El Porfiriato
Enviado por jeOli2 • 19 de Febrero de 2014 • 1.504 Palabras (7 Páginas) • 282 Visitas
PORFIRIATO
En 1876 protagonizó una prolongada serie de acciones militares que, iniciadas con la proclamación del Plan de Tuxtepec, acabaron con el derrocamiento del presidente Sebastián Lerdo de Tejada. Él mismo asumió la presidencia de la República el 23 de noviembre de ese año. Un mes más tarde abandonó momentáneamente el cargo, nombrando a Juan Méndez de forma interina, para combatir a José María Iglesias, quien, a su vez, se había erigido en presidente de la República en la ciudad de Salamanca. En febrero de 1877 recuperó la jefatura del Estado de manos de Méndez, y poco después fue elegido presidente por vez primera.
Según la Constitución mexicana, Díaz no podía permanecer en la presidencia durante dos mandatos consecutivos, por lo que tuvo que renunciar en 1880 aunque continuó brevemente en el gobierno de su sucesor, Manuel González, como secretario (ministro) de Fomento (diciembre de 1880-mayo de 1881); y entre 1881 y 1883 desempeñó el cargo de gobernador del estado de Oaxaca. Fue reelegido presidente de la República en 1884 y consiguió la aprobación de una enmienda a la Constitución que permitía la sucesión de mandatos presidenciales, permaneciendo en el poder hasta 1911, luego de ser elegido de nuevo en 1888, 1892, 1896, 1900, 1904 y 1910.
Su régimen estuvo marcado por logros importantes, pero también por un gobierno severo. Durante el mandato de Díaz, la economía de México se estabilizó y el país experimentó un desarrollo económico sin precedentes: se invirtió capital extranjero (sobre todo estadounidense) en la explotación de los recursos mineros del país; la industria minera, la textil y otras experimentaron una gran expansión; se construyeron vías férreas y líneas telegráficas; y el comercio exterior aumentó aproximadamente en un 300%. Muchos de los méritos del buen estado de la administración financiera pública cabría atribuírselos a quien desde 1893 fuera secretario de Hacienda, José Ives Limantour.
Entre las personalidades que ocuparon destacados cargos en sus gabinetes deben ser también mencionados Ramón Corral, quien desde 1903 desempeñó el cargo de secretario de Gobernación, y a partir de 1904 se convirtió en vicepresidente de la República, funciones ambas que ejerció hasta 1911; Justo Sierra, secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes entre 1905 y 1911, y fundador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); el suegro de Díaz, Manuel Romero Rubio, secretario de Fomento desde 1884 hasta 1895; Matías Romero, secretario de Hacienda en dos ocasiones (1877-1879 y 1892-1893); y el general Bernardo Reyes, secretario de Guerra y Marina entre 1900 y 1902.
Por otra parte, durante el porfiriato, los inversores extranjeros agotaron gran parte de la riqueza del país, casi todos los antiguos terrenos comunales (ejidos) de los indígenas pasaron a manos de un pequeño grupo de terratenientes y se extendió la pobreza y el analfabetismo. Las manifestaciones del descontento social fueron reprimidas por Díaz con mano de hierro, como muestra su actuación en las huelgas que tuvieron lugar en 1906 y 1907 en la localidad minera sonorense de Cananea y en la zona industrial veracruzana de Río Blanco.
Porfiriato, periodo de la historia de México, comprendido entre 1876 y 1911, durante el cual el país estuvo gobernado por el general Porfirio Díaz. Este ejerció una dictadura modernizadora y propició un gran crecimiento económico.
Díaz, que derrocó a Sebastián Lerdo de Tejada, continuó la reforma liberal y anticlerical de Benito Juárez, restauró el orden e implantó la paz interior, atrayendo a los personajes más importantes e influyentes y consolidando un sistema que se basaba en las relaciones personales y en la fuerza militar. No obstante, bajo su gobierno estallaron numerosos conflictos. Desempeñaron un importante papel en la dictadura porfiriana un grupo de intelectuales y profesionales, los llamados científicos, que veían el porfiriato como instrumento necesario para la modernización y la democracia. El gobierno de Díaz, mezcla de progresismo y conservadurismo, se caracterizó por sus contradicciones. Aunque su lema era 'sufragio efectivo, no reelección', llegó a ser reelegido en siete ocasiones, abandonó muchas de sus propuestas iniciales y obtuvo el apoyo de la Iglesia y los terratenientes.
Bajo la dictadura porfiriana, México consiguió un importante progreso económico, apoyado en gran medida por el alto crecimiento de población que experimentó el país en esas décadas. Aumentaron los latifundios a costa de las tierras de las comunidades indígenas, la desamortización de los bienes eclesiásticos y las tierras baldías. Con las grandes propiedades, la agricultura se orientó a la exportación y creció espectacularmente, sobre todo en la producción de henequén, café, cacao, hule y chicle. Se favoreció la llegada e inversión de capital extranjero. El Estado no intervenía en los conflictos obreros,
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