El Periodo Misional

Esta lectura tiene la finalidad de comunicar el proceso y las características de la mencionada época en California, teniendo el conocimiento del fallido intento comercial del Virreinato por colonizar California, 70 años duro la actividad evangelizadora de estos misioneros hasta que fueron exiliados en 1768 por Carlos III Del Río donde se comienza a relatar desde el antes del establecimiento de la primera misión, como los obstáculos y dificultades después de la experiencia con la geografía de California y con la vieja esperanza de riquezas en el lugar, como acompañamiento del objetivo económico de las colonias, siempre se tomaba en cuenta el evangelizar a los indios para que ellos se “integraran a la sociedad colonial” o mejor dicho, contribuyeran al fondo monetario de la corona española. En primera instancia se designo a los franciscanos, pero con una disputa con los jesuitas, se declaró a los religiosos de la Compañía de Jesús, entre ellos el padre Eusebio Francisco Kino como los encargados de la actividad religiosa de esa área a partir del año de 1683. Pero en 1686 se recibió desde la Nueva España una carta que suspendida el apoyo oficial para la empresa colonizadora de California, entonces Kino aferrado a la fundación de colonias en ese territorio se dio a la lucha de oportunidades para el caso. Con constantes fracasos para ese proyecto, en Sonora se le denomino como una de las más prominentes individualidades de la Alta Pimería. En 1691 se encontró con el padre Salvatierra y juntos continuaron en la búsqueda de oportunidades para California. Kino imposibilitado de salir de su puesto, se dispuso Salvatierra a dirigirse al centro de México para presentar el proyecto, tuvo éxito en la aceptación del virrey sobre entran a la península, sin embargo se les negó un presupuesto para las diligencias. El padre Salvatierra consiguió el dinero en base a donaciones formando el Fondo Piadoso de las Californias. Así Salvatierra regreso con navíos y un pequeño grupo de militares con la buena noticia a Kino, quien por su indispensable diligencia en Sinaloa y Sonora no pudo incluirse en el viaje, así como el padre Piccolo que se retraso en su viaje. En 1697 Salvatierra fundo la primera capilla en honor a la Virgen de Nuestra Señora de Loreto. Al tiempo llego el Padre Piccolo y juntos prosiguieron con la evangelización de los indios, los cuales menciona Ignacio del Río, pasaban horas sentados observando a los colonos y se maravillaban con los regalos del padre, como el maíz. Poco a poco se el proceso y evitando la violencia, según los actos mas violentos fue el intento de saqueos de la bodega y de algunos indios afectados en su modo de vida cultural. El artículo finaliza exponiendo los datos numéricos sobre la escasa población de Loreto; en 1697 había dieciséis habitantes y para 1698 tan solo veintidós.

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