Desarrollo histórico de México II
Enviado por Tururubaeza • 2 de Julio de 2016 • Ensayo • 2.739 Palabras (11 Páginas) • 334 Visitas
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Escuela Normal Superior Veracruzana ‘’ Doctor Manuel Suarez Trujillo’’.
Alejandra Camacho Baeza.
206-1.
15/Enero /2016.
Desarrollo histórico de México II
José de la luz Méndez
Ensayo del sindicalismo.
Xalapa, Veracruz.
Sindicalismo…. ¿Sabemos que es?
En México, la historia sindical comienza durante los primeros años del siglo XX, sus antecedentes, o mejor dicho, los detonantes del surgimiento de dichas instituciones, fueron las huelgas de Cananea, Sonora (1906) y la de Río Blanco, Veracruz (1907). Los participantes de las rebeliones antes mencionada se exigían la protección y el aseguramiento del trabajo desarrollado en territorio mexicano, lo mismo se pedía para con el trabajador mexicano.
Además de la protección y el aseguramiento del trabajo se solicitaba un salario mínimo, en aquel tiempo de tan solo $5 y una jornada de 8 horas, además de algunas otras prestaciones que con el paso de los años se fortalecieron y han sido respaldadas en la Ley Federal del Trabajo; se pedía también que se contrataran un mínimo de extrajeron y que por lo menos las tres cuartas partes del total de los trabajadores fueran trabajadores mexicanos, y se destacaba que los segundos deberían de tener las mismas oportunidades.
Para vigilar el cumplimiento de dichas exigencias es que fueron creados los sindicatos, es así como estos organismos comenzaron a ver por el bien del trabajador, y durante algunos años cumplieron, sino al 100%, si en un 90% con su objetivo. Los sindicatos en México no son malos, debemos verlo como el intermediario entre el empleador y el empleado. Lo negativo de los sindicatos no es el objetivo por el cual surge, recordemos que cada gremio puede tener su sindicato, cada profesión y oficio también, esto es muy válido y a muchos mexicanos nos da seguridad para mantener un trabajo.
Creo yo que lo malo en los sindicatos es la gente que trabaja en ellos, los afiliados, pues, somos nosotros quienes nos ponemos las trabas y los que estamos desviándonos del objetivo primordial de estas organizaciones, digo esto porque lamentablemente, nosotros como sociedad entre menos hagamos es mejor, eso sí mientras nos sigan pagando lo mismo todo está muy bien, y si es más aún mejor. Cómo es posible que estemos acudiendo con nuestros jefes sindicales para quejarnos de que en nuestro lugar de trabajo nos pagan $55 al día y nos ponen a hacer trabajos de llevar, traer, cargar, asear, etcétera, cuando de 6 días a la semana 5 nos la pasamos haciendo nada, no conformes vamos y exigimos que el día que hacemos algo se nos pague más.
Así como no podemos concebir un México sin la clase política, por muy ineficiente que haya sido no puede ser mejor una monarquía; igualmente los sindicatos: ambos son un mal necesario en nuestra sociedad. La revolución industrial trajo como consecuencia el nacimiento de dos clases antagónicas que hasta nuestros días no se han conciliado, ni se conciliarán dado su estado de desigualdad: los patrones y sus empleados. Carl Marx los definió como la burguesía y el proletariado. Este antagonismo creó la necesidad de organización de parte de la clase trabajadora, lo cual trajo como consecuencia la creación de los sindicatos en México y otras naciones, y el sistema socialista en muchas partes del mundo. El último no funcionó, y al presente existe modificado de su origen casi en su totalidad. Los sindicatos en México, sin embargo, funcionaron por mucho tiempo, y continúan existiendo casi en su forma original. Esta estructura ya no desempeña la misión por la que fue creada: se debe de cambiar ésta para que las organizaciones de trabajadores continúen siendo un beneficio y no una carga para la sociedad.
