Discurso Del Aniversario De Parras

Las ciudades, como las personas, también tienen su propia historia, en ellas viven comunidades que trabajan, estudian y luchan por vivir mejor.”

Muy buenos días: autoridades educativas y sindicales, jóvenes alumnos, señoras y señores, amigos todos. En esta hermosa mañana del día 18 de Febrero del año 2015; nos encontramos aquí reunidos para celebrar una vez más el Aniversario No. 417 de nuestro bello Pueblo Mágico, Parras de la Fuente, Coahuila de Zaragoza. Con el privilegio de poder dirigirme a ustedes, hago propicia la ocasión para manifestar que el suceso que hoy celebramos es parte viva de la historia de nuestro estado. No es fácil estar aquí cada año y evitar caer en lugares comunes, por eso en esta ocasión dejaré de lado los datos y las cifras que pueblan otros discursos, para hablar simplemente desde el sentimiento. Lo hago con felicidad y vocación de servicio, a partir de la profunda convicción de que una de las bendiciones que he tenido en la vida es haber nacido en esta tierra, que me enorgullece portar mi origen parrense, y que tengo un gran cariño y arraigo por la historia y la tradición de nuestra ciudad.

Nuestro querido municipio, fue fundado en el año 1598 por el padre jesuita Juan Agustín de Espinoza con el nombre de Misión de Santa María de las Parras. Sin embargo, Parras fue fundado oficialmente el 18 de febrero del mismo año por el capitán Antón Martín Zapata, quien era Justicia Mayor de Las Parras y Lagunas, estado que también había fundado 20 años atrás.

Permítanme que en la reverencia de este aniversario, evoque a personajes que en los primeros años de Parras hicieron sentir sobre nosotros su influencia bienhechora. Acuden en este momento a mi memoria las figuras de todas aquellas gentes, a las que envío, envuelto en mi palabra cálida por la emoción, un mensaje de recuerdo. Claro está que entre dichas personas se encuentra el político mexicano Francisco Ignacio Madero González.

Pero Parras no solo es historia y cultura sino también una ciudad dinámica, potente y abierta al futuro. Una ciudad cada vez más integrada al mundo y atractiva como centro turístico y emprendedor en la región. Que sea así es producto de una lucha colectiva. Basta recordar que Casa Madero es conocida por ser la primera vitivinícola de América Latina, que con agua obtenida directamente de los manantiales de la sierra, el famoso Estanque La Luz embellece a Parras desde 1888; y que la Iglesia del Santo Madero inició su construcción en el año de 1868, y hoy en día nos llena de orgullo porque representa un ícono de nuestra ciudad.

Tenemos pues muchas razones para sentirnos orgullosos de Parras, para quererlo entrañablemente, para confiar en sus energías y en su futuro, y esto nos toca comprobarlo cada día en que la recorremos. Y estos resultados no son fruto de la casualidad. Tienen que ver con la riqueza de nuestro territorio y con el trabajo diario y perseverante

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