Eduacion Colonial

LOS ESPAÑOLES:

Nacidos en España, constituían un grupo pequeño formado por gente de paso, se renovaba continuamente por la llegada de militares, funcionarios, comerciantes o religiosos. Tenían en sus manos los principales cargos del gobierno y de la administración pública: Presidente, oidores y demás miembros de la Real Audiencia; tesoreros reales, miembros del Cabildo, jefes y oficiales del ejército, altos dignatarios eclesiásticos, grandes comerciantes y gente que había venido en busca de fortuna.

Su número relativamente escaso no crecía en forma apreciable, porque muchos de ellos regresaban a la península o pasaba a otras colonias; además sus hijos nacidos en el país eran chilenos.

La autoridad, prestigio, fuerza y la ostentación que hacían de sus trajes y costumbres a la usansa Europea, era motivo para que trataran con cierto desdén a los que no pertenecían a su clase.

LOS CRIOLLOS:

De sangre española nacidos en Chile, no siempre estaban excentos de alguna mezcla de indígenas. Descendían por regla general de los antiguos conquistadores. Como permanecían en el país, su número crecía continuamente, llegando a ser mucho más numerosos que los españoles. Fueron: comerciantes, industriales, artesanos, agricultores o mineros.

La aristocracia criolla era dueña de grandes haciendas de la región central y de las encomiendas. Era el grupo más rico de la sociedad colonial y ejercía una gran influencia en los asuntos públicos.

Durante el siglo XVIII, elevaron aún más sus condiciones económicas ya que algunas familias criollas adquirieron en la corte española títulos de nobleza, haciéndose llamar: condes, marqueses, duques, etc.; esto les dio prestigio, brillo y poder, aún más, lucían en el frontis de sus casas los escudos de armas de su familia, situación que se mantuvo hasta que fuera prohibida durante el gobierno de Bernardo O'Higgins.

También establecieron Mayorazgos con autorización del Rey. De acuerdo con esta institución, los principales bienes de la familia debían pasar, perpetuamente, a poder del hijo mayor, quedando prohibido su división o enajenación. En el caso de las haciendas por ejemplo, éstas no podían parcelarse o venderse. Se deseaba que en la familia hubiese siempre un tronco fuerte, para mantener el nivel económico y el prestigio.

Los personajes con títulos de nobleza o mayorazgos fueron el núcleo más tradicional y poderoso de la aristocracia.

Pero donde los criollos tuvieron mucha influencia fue en los Cabildos, sin embargo, como la importancia de esta institución fuera disminuyendo con el tiempo, ya no satisfacían sus ambiciones.

A través de la cultura, la aristocracia criolla adquirió conciencia de su propio valor y un cierto sentimiento de amor hacia la tierra que los vió

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