El Liberalismo
Enviado por jessicota • 17 de Septiembre de 2014 • 2.497 Palabras (10 Páginas) • 211 Visitas
Introducción
El liberalismo ha surgido dentro de los confines y en el contexto de la cultura europea occidental, expresada particularmente por España y Portugal. Este pensamiento ha sido la manifestación de una sociedad elitista, fuertemente estratificada, donde los intelectuales y políticos son quienes han recibido las influencias de las distintas corrientes y han formulado su propia lectura, a partir de su específica realidad americana.
A diferencia de Europa, y en un contexto socio-económico distinto a Estados Unidos, la tradición liberal en América Latina nació y se desarrolló estrechamente asociada al proceso de formación del estado y la cultura nacionales, ésta forma parte del “momento constitutivo” de las naciones latinoamericanas, que se prolonga hasta bien entrado el siglo XX en algunos casos.
Debido a la trascendencia histórica del Liberalismo se hace necesario conocer sus fundamentos y su influencia en América Latina, de como los ideales independentistas fueron los que legitimaran y constribuyeran a los procesos de emancipación de las nuevas naciones.
Concepto de liberalismo
El liberalismo es una doctrina que se basa en la defensa de las iniciativas individuales y que busca limitar la intervención del Estado en la vida económica, social y cultural. Es una corriente de pensamiento, no un partido político, una ideología política o una teoría específica sobre la economía o la sociedad. Esto implica que existen muchos matices dentro de lo que podemos considerar como plenamente liberal, que hay un núcleo de principios e ideas fundamentales que diversos pensadores expresan de un modo diferente (aunque más o menos coincidente) en diferentes épocas y lugares, y que incluso es aplicado por políticos y economistas también de un modo particular, según su manera de ver las cosas y las circunstancias específicas que prevalezcan. El liberalismo está a favor de la democracia representativa, la igualdad ante la ley, la propiedad privada, la división de poderes, y la libertad de comercio; pretende limitar el poder del Estado, reduciéndolo lo más posible. Busca el progreso de la sociedad, por medio de las libertades individuales de sus miembros.
Doctrinas del Liberalismo
El liberalismo Económico: cree que, al no intervenir el Estado, se garantiza la igualdad de condiciones y se establece un mercado de competencia perfecta. La falta de intervención del Estado, sin embargo, no permite la ayuda social.
El liberalismo Social, por su parte, defiende la libertad en las conductas privadas de los individuos y en sus relaciones sociales.
El liberalismo Político, por último, entrega el poder a los ciudadanos, quienes eligen a sus representantes de manera libre y soberana.
Fundamentos teóricos el Liberalismo
Es una expresión del subjetivismo político moderno con ciertos acontecimientos o procesos de gran trascendencia histórica como lo fueron, por ejemplo, toda la larga tradición cristiana premoderna o ciertos momentos de las filosofías grecolatinas. El liberalismo es una de las más preclaras fuerzas promotoras y configurantes de la dinámica secular característica de la modernidad que se resiste a ser considerado el gran colofón histórico de los ideales de sociabilidad del cristianismo primitivo, de la polis griega o del republicanismo romano. Las huellas del amplio como complejo movimiento liberal tienen que ser rastreadas en tiempos más cercanos a los nuestros.
Particularmente en las grandes inquietudes intelectuales y políticas de los siglos XVII y XVIII gestadas en Europa, fue el amalgamamiento de dichas inquietudes lo que llevó a ese continente, como al nuestro, a definir al siglo XIX como la edad dorada del liberalismo. Como parte de la conciencia histórica de la modernidad, al liberalismo se le conoce como un amplio movimiento histórico caracterizado, en primera instancia, como una fuerza político-social y económica responsable de la destrucción tanto de prácticas tradicionales como de instituciones absolutistas. Por otro lado, al liberalismo ―como una de las grandes filosofías político-sociales de la modernidad― se le comprende también como un tipo de racionalidad progresista que busca su propia legitimidad al promover al cambio social demandado por una necesidad histórica. Así, la mentalidad del cambio conduce a los liberales en general a entender que el paso de una sociedad feudal absolutista a la nueva sociedad o capitalismo, era algo providencial como una teodicea elevada a necesidad histórica. Siendo el modo como dicha necesidad se cumple lo que en última instancia define y determina la forma en que se implementa y desarrolla el liberalismo en cada realidad social.
Desde que el pensamiento tanto filosófico como político social latinoamericano adoptó e hizo propios ciertos contenidos del racionalismo, de la Ilustración y de las Revoluciones francesa y norteamericana, el liberalismo latinoamericano se echó encima la tan admirable como difícil tarea de:
1) Forjar y fomentar la subjetividad individualista correspondiente a los principios y fundamentos doctrinarios del liberalismo;
2) Construir y desarrollar al Estado Nación a partir de una nueva racionalidad política; y
3) Establecer los cimientos para el desarrollo de una nueva economía que fuera capaz de superar al sistema económico formado a través de los largos siglos de dominación colonial.
Como es de suponerse, una empresa de esta envergadura era más que titánica. Pero se debe reconocer que el simple hecho de pretender ajustar estos ideales a una realidad en la cual prácticamente había que inventar todo como lo era la realidad latinoamericana en sus violentos orígenes independentistas, sólo podía ser posible gracias a una apasionada vocación libertaria que se conjugó con un desmesurado voluntarismo que caracterizó el liberal prototipo de los nuevos estados independientes. Fueron los ideales independentistas los que más contribuyeron a establecer los cimientos del proyecto liberal en Latinoamérica. Pues fueran esos ideales los que legitimaran y contribuyeran junto a la importante historiografía liberal del siglo XIX latinoamericano, a forjar la identidad de las nuevas naciones.
Los primeros movimientos independentistas latinoamericanos
La situación que propició el inicio de los primeros movimientos independentistas latinoamericanos fue la ocupación de España y Portugal por las tropas francesas napoleónicas, originándose un vacío de poder en Latinoamérica, dando origen a las Juntas de Gobierno.
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