El Mito.
Enviado por IBANITO • 15 de Agosto de 2013 • Tesis • 1.339 Palabras (6 Páginas) • 331 Visitas
Tema: El mito
El conejo y la luna
Quetzalcóatl, el dios grande y bueno, se fue a viajar una vez por el mundo en figura de hombre. Como había caminado todo un día, a la caída de la tarde se sintió fatigado y con hambre. Pero todavía siguió caminando, caminando, hasta que las estrellas comenzaron a brillar y la luna se asomó a la ventana de los cielos. Entonces se sentó a la orilla del camino, y estaba allí descansando, cuando vio a un conejito que había salido a cenar.
-¿Qué estás comiendo?, - le preguntó.
-Estoy comiendo zacate. ¿Quieres un poco?
-Gracias, pero yo no como zacate.
-¿Qué vas a hacer entonces?
-Morirme tal vez de hambre y de sed.
El conejito se acercó a Quetzalcóatl y le dijo;
-Mira, yo no soy más que un conejito, pero si tienes hambre, cómeme, estoy aquí.
Entonces el dios acarició al conejito y le dijo:
-Tú no serás más que un conejito, pero todo el mundo, para siempre, se ha de acordar de ti.
Y lo levantó alto, muy alto, hasta la luna, donde quedó estampada la figura del conejo. Después el dios lo bajó a la tierra y le dijo:
-Ahí tienes tu retrato en luz, para todos los hombres y para todos los tiempos.
La diosa Luna (Quintana Roo)
Entre los habitantes de Quintana Roo existen varios mitos y leyendas que no han sido contadas del todo. Un ejemplo claro es la leyenda de '''La Diosa Luna''' la cual dice:
En el inicio cuando los dioses aun eran mortales y adoraban a nada, existía una bella joven, la cual se llamaba Ixchel.
Había muchos hombres que la pretendían entre ellos un joven llamado Itzamná y otro cuyo nombre se desconoce, que constantemente reñían por el amor de esta. Su hermana Ixtab decidió que pelearían hasta que uno de los dos muriera, el sobreviviente quedaría con Ixchel.
Pero Ixtab desconocía que estaba enamorada de Itzamná, y ella ya nada podía hacer. Itzamná iba a vencer a su contrincante pero en el menor descuido su oponente le hirió por la espalda y murió.
Ixchel al ver morir a su amado corrió del lugar y encomendando su alma a Ixtab se quito la vida.
Ixtab maldijo a aquel que con trucos sucios mato a Itzamná, y su nombre jamás se conoció y nadie supo lo que sucedió con él.
Itzamná pasó a ser el Dios Sol, y que Ixchel, su eterna enamorada, paso a ser su esposa y la Diosa Luna. Ixtab como fue a quien su hermana encomendó su alma al morir, paso a ser la Diosa del Suicidio.
Se dice que en cada Fuego Nuevo la diosa Ixchel renace del fuego y permite a las doncellas enamorarse y dar como fruto de ese amor un hijo, es por eso que también es considerada diosa del parto y la fertilidad.''
Recopilada en http://www.mitos-mexicanos.com/leyendas-mexicanas-varias/ 5, agosto, 2013, 13:00
La luna
La Luna, además de ser nuestro satélite, siempre ha sido un foco en la noche, y todas las culturas que han habitado la tierra, siempre le han dado la categoría de deidad, culpándola o adorándola por su influencia sobre el ser humano, la propia tierra, o las criaturas que habitan en ella.
Sus ciclos, duran 28 días, al igual que el periodo menstrual de las mujeres, lo que hizo que esta tuviese una gran adoración en los cultos a la fertilidad en la antigüedad. En casi todas las culturas se le ha dado un carácter femenino, y en otras tantas un cierto componente oscuro o antagonista al sol. Por sus efectos sobre los cánidos y muchos animales, también se le atribuye el poder del cambio dentro de las bestias antropomorfas, como el hombre lobo, y a la vez, siempre se le adjudicó un carácter esotérico a la hora realizar los aquelarres y las invocaciones en las noches de luna llena.
Todas estas características, siempre han hecho ser el epicentro de muchas leyendas, pero… ¿realmente son verdad los mitos que la rodean?
¿Porqué los lobos aúllan a la Luna?
Cuenta la leyenda, que una noche ancestral, la Luna bajó a la tierra y se quedó enredada entre las ramas de un árbol. En ese momento apareció un lobo y la empezó a acariciar con su hocico y jugaron toda la noche, hasta que ella volvió al cielo y el lobo al bosque, y esta, le robó la sombra al cánido para recordarle para siempre y él desde entonces, le aúlla en las noches de luna llena para pedirle que se la devuelva…
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