EL REGLAMENTO DE LA VIDA ESCOLAR

Si se parte del hecho de que las escuelas tienen como fin instruir a los alumnos con profesores preparados y que sepan cómo manejarse dentro de un salón de clases es argumentable decir que las reglas son completamente necesarias; para ello es necesario crear un ambiente de trabajo que permita un rendimiento óptimo pero al mismo tiempo se debe hacer sentir a los jóvenes libres, valorados, respetados y a gusto.

Con esto lo que se pretende resolver son los problemas que surjan en algún futuro, que haya una convivencia sana entre todos los actores activos de una institución educativa, que haya igualdad aun cuando los maestros se den cuenta de quienes son aquellos alumnos más fuertes y quienes los más abusados.

Las normas las deben estatuir el conjunto de personas, en este caso jóvenes y profesores de un salón de clases, para que sea democrático y consensuado, pero para que esto se dé de una manera eficaz siempre debe existir una figura que asuma las responsabilidades que esas normas implican, en este caso el maestro es quien puede hacerse cargo de ello.

Se debe revisar periódicamente el funcionamiento de las normas, ver que se cumplan y que el mismo encargado de ver que se lleven a cabo que también las cumpla, si no entonces no habría un orden, buena convivencia y responsabilidad; lo que los jóvenes buscan es una estabilidad en el adulto.

Personalmente creo que la mayoría de las normas impuestas, ya sea por la institución educativa o el profesor en conjunto con el alumnado, son pedagógicas ya que permiten tener un control, pero no uno angustioso y abrumador, el punto es crear un ambiente democrático y sano dentro del salón de clases y que a partir de esas normas se puede tener una organización y ambiente adecuado para el trabajo.

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