Las organizaciones de obreros empezaron a formarse hace aproximadamente 138 años en nuestro país. José Manuel Lastra Lastra nos dice que una de las primeras grandes organizaciones sindicales, como la Confederación de Asociaciones de Trabajadores de los Estados Unidos Mexicanos, fundada el 5 de Marzo de 1876: es interesante notar que ésta se fundó aún antes de que se legalizaran los sindicatos en Francia. A ésta le siguieron otras muy importantes, y que en su tiempo fueron protagonistas de las renombradas huelgas de Cananea y Rio Blanco. Cronológicamente siguieron formándose en México otras como la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) en 1918, y posteriormente, en 1938 nace la Confederación de Trabajadores de México (CTM), que en la actualidad todavía tiene alrededor de un millón de miembros. Es importante mencionar que estas dos grandes organizaciones fueron decisivas para la creación del corporativismo político. Sus líderes, Morones en la CROM y Lombardo primero y Velázquez después en la CTM fueron grandes amigos (y enemigos) de los políticos en sus respectivos tiempos creando un electorado siempre a favor del entonces Partido Nacional Revolucionario (PNR) que es el actual Partido Revolucionario Institucional (PRI). Aquí es donde los sindicatos mexicanos cambian de visión: se convierten de protectores del proletariado en socios en el poder político mexicano. Aquí es donde los líderes sindicales se venden al político en turno y dejan en segundo plano su obligación con sus agremiados. Este esquema persiste hasta el día en que se escribe la presente (julio, 2010).
El costo para la sociedad de la existencia de este tipo de sindicatos no es solo monetario, repercute en casi todos los ámbitos de la sociedad. Los maestros afiliados al sindicato de maestros más grande de Latinoamérica no enseñan, solo cobran, ya que se sienten protegidos por su todopoderoso sindicato, por cierto, muy amigo de la presente administración. El sindicato de los petroleros, visto como uno de los más corruptos del país a raíz del escándalo de su anterior líder «La Quina», tiene a nivel mundial una reputación ínfima.
¿Qué hacer entonces para que los sindicatos recuperen la credibilidad y empiecen a reclutar estos jóvenes y adultos mayores talentosos ahora a merced de las voraces trasnacionales operando en todo el país y pagando sueldos de hambre a los mexicanos?
México tiene una fuerza laboral de alrededor de 80 millones. Si la CTM cuenta con 1 millón, el SNTE con menos de 2 millones, y los sindicatos burocráticos, junto con otros sindicatos más pequeños, con aproximadamente el mismo número, entonces la inmensa mayoría de mexicanos no están sindicalizados. Este gran número de trabajadores necesitan de alguien que los organice para que puedan negociar con sus patrones mejores sueldos, y prestaciones. Estas organizaciones pueden ser uniones, cooperativas, sociedades civiles como las que está impulsando el gobierno federal en el campo, con una filosofía diferente al sindicalismo. Estas sociedades, como las iglesias que abundan en Estados Unidos, pueden apoyar a los trabajadores en litigios, problemas económicos (creación de cajas populares, créditos, etc.), y representación en una más justa, más equitativa distribución de la riqueza.
Los sindicatos deben mejorar su reputación y ser una opción para la clase trabajadora
Hace mucho tiempo que México dejo de ser un país proteccionista. La apertura del tratado de libre comercio con América del Norte (TLCAN), en el sexenio del presidente Carlos Salinas de Gortari, fue el inicio de una serie de tratados que nuestro país ha tenido con el mundo. Como consecuencia, nuestros empresarios empezaron a cambiar sus tácticas de producción y mercadeo convirtiéndose en seres más competitivos e innovadores, mandando su gente a entrenamientos constantes al extranjero para tomar ventaja de las nuevas tecnologías y oportunidades. Compañías líderes antes de la apertura comercial, no obstante, la nueva competencia, son ahora líderes mundiales en su ramo: ejemplo concreto es Cementos Mexicanos. Los sindicatos no se han transformado de acuerdo a las circunstancias.
