prácticas. Así la religión era completamente local y civil, tomando este ultimo
nombre en su antiguo sentido, es decir, especial a cada ciudad. En general, el hombre sólo conocía a los dioses
de su ciudad y sólo a ellos honraba y respetaba.
LAS COMIDAS PUBLICAS.
La principal ceremonia de culto doméstico era una comida, que se denominaba sacrificio. La principal
ceremonia del culto de la ciudad también era una comida de esta naturaleza, que había de realizarse en común,
por todos los ciudadanos, en honor a las divinidades protectoras. Esto estaba tan vigente tanto en Grecia como
en Italia.
LAS FIESTAS Y EL CALENDRIO.
Todo lo que era sagrado daba lugar a una fiesta, existía la fiesta del recinto de la ciudad, amburbalia; la de los
límites del territorio ambarvalia. Lo que caracterizaba estas fiestas religiosas era la prohibición de trabajar, y la prohibición de hacer el mal, la obligación de estar alegres, el canto y los juegos públicos. El calendario estaba regulado por las leyes de la religión. Que únicamente los sacerdotes conocían. Cada ciudad contaba sus años de una forma diferente.
LOS RITUALES Y LOS ANALES
A veces , el ritual estaba escrito en tabletas de madera; a veces, en tela,, Roma tenía sus libros de pontífices,
sus libros de augures, su libro de ceremonias, y su colección de Indigitamenta. La historia de la ciudad decía
al ciudadano todo lo que debía creer y todo lo que debía adorar. Por eso la historia era escrita por los sacerdotes. Roma tenía los anales de los pontífices. Al lado de los anales había también documentos escritos y auténticos, una tradición oral que se perpetuaba en el pueblo de cada ciudad.
Gobierno de la ciudad. El rey
El sacerdote del hogar público ostentaba el nombre del rey. En ocasiones le daban otros títulos, este esprincipalmente el jefe del culto: el conserva el hogar, hace el sacrificio y pronuncia la oración, preside las
comidas religiosas. La tradición siempre los representa como sacerdotes, a estos reyes−sacerdotes se les entronizaba con un ceremonial religioso.
Capitulo x
13 El magistrado
El magistrado remplazó al rey, fue como él, un sacerdote al mismo tiempo que un jefe político. No había
ningún magistrado que no tuviese que realizar algún acto sagrado. Los tribunos de la plebe eran los únicos que
no tenían que realizar ningún sacrificio. Las magistraturas romanas, que cierto sentido fueron miembros sucesivamente desgajados del consu8lado,reunieron como éste atribuciones sacerdotales y atribuciones políticas.
La ley
Entre los griegos y los romanos, como entre los indos, la ley fue al principio una parte de la religión. En Roma
era una verdad reconocida que no se podía ser buen pontífice si se desconocía el derecho. A la ley antigua no
se le discute, se impone; es una obra de autoridad: los hombres la obedecen porque tienen fe en ella.
El derecho sólo era un aspecto de la religión. Sin religión común, no había ley común.
DE LA OMNIPOTENCIA DEL ESTADO; LOS ANTIGUOS NO CONOCIERON LA LIBERTAD
INDIVIDUAL.
La ciudad se había fundado sobre una religión y se había constituido como una iglesia. De ahí su fuerza, su
omnipotencia y el imperio absoluto que ejercía sobre sus miembros. El ciudadano estaba sometido en todas las cosas y sin ninguna reserva a la ciudad: le pertenecía todo entero. Nada había en el hombre que fuese independiente. Su cuerpo pertenecía al estaba y estaba consagrado a la defensa del mismo. En roma, el servicio militar estaba obligado hasta los cuarenta y seis años; En Atenas y Esparta, toda la vida.
Patricios y clientes
La ciudad antigua, como cualquier sociedad humana, presentaba rangos, diferencias y desigualdades. La historia de Roma esta llena de lucha entre los patricios y el pueblo, lucha que se encuentra en todas las ciudades sabinas, latinas y etruscas. La autoridad del padre marca el principio de la desigualdad. En la familia después de varias generaciones se forman ramas segundonas, y se encuentran, en un estado de inferioridad con respecto a la rama primogénita. El cliente esta por debajo de las ramas segundonas. La distinción entre estas dos clases es manifiesta en lo que concierne a los intereses materiales. La distinción es todavía más manifiesta en la religión. Solo el descendiente de un pater puede practicar las ceremonias del culto de la familia.
14 Los plebeyos
Es necesario indicar ahora otro elemento de población que estaba por debajo de los mismos clientes, y que, intimó en su origen, adquirió insensiblemente la fuerza suficiente para romper la antigua organización social,
esta clase se hizo en roma más numerosa que en cualquier otra ciudad, recibía allí el nombre de la plebe, no
formaba parte de lo que se llamaba el pueblo romano. Estos no tienen culto, el matrimonio sagrado no existía
para ellos, no hay familia, ni autoridad paterna, no tienen derecho de propiedad, no tienen derechos políticos,
etc.
Primera revolución
El poder en el estado se reunía en manos del rey, los jefes de las familias, los paters, y por encima de ellos, los
jefes de las fratrías y de las tribus, formaron al lado del rey una aristocracia fortísima. El rey no era el único
rey; cada pater lo era en su gens.Los reyes querían ser poderosos , y los padres no querían que lo fueran, La lucha se entabló pues, en todas las ciudades entre la aristocracia y los reyes. En todas partes fue idéntico el resultado de la lucha: la realeza quedo vencida. Pero no se debe olvidar que esta realeza primitiva era sagrada. Por
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