El Fraude De Ana Frank
Enviado por ilichliev • 8 de Septiembre de 2014 • 5.479 Palabras (22 Páginas) • 340 Visitas
EL FRAUDE DEL "DIARIO" DE ANA FRANK
Por Pedro Varela
(varela.jpg) Pedro Varela se encuentra en este momento soportando un feroz acoso judicial en España por "apoyar un genocidio". La Fundación Simon Wiesenthal se encuentra intentando revocar su título de historiador. Más información en la Página Solidaria Para Pedro Varela, en nuestros links.
El siguiente texto es fruto de un trabajo universitario de investigación presentado por Pedro Varela mientras cursaba sus estudios de Historia Contemporánea, incluído dentro de una documentación más extensa solicitada por el profesor de la materia en torno a los orígenes y consecuencias del Juicio de Nüremberg ante el Tribunal Militar Internacional. El texto fue igualmente publicado como Carta circular con el objeto de ofrecer a los vecinos de la Calle Séneca de Barcelona la posibilidad de cotejar otras informaciones que compensaran las ya de por sí unilaterales recibidas hasta el momento desde la "Plataforma Cívica Ana Frank" y otros profesionales del victimismo político. Se trata también del único texto escrito por Pedro Varela, de entre todos los incluídos en la acusación que contra él ha coleccionado la policía autonómica catalana y la fiscalía, del que podrían extraerse opiniones personales, a pesar de que se citan en todo momento las fuentes de información. El Fiscal General de Catalunya, Sr. Mena, opina que en el "caso Varela": "persigue el odio y no una idelogía". Cabe preguntarle al Sr. Mena y a todos los lectores que ahora tienen a su alcance esta "prueba del delito", ¿en qué momento denota esta investigación de Pedro Varela odio de ningún tipo?. Lea y decida por sí mismo.
EL CASO DE ANA FRANK
Pedro Varela: Carta N°; 10, Otoño / Invierno 1996
El mito, ¿o tendríamos que decir el timo de Anne Frank?, es probablemente ambas cosas a la vez, a raiz de las investigaciones que hemos podido resumir al respecto. Conocida en el mundo entero por su famoso Diario, Anne Frank es sin duda la "víctima del Holocausto" más celebrada. En lo que se refiere a su impacto en el público -afirma el "caza nazis" judío Simon Wiesenthal-, el Diario de Anne Frank es "más importante que los juicios de Nüremberg" (The Washington Post, 1 de Abril de 1979, pág. H3) (1).
Organizaciones de influencia y la mayoría de los medios de comunicación occidentales, promueven un culto casi religioso por Anne Frank. El mensual británico History Today (edición de Marzo de 1995), afirma que "El impacto del 'Diario' ha sido inmenso, especialmente en las jóvenes generaciones, niños de colegio, adolescentes y estudiantes. En Alemania desarrollaron una especie de culto a Anne Frank en los años cincuenta similar a los movimientos despertados por Santa Teresa y Santa Bernadette. En 1957, la emoción de masas fue canalizada en un peregrinar de dos mil jóvenes, desde Hamburg a Bergen-Belsen, incluso lloviendo, durante la ceremonia en la que se depositaron flores en las fosas comunes, en una de las cuales fue enterrada Anne Frank" (2). Pero lo cierto es que el caso de Anne Frank no es diferente al de muchos otros judíos sujetos a la política de medidas antisemitas en tiempo de guerra llevadas a cabo por las potencias del Eje, no en menor medida justificada por la declaración de guerra que la nación judía realizó contra Alemania ya en 1933, es decir seis años antes de iniciarse el conflicto bélico (3).
Como parte del programa de evacuación de los judíos de Europa occidental, la niña de 14 años y otros miembros de su familia fueron trasladados por tren de Holanda al campo de trabajo de Auschwitz-Birkenau (actualmente en el sur de Polonia). Varias semanas más tarde, ante el avance del ejército soviético -junto a otros muchos deportados judíos- fue evacuada en ferrocarril de Auschwitz más de 400 kms. dirección occidente, al campo de Bergen-Belsen en Alemania del Norte.
Fue allí donde junto a otros compañeros del campo, Anne cayó enferma de tifus, enfermedad de la que murió a mediados de Marzo de 1945. No fue ejecutada ni asesinada. Anne Frank pereció -al igual que millones de no judíos en Europa durante los meses finales del conflicto-, como otra víctima indirecta de la guerra más devastadora. Su padre, Otto Frank, cayó igualmente enfermo de tifus y fue transferido por los alemanes a la enfermería del campo de Auschwitz, donde se recuperó. Finalmente formó parte de los miles de judíos que débiles o enfermos quedaron allí al abandonar los alemanes el campo, cuando en Enero de 1945 los soviéticos arrollaron el mismo. Otto Frank murió en Suiza en Agosto de 1980. Pero si la política alemana hubiera sido realmente la de asesinar a Anne Frank y a su padre, nunca hubieran sobrevivido a Auschwitz. Su caso, todo lo trágico que se pueda considerar, no merece ser falseado por intereses políticos y económicos. La pretensión de la así misma autotitulada "Plataforma pro Calle Anne Frank" , "proponiendo para esta calle -Séneca- el nuevo nombre de Calle Anne Frank, con una breve anotación que remarque su condición de símbolo de las víctimas del Holocausto" no se tiene en pie, como veremos.
La primera víctima de la guerra fue la verdad, cuya tergiversación era utilizada como arma de guerra psicológica. "No sé cuánto tiempo más podremos mantener que los alemanes están matando judíos en cámaras de gas. Es una mentira grotesca, como la de que los alemanes en la I Guerra Mundial fabricaban mantequilla con los cadáveres de sus enemigos"... "Se trata de una mentira que puede poner en peligro nuestra propaganda". Esta fue la respuesta del jefe de la propaganda británica a Winston Churchill, desaconsejándole firmar dicha acusación contra Alemania, propuesta por el P.W.E. (Political Warfare Executive), departamento inglés responsable de la "guerra psicológica". La idea fue recogida inicialmente según los rumores propagados por polacos y judíos en agosto de 1942. "El 'Foreign Office' enseguida se dió cuenta de que se trataba de una mentira, pues los polacos y los judíos siempre estaban mintiendo para predisponer a Inglaterra contra Alemania" (4). No obstante el P.W.E. decidió utilizar y ampliar estas historias como base en la guerra propagandística contra los alemanes. Es dentro de este contexto de "guerra psicológica" y de "propaganda de atrocidades" en el que hay que enmarcar la historia de Anne Frank.
(anafran.jpg) Anne Frank, "La Niña Martir"... Martir de una mentira.
Pero no únicamente. Como bien indica Felderer (5) en su momento no sólo ha servido para denigrar a Hitler y la Alemania nacionalsocialista, también se ha demostrado útil a la
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