EL ARTE DE LAS PRIMERAS CIVILIZACIONES: EGIPTO Y MESOPOTAMIA.
Enviado por Melyta • 26 de Septiembre de 2012 • 2.466 Palabras (10 Páginas) • 1.512 Visitas
EL ARTE DE LAS PRIMERAS CIVILIZACIONES: EGIPTO Y MESOPOTAMIA.
Para el año 3000 tiene lugar el descubrimiento de la escritura en zonas geográficas como Egipto, Mesopotamia, India y China, mismas que fueron caracterizadas por el desarrollo de la agricultura de regadío debido a sus ríos, junto con eso, un gran avance en el crecimiento de monarquía leyes, ejército, etc., es por eso que, definitivamente, de definen como civilizaciones.
Egipto y Mesopotamia, como civilizaciones, son de gran importancia en nuestra actualidad, pues fueron quienes comenzaron con los aspectos religiosos
(cristianismo) o culturales (civilización grecolatina).
A pesar de que Egipto y Mesopotamia tienen características muy similares, ambos tienen realidades diferentes. Egipto es un lugar alejado, donde están en medio del desierto y del mar, bien es sabido que tienen inundaciones del río lo cual lo convierte en una zona geográfica extraordinariamente fértil. Este aislamiento provoca que su civilización sea homogénea a lo largo de éstos 3000 años, por lo que se vieron en la necesidad de rendir culto a unos dioses, el último descendiente es el faraón. Mesopotamia, en cambio, tiene poco tierra fértil y el acceso a ésta zona es desde todas direcciones, por lo tanto es una civilización con invasiones extranjeras, además heterogénea y preocupada por sus aspectos pragmáticos y terrenales.
EL ARTE EGIPCIO.
El arte egipcio es apegado a la creencia de la vida después de la muerte, tienen presente la transmutación de la vida en otra eterna. Se rige en un rey-dios: faraón, quien tiene como objeto mostrar la magnificencia del poder. También se le agrega a ésta civilización el interés por el arte geográfico que busca la realización de paisajes debido a su aislamiento. También fue tomado como arte utilitario debido a su carácter social y colectivo, pues sus principales artes eran figuras acerca del faraón y como ellos pensaban en la divinidad de la otra vida pues de ésta manera rendían cierto culto, por así decirlo.
La arquitectura.
Es por excelencia el arte de Egipto, no por nada realizan de manera perfecta la figura del faraón y al mismo tiempo simboliza la importancia de la religión egipcia. Para la realización de ésta perfecta arquitectura se utiliza la piedra como material constructivo más importante, extraída de los acantilados próximos al Nilo. Los egipcios hicieron uso de diferentes instrumentos como rampas, trineos, rodillos, incluso asnos como animal de carga, pero sobre todo, utilizaron unos conocimientos matemáticos excepcionales y una organización del trabajo autoritaria y disciplinada que convertía el esfuerzo de los hombres en mayor gloria de su farón, su religión, de su estado y de ellos mismos. Sus modelos arquitectónicos mas representativos son las tumbas y los templos.
Las tumbas.
Motivados por una arquitectura funeraria monumental donde se reflejara la espiritualidad egipcia estos enterramientos se situaban en el margen izquierdo del Nilo, donde circunstancias sociales condicionaron su evolución a lo largo de tres mil años.
Los primeros enterramientos se realizan en fosas simples y túmulos (cámara sepulcral cubierta de tierra). La evolución de estos últimos da como resultado la aparición de la mastaba (en árabe “banco”), tumba característica de los faraones de las dos primeras dinastías (tinitas).
. Las primeras mastabas se construyen en adobe, para posteriormente emplear piedra de sillería. Tras la aparición de las pirámides se relega a enterramiento de nobles y cortesanos, aunque algunos faraones la volverán a recuperar para su propio enterramiento en periodos de crisis.
Sin duda el monumento más significativo del antiguo Egipto es la pirámide, emblema del poder del Estado y de la jerarquía social que tiene como cúspide al faraón. Esta primera Pirámide Escalonada es el resultado de la superposición de cinco mastabas (primero tres y más tarde dos) sobre otra inicial prexistente y parece proyecto del canciller y arquitecto Imhotep.
Cabe mencionar la aparición de una nueva tipología de enterramientos entre la aristocracia del Alto Egipto, llamada “hipogeo” que era la futura sepultura faraónica, las cuales eran tumbas excavadas en la roca, propias de los faraones del Imperio Nuevo, con una fachada oculta al exterior, tras la cual se sitúa un largo corredor, con diferentes capillas o dependencias, y al fondo del mismo la cámara sepulcral. Las paredes interiores se encuentran profusamente decoradas con pinturas y relieves con motivos sacados de los textos religiosos o con escenas cotidianas, destinadas a reproducir la vida terrenal para el difunto.
Los templos de culto.
Poco se sabe de éstos templos antiguos, sin embargo es conocido que sus materiales eran muy pobres, algo así como barro, adobe y cañas. La excepción son los templos solares, construidos por faraones de la V dinastía consistentes en un recinto abierto y cerrado por un muro, en medio del cual se alzaba un altar o grueso obelisco que representa el emblema solar. Durante el Imperio Medio los templos ya eran solo unas simples capillas de variadas formas y sin nada de estilismo. Ya fue en el Imperio nuevo donde la civilización comenzó a tener recursos económicos y construían grandes monumentos religiosos, en testimonio de agradecimiento y culto a sus reyes. A partir de aquí, la arquitectura comienza a tener más estabilidad para convertirse en algo canónico, así, los templos clásicos.
Los templos funerarios.
Son templos que se encuentran entre lo religioso y lo sepulcral que son destinados a las celebraciones rituales previo al enterramiento, que en el Imperio antiguo eran parte del arte arquitectónico de las pirámides, pero después en el Imperio Medio, los templos funerarios se deslindan de éstas pirámides para convertirse en construcciones independientes, alejados de la necrópolis para evitar la localización de sepulcros y posible saqueo.
Generalmente se construyen como templos rupestres, pues están excavados en la roca, los cuáles se dividen en hemíspeos y speos. El hemíspeo es un edificio muy singular, donde el lugar de enterramiento y el templo funerario forman todavía parte de una misma construcción, pero con un claro concepto diferenciador. Así, el templo se encuentra construido al exterior a base de dos terrazas superpuestas y sustentadas por pilastras. Por otra parte, los speos son templos rupestres excavados totalmente en la roca, propios del Imperio Nuevo. Al no tener finalidad de enterramiento y, por tanto, no estar sometido a expolio, presentan una gran fachada enmarcada por una especie de pilono tallado en la
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