Egipto Y Los Viajes
Enviado por natalitia • 3 de Diciembre de 2013 • 3.854 Palabras (16 Páginas) • 249 Visitas
Los viajes en Egipto:
Egipto, al contrario que lo que se suele afirmar, era un pueblo viajero. Se suele afirmar
que no viajaban por dos razones diferentes: 1.- Se trataba de una sociedad
extremadamente jerarquizada, lo que llevaba a cada uno a cumplir su papel en la escala
social. Los campesinos no podían viajar, ya que se encontrarían atados a la tierra, y sólo
cuando cumplían trabajos para el faraón o para la administración eran desplazados a
otros lugares. Según muchos autores, el pueblo llano tenía prohibido desplazarse si no
era por causas justificadas. Sólo los comerciantes tendrían este privilegio. Esto no es
verdad. Se ha producido una identificación entre el régimen soviético y el faraónico. Es
verdad que los agricultores estaban muy unidos a la tierra. Pero resultaría imposible
mantener a toda la población quieta cuando un tercio del año era imposible realizar
labores en el campo. Nos encontramos con numerosos ejemplos de viajes de personas
normales. Las fiestas en los diferentes santuarios eran celebradas por miles de
peregrinos, lo que resultaría imposible si no se pudiese llegar.
2.- Pero a esta situación se ha añadido otra, fruto de la gran influencia que tenía
la religión en el día a día. En pocos pueblos el más allá ha influido tanto en el más acá.
Así, cuando uno moría, tenía que ser preparado y momificado según unos ritos muy
meticulosos y que era muy importante llevar a cabo de manera escrupulosa para que el
espíritu pudiese vivir en el otro mundo. Los egipcios habrían tenían mucho miedo a
viajar por temor a morir en el viaje y que no hubiese nadie que pudiese recuperar el
cuerpo y cumplir los ritos de manera correcta, ya que de esto se encargaba la familia.
Esto pudo ser verdad en muchos casos, y pudo ser un elemento a tener en cuenta, pero
no determinante.
1.- VIAJES LITERARIOS Y MÍTICOS:
Los viajes de este tipo en Egipto pueden dividirse en dos tipos, claramente
diferenciados: por un lado, los viajes puramente míticos y legendarios, y por otro lado
los viajes literarios, que son inventados pero podrían haber sido reales.
a) Entre los viajes míticos, tenemos como mejor ejemplo los llamados “Textos de las
pirámides”. Se trata de relatos grabados en los muros interiores de las tumbas reales,
de las dinastías V a la VIII. En ellos se habla de regiones lejanas pero de manera
concreta, aunque siempre con caracteres fabulosos, así como de viajes al más allá.
b) Los viajes literarios, tienen unas características muy peculiares y propias de las
historias de viajes egipcias: Se trata de viajes protagonizados por humanos que
podrían ser reales, en escenarios reales. Existen muchísimos ejemplos de cuentos de
este tipo, verosímiles. Era lo que les gustaba escuchar. Dos de los más conocidos
fueron el de Sinhué el egipcio o el relato del náufrago, pero existen muchísimos
más:
Ejemplo de Viaje Mediterráneo: El relato de Unamunú cuenta cómo este personaje fue a
comprar madera a Siria, destinada a la reparación de la gran barca del dios Amón Ra
que estaba en el río Nilo. Desde Tebas llegó a Tannis, después de lo cual embarcó en
dirección al mar de Siria: Me despacharon con el capitán del navío Mangabuti, y así me
embarqué en el gran mar de Siria el día uno del cuarto mes de la cosecha. Llegué a
Dora, ciudad de los Zakkala, y su príncipe Badilu hizo que me trajesen diez mil panes,
una ánfora de vino y una pata de buey. Un hombre de mi nave desertó, llevándose un
vaso de oro y un saquito de plata.. Después del robo, Unamunú presentó una denuncia
ante las autoridades del puerto y, aunque le atendieron bien, no encontraron al culpable
y perdieron muchos días. Marchó por diversos puertos de Fenicia como Tiro y Biblos,
donde tuvo problemas por su personalidad problemática. Finalmente le permiten salir
del país le pasó lo siguiente: Yo me alejé del puerto de mar y el viento me arrojó al país
de Alasia. Los habitantes de la ciudad salieron contra mi con intención de matarme, y
me arrastraron entre todos al sitio donde vivía Habiti, la princesa de la ciudad. La vi
cuando salía de uno de sus aposentos para entrar en otro y le imploré. La princesa se
enfadó mucho por esa interrupción y el egipcio le dijo: Ahora que el mar se ha
encolerizado y que el viento me ha arrojado a tu país, ¿acaso no permites que me
asesinen delante de ti? Como yo soy un mensajero de Amón, me buscarán hasta el fin
de los tiempos. Y respecto a esta tripulación del príncipe de Biblos que has intentado
matar, si su señor halla después a diez de tus tripulantes, ¿acaso no los matará en
represalias? La princesa convocó a su pueblo, los detuvo y me dijo: ve a descansar.
En resumen, se pueden ver todas las características de estos cuentos: No se trata de un
campesino sino de un personaje importante pero que podría ser real (no es un semidiós,
ni tiene una fuerza sobrehumana, etc.), En segundo lugar en el desarrollo del viaje
suceden hechos, acontecimientos, narrados de forma subjetiva (en primera persona), que
ponen en serios peligros al protagonista. Esos peligros eran los que les gustaba escuchar
a la gente. En tercer lugar, por lo general los peligros no son fantasmagóricos ni irreales,
sino reales y verosímiles (excepciones como la serpiente de “El náufrago”. En cuarto
lugar, siempre terminan bien por definición, les encantan los finales felices.
Esto mismo ocurre en el caso de Sinhué, que contiene elementos como cambios
políticos, intrigas palaciegas, huidas, etc.
Sinuhé el Egipcio
Al morir el faraón AMENEMHET (personaje histórico real), su primogénito,
SESOSTRIS se encontraba combatiendo al mando del ejército y rápidamente fue
avisado para que pudiera llegar cuanto antes a palacio, ya que sus hermanos querían
también suceder a su padre.
SINUHÉ era un noble y estaba en el ejército. Había sido hombre de confianza,
administrador de los dominios en los países asiáticos y verdadero amigo del rey, y al
enterarse de la muerte de este mientras alguien avisaba a unos de los príncipes, decidió
abandonar Egipto para salvar la vida, consciente de las disputas que llevaría consigo la
sucesión. Buscó el mejor momento para abandonar el ejército y huir. Atravesé el canal
Muiti por el lugar
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