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El Capital


Enviado por   •  3 de Julio de 2013  •  1.703 Palabras (7 Páginas)  •  293 Visitas

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Para simplificar, en esta obra partimos siempre del supuesto de que la mercancía-dinero es el oro.

La función principal del oro consiste en suministrar al mundo de las mercancías el material de su expresión de valor, en representar los valores de las mercancías como magnitudes de nombre igual cualitativamente iguales y cuantitativamente comparables entre sí.

El oro funciona aquí como medida general de valores, y esta función es la que convierte al oro en mercancía equivalencial específica, en dinero.

No es el dinero el que hace que las mercancías sean conmensurables, sino al revés: por ser todas las mercancías, consideradas como valores, trabajo humano materializado, y por tanto conmensurable de por sí, es por lo que todos sus valores pueden medirse en la misma mercancía específica y ésta convertirse en su medida común de valor, o sea, en dinero.

El dinero, como medida de valores, es la forma o manifestación necesaria de la medida inmanente de valor de las mercancías: el tiempo de trabajo.

La expresión del valor de una mercancía en oro es su forma dinero, o su precio.

En cambio, el dinero no tiene precio, pues para poder compartir esta forma relativa de valor... tendría que referirse a sí mismo como a su propio equivalente.

El precio o la forma dinero de las mercancías es, como su forma de valor en general, una forma distinta de su corporeidad real y tangible, es decir, una forma puramente ideal o imaginaria.

Para tasar en oro millones de valores de mercancías no se necesita ni un adarme de oro real y efectivo.

En su función de medida de valor el dinero actúa, por tanto, como dinero puramente imaginario o ideal.

Este hecho ha dado pábulo a las más disparatadas teorías.

Aunque la función de medida de valores suponga dinero puramente imaginario, el precio depende íntegramente del material real dinero.(pag.57)

Los valores de las mercancías se convierten, por tanto, pese a toda la abigarrada variedad material de las mercancías, en cantidades imaginarias de oro de diferente magnitud; es decir, ... en magnitudes de oro. Estas cantidades distintas de oro se comparan y miden entre sí, y esto hace que se plantee la necesidad técnica de reducirlas todas ellas a una cantidad fija de oro como su unidad de medida.

Esta unidad de medida de medida, dividiéndose luego en partes alícuotas, se desarrolla hasta convertirse en patrón.

Antes de ser dinero, el oro, la plata y el cobre tienen ya su patrón de medida en su peso metálico; así, por ejemplo, la unidad es la libra, que luego se fracciona en onzas, etc., y se suma en quintales, etc.

Por eso, en la circulación de los metales son los nombres antiguos del patrón-peso los que sirven de base a los nombres primitivos del patrón-dinero o patrón de los precios.

Considerado como medida de valores y patrón de precios, el dinero desempeña dos funciones radicalmente distintas. El dinero es medida de valores como encarnación social del trabajo humano; patrón de precios, como peso fijo y determinado de metal.

Como medida de valores, sirve para convertir en precios, en cantidades imaginarias de oro, los valores de las más diversas mercancías; como patrón de precios, lo que hace es medir esas cantidades de oro.

Para que exista un patrón de precios, no hay más remedio que fijar como unidad de medida un determinado peso de oro. Aquí, como en todas las demás determinaciones de medida de magnitudes de nombre igual, lo que decide es la firmeza de los criterios con que se mide.

Por tanto, el dinero, como patrón de precios, cumplirá tanto mejor su cometido cuanto menos oscile la cantidad de oro que sirve de unidad de medida.

Sin embargo, el oro sólo puede funcionar como medida de valores por ser también él un producto del trabajo y por tanto, al menos potencialmente, un valor variable.

Es evidente...que los cambios de valor del oro no perju- (pag.59) dican en lo más mínimo a su función como patrón de precios. Por mucho que oscile el valor del oro, siempre mediará la misma proporción de valor entre distintas cantidades de este metal.

Los cambios de valor experimentados por el oro no perturban tampoco su función como medida de valores. Estos cambios afectan por igual a todas las mercancías y, por tanto, caetaris paribus, dejan intangibles sus valores relativos, aunque todos se expresen ahora en un precio oro superior o inferior al de antes.

Los nombres en dinero de los pesos de metal van divorciándose poco a poco de sus nombres primitivos de peso, por diversas razones, entre las cuales tienen una importancia histórica decisiva las siguientes:

1º La introducción de dinero extranjero en pueblos menos desarrollados; así, por ejemplo, en la Roma antigua las monedas de plata y oro comenzaron a circular como mercancías extranjeras. Los nombres de (pag.60) este dinero exótico difieren, naturalmente, de los nombres que reciben las fracciones de peso en el interior del país.

2º Al desarrollarse la riqueza, los metales menos preciosos se ven desplazados de su función de medidas de valores por otros más preciosos; el cobre es desplazado

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