Diego Portales, ¿Héroe o Villano?

Diego Portales, ¿Héroe o Villano?

A lo largo de la historia Chilena, han aparecido distintos personajes, buenos o malos, mirados desde distintos tipos de vistas. Algunos con mayor y menor importancia, sin embargo, todos ellos fueron un aporte, sea de manera indirecta o directa.

Muchos de estos personajes han causado debates que han tenido gran trascendencia, que hasta el día de hoy se discute sobre quién lo hizo mejor, quien se equivoco mas, quien hizo más daño o quien tuvo una mejor economía. Un ejemplo de esto, son Salvador Allende y el General Augusto Pinochet.

Pero si se retrocede más en la historia Chile, cuando recién se creaba la Republica de Chile, cuando recién había sido la concepción de este país, se puede encontrar con Diego Portales, personaje reconocido del periodo conservador, que duró desde el 1830 hasta el 1861.

Diego José Pedro Victor Portales y Palazuelos, nació en Santiago el 16 de junio de 1793, fue un político chileno, comerciante  y ministro de Estado, una de las figuras fundamentales de la Consolidación de Estado de Chile, pero ahí es donde se crea la pregunta. Portales, ¿Un organizador de la República de Chile o un político autoritario e impositivo?

Para poder responder esta pregunta, hay que saber sus antecedentes. Portales lidero políticamente las fuerzas conservadores en la Guerra Civil contra el Bando de los Pipiolos en el 1829-1830, en donde al final ésta, se le ofrece la presidencia del país, el  rechaza la oferta y queda como ministro del interior durante la presidencia interina de José Tomás Ovalle. Portales continúo con su colaboración en el gobierno de José Joaquín Prieto, donde impulso obras públicas como la refundación de Academia Militar, la creación de la Academia Naval, su completa influencia en la redacción de la Constitución de 1833. El conflicto nace en que algunos historiadores lo califican su actuación de dictatorial, y otros como organizador de la República.

Para empezar a tener control del país recién concebido, establecer el orden, Portales, debió tomar duras medidas, como destierros, fusilamientos, etc. En una carta, escrita por Diego, a José Manuel Cea en Marzo de 1822, él expresa como tiene que ser un Gobierno y sus ciudadanos, “Gobierno fuerte, centralizador, cuyos hombres sean verdaderos modelos de virtud y patriotismo, y así enderezar a los ciudadanos por el camino del orden y de las virtudes. Cuando se hayan moralizado, venga el Gobierno completamente liberal, libre y lleno de ideales, donde tengan parte todos los ciudadanos.”^[1]

En este fragmento, se muestra a un Portales autoritario, pero que tiene razones para hacerlo, donde busca el bien común, busca asegurar el futuro libre de todas las personas chilenas, un futuro donde puedan seguir cualquier ideal, sin recriminación alguna.

Diego Portales le importaba a toda costa mantener el orden de la sociedad, costara lo que costara, incluyendo violar la Constitución, como el mismo dice en su escrito “El peso de la noche”. “…en Chile, la ley no sirve para otra cosa que no sea producir la anarquía, la ausencia de sanción, el libertinaje, el pleito eterno, el compadrazgo y la amistad… De mí sé decirle que con ley o sin ella, esa señora que llaman Constitución hay que violarla cuando las circunstancias son extremas.”^[2]

Aquí portales muestra su punto de vista, él cree que si la ley que está rigiendo el actuar de los ciudadanos no está funcionando, habrá que hacer lo necesario para contra restar la actitud del pueblo y poder volver al orden natural de las cosas. Como él dice, “Palo y bizcochuelo”, este dicho significa castigar y premiar cuando sea necesario, justa y oportunamente administrados al pueblo.

En 1836, se creó la Confederación Perú-Boliviana con el ideal de volver a obtener los territorios que tenía el Imperio Inca, Portales al ver esto, entro rápidamente en alerta, diciendo que tenían que disolver la Confederación y pagar la deuda que tenía Perú con Chile por el ejercito libertador. Santa Cruz, el Presidente de la Confederación, hizo caso omiso a las peticiones del Ministro. Portales no iba a permitir que el imperialismo pisara nuevamente sus tierras, así que, hablando con el Presidente de la República de Chile, José Joaquín Prieto, Chile le declara la guerra a la Confederación Perú-Boliviana, en donde Chile salió victorioso, pero no del todo, porque en 1837, Diego es asesinado en el “motín de Quillota”.

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