Los sindicatos no ven la necesidad de transformarse ya que sus líderes no tienen ningún incentivo para ello. Protegidos por el gobierno en turno a cambio del favor electoral actúan con todo desdén acerca del desarrollo mundial. Tienen tan mala reputación que los jóvenes como mi amigo Jesús piensan que:
« En verdad, que ese (los sindicatos) ha sido uno de los más grandes lastres de México, ya que la esencia del sindicalismo es el bienestar de sus agremiados, lo cual es una maldita falacia en México.
Líderes sindicales eternos que solo son de cartón, liderazgos heredados por conveniencia familiar.
Un pueblo muerto de hambre y ellos con sus riquezas, es una vergüenza lo que hacen estos líderes con el sindicalismo.
Lo tuercen a voluntad, afilian a los trabajadores aun en contra de su voluntad, secuestran, matan, reprimen y la autoridad se hace de la vista gorda. Va para largo tu trabajo hermano, ojalá algún día todo esto se acabe y los verdaderos mexicanos resurjamos, para salvar a nuestro país.
SE BUSCAN MEXICANOS, VERDADEROS MEXICANOS, URGEN.»
Nadie que sea mexicano, mayor de edad, no estará de acuerdo con Jesús. Según Svenja Blanke, alrededor del 70% de los mexicanos desconfían de los sindicatos. Solo los políticos y la policía se encuentran en peores circunstancias.
Los sindicatos mexicanos están a la par de los políticos: no se les cree, se desconfía de los manejos honestos de las cuotas sindicales, se le acusa de soborno, robo, malversación de fondos hacia políticos, y la lista sigue. Tere dice que «Fue el PRI quien tomó el control de los sindicatos convirtiéndolos en Corporativos al servicio del PRI, ellos compraron a los líderes sindicales con dinero y diputaciones para que la gente votara siempre por ellos, con el tiempo se convirtieron en mafias que poco les ha importado el trabajador. Hoy son corporativos muy duros de tumbar, pero no imposible». No solo el PRI ha tenido a los sindicatos de aliados. El partido del poder en turno tiene la mayoría de los sindicatos burocráticos de su lado, así como el SNTE y su lideresa, los cuales han sido favorecidos por el actual gobierno con muy buenos puestos políticos. Y no es de nadie secreto que el PRD fue apoyado por el SME desde sus inicios para ganar el Distrito Federal. Emilia dice que «No solo el PRI ha intervenido, el PRD ha influido también en la degeneración de los sindicatos, y lo peor del caso los que pagan son la base trabajadora, ya que sus líderes sindicales lo único que buscan es el dinero y no trabajar.». Podríamos llenar página tras página con el mismo tema, pero lo que si me queda claro que aunque los políticos cortejen a los sindicatos por los votos y regalen puestos políticos a cambio de votos, lo cual además es inconstitucional de probarse, estos votos ya no son decisivos en una elección presidencial ya que los votantes sindicalizados no son ni un 12%, y además, divididos.
Para que los gremios sindicales recuperen la confianza y liderazgo que tuvieron en tiempos de Cananea y Rio Blanco se necesita que sus líderes sean genuinos y solidarios, que busquen un bien común, no particular, y que tengan esa vocación de servicio al prójimo y rigurosa manera de negociación.
Coste de mantener los sindicatos operando en México.
Los sindicatos en México han actuado como los peores monopolistas: y el costo a la sociedad de tener monopolios es relativamente alto, como la mayoría lo sabemos y otros lo intuimos. Por decreto constitucional no constituyen monopolios las sociedades civiles u organizaciones de personas (trabajadores) para proteger un bien común, como lo especifica el artículo 28, párrafo ocho de la constitución Política de Los Estados Unidos Mexicanos que dice:
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