El Cardenal Borgia
Enviado por luisfelipe45 • 26 de Marzo de 2014 • 9.792 Palabras (40 Páginas) • 327 Visitas
• I El Cardenal Borgia
• II Alejandro IV
• III El Pecador
• IV. Cesar Borgia
• V. Lucrezia Borgia
• VI. El fin del poder Borgia
• Bibliografía
I El Cardenal Borgia
El más interesante de los Papas de la época del Renacimiento nació en Játiva, España, el 1 de enero de 1431. Sus padres eran primos, ambos Borjas, una familia noble y de cierta influencia. Rodrigo recibió su educación en Játiva, Valencia y Bolonia. Cuando su tío fue ascendido a cardenal, más tarde convertido en el Papa Calixto III, una nueva y amplia vía se abrió para este joven ambicioso dentro de la carrera eclesiástica. Una vez en Italia tradujo su nombre Borja por uno de sonido más italiano: Borgia y fue convertido en cardenal con tan sólo veinticinco años; un año más tarde recibió el título de vicecanciller, convirtiéndose de tal forma, en cabeza de la Curia. Cumplió con sus obligaciones de forma efectiva, ganándose cierta reputación como buen administrador, manteniendo una vida austera y formando un importante grupo de amistades. Hasta los treinta y siete no se ordenó sacerdote.
Fue un hombre tan atractivo durante su juventud, elegante en sus maneras, persuasiva su elocuencia, y alegre de temperamento que a las mujeres les resultaba difícil resistírsele. Habiendo sido criado dentro de los parámetros morales más relajados de la Italia del siglo XV, se entregó sin reservas a los placeres de la carne, decidiendo disfrutar de todas las bendiciones que de Dios había recibido. Pío II le recriminó su asistencia a "un indecente baile"(1460) pero aún así el Papa supo disculpar al joven Rodrigo permitiéndole continuar como vicecanciller y consejero personal. En ese año, su primer hijo, Pedro Luis, nació, y probablemente también su hija Girolama quien se casó en 1482; las madres de ambos niños permanecen siendo desconocidas. Pedro vivió en España hasta que, en 1488 fue llamado a Roma por su padre muriendo poco tiempo después. En 1464 Rodrigo acompañó a Pío II en un viaje a Ancona, donde contrajo una enfermedad venérea "porque -como dijo su médico- no había dormido sólo".
Hacia 1466 formó una relación más estrecha con Vanozza de Catanei, una muchacha de veinticuatro años casada con Domenico d´Árignano, quién abandonó a su esposa en 1476. Vanozza concibió cuatro hijos de Rodrigo (se había ordenado sacerdote en 1468), el primero Giovanni (1478), Cesar en 1476, más tarde en 1480 nació la hermosa Lucrezia, y por último, en 1481 Giofe. Sobre la tumba de su madre el nombre de cada hijo fue escrito y por su padre siempre reconocidos. Semejante unión persistente y prácticamente monógama, en comparación con otros eclesiásticos, podría definirse de estabilidad y fidelidad, Roscoe decía: " Su unión a Vanozza parece ser sincera y uniforme, y aunque su relación necesariamente ha de ser desaprobada, él la trataba como a su esposa legítima.
Fue un padre atento y benévolo; fue una pena que sus esfuerzos por hacer prosperar a sus hijos no siempre reportaran gloria a la Iglesia". Cuando Rodrigo ambicionó el trono papal se convirtió en un "marido" tolerante para Vanozza y le ayudó a acrecentar su fortuna. Enviudó dos veces, casada de nuevo, vivió en un modesto retiro disfrutando de los triunfos de sus hijos pero lamentando el verse separada de ellos, ganó cierta fama de piadosa y murió a los setentiséis años de edad dejando todas sus propiedades a la Iglesia. León X envió a su chambelán en representación papal el día de su funeral.
Lo cierto es que se debería olvidar una tradición histórica que se ha ocupado de envilecer el nombre de Alejandro VI para juzgar a este Papa con unos criterios más actuales y no dejarnos impresionar por el morboso juego que ha dado su bibliografía a numerosa literatura, incluso erótica. Sus pecados, considerados en su tiempo como canónicos y mortales, podrían ser calificados hoy en día como veniales y perdonables. Tendríamos que tener en cuenta que la opinión general en el tiempo que Rodrigo se convirtió en Papa era más indulgente con las libertades sexuales que se perpetraban contra el celibato eclesiástico. El mismo Pío II abogó y defendió la posibilidad de matrimonio para los sacerdotes; Sixto IV tuvo varios hijos; Inocencio VIII incluso metió a los suyos en el Vaticano. Muchos condenaron y reprobaban la moral de Rodrigo, pero de hecho nadie lo mencionó a la hora de elegir al sucesor de Inocencio en el cónclave. Cinco papas, también el virtuoso Nicolás V, le habían otorgado lucrativos beneficios durante todos estos años a sus servicios, le habían confiado complicadas tareas y dado puestos de responsabilidad sin, aparentemente, tener en cuenta su exuberante capacidad procreadora. Por el contrario, lo que de este hombre era realmente remarcable en 1492 era que había sido distinguido como vicecanciller durante treinta y cinco años y confirmado en este cargo por cinco Papas distintos, encargándose de administrar de forma laboriosa y competente.
Iacopo da Voltera le describía así: " un hombre dotado de un intelecto capaz de cualquier cosa y gran sentido común; ávido argumentador, de naturaleza astuta y con una maravillosa habilidad resolviendo diligencias".
Era popular en Roma, cuando se supo que Granada había sido conquistado por los Reyes Católicos celebró el acontecimiento deleitando a los romanos con una corrida de toros por todo lo alto.
Quizás los cardenales que se reunieron en el cónclave de agosto de 1492 estaban también interesados en su fortuna pues en tantos años se había convertido en el cardenal más rico- a excepción de d´Estouteville- que en Roma se pudiera recordar. Muchos confiaron en recibir cuantiosas dádivas en recompensa por votarle, y no les falló; Infessura describió este proceso como "la distribución evangélica de sus bienes entre los pobres" no se trataba de un método inusual, cada candidato lo había utilizado en muchos cónclaves pasados, hoy en día los políticos hacen lo mismo. El voto decisivo corrió a cuenta del cardenal Gherardo, de noventiséis años de edad, y prácticamente falto de la entera posesión de sus facultades. Finalmente se eligió a Rodrigo Borgia por mayoría absoluta (10 de agosto de1492). Cuando se le preguntó qué nombre respondería contestó: "por el de Alejandro Magno, el Invencible". Fue un pagano comienzo para un pontificado pagano.
II Alejandro IV
La selección del cónclave coincidió con la opinión pública, nunca una coronación papal había supuesto tantas celebraciones populares. El pueblo se vio deleitado por una panorámica cabalgada de blancos caballos, figuras alegóricas, tapices y dibujos, caballeros y grandes, tropas de arqueros y jinetes turcos, setecientos sacerdotes,
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