El Romanticismo En El Siglo XIX
Enviado por sephryx • 5 de Mayo de 2015 • 1.903 Palabras (8 Páginas) • 496 Visitas
El romanticismo en el siglo XIX
Introducción:
La edad contemporánea comenzó el 14 de julio de 1789, fecha en que inició la Revolución Francesa. Este acontecimiento coincidió con otras grandes transformaciones sociales y políticas.
Desde finales del siglo XVIII en adelante hubo desarrollos y surgimiento de nuevas potencias que se convirtieron en imperios extendidos sobre muchas partes del mundo, sobre todo en Inglaterra y Francia.
Cada cultura, como cada pueblo, tiene características propias y, por ende, su propio arte, el cual ha ido evolucionando junto con su historia. El arte, por su parte, es un elemento significativo de cada periodo, en donde se demuestran los diferentes estilos y técnicas empleadas en cada época de la historia de la humanidad. El romanticismo fue un movimiento que abarcó gran parte del siglo XIX, destacando en la arquitectura y las letras, pero sobre todo en la pintura. El romanticismo surge de la necesidad que siente el hombre por expresar sus sentimientos e ideas y como herramienta para comunicarse a través del tiempo.
Desde sus inicios, el hombre utilizó el arte en todas sus manifestaciones, como un medio de expresión y reproducción. Grandes civilizaciones utilizaron el arte para representar al hombre de manera idealizada, este, descubrió en él, un medio de transmisión de ideas para establecer comunicación a través de diversos ámbitos sociales, políticos, culturales y religiosos.
Cada época, somo se ha dicho, se define por su arte y su cultura, la literatura y las artes plásticas del siglo XIX reflejan los aspectos de transición de la vida europea de aquel tiempo, y representan sus inquietudes por la naturaleza y la libertad.
El Romanticismo comienza con la edad contemporánea, comprende el periodo que va desde el último cuarto del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX. Durante todo el siglo, se desarrollaron cambios en los sistemas de comunicación y transmisión cultural, que produjeron un cambio profundo en las mentalidades, lo que provocó un transformción en gran parte de la vida intelectual y cultural.
Como movimiento literario, artístico, cultural y filosófico que se desarrolló en Europa, el Romanticismo se opone a los principios característicos de la ilustración y es el resultado de la crisis social e ideológica.
Su aparición como corriente artística está ligada a diversos factores que la determinan, entre ellos políticos, socioeconómicos y culturales. Referente al factor político, se sitúa una marcada incompatibilidad de los ideales románticos con el absolutismo o el despotismo ilustrado del s. XVIII, el cual no facilitaba su difusión.
Entre los factores socioeconómicos destaca el triunfo de la burguesía sobre los demás clases, donde esta adopta un carácter liberal a la par con la ideología romántica.
Factores culturales, aportando índole intelectual, fue una reacción contra el sistema rígido y dominante clasicismo francés, la escuela romántica antepone el sentimiento y el espíritu.
El Romanticismo no fue un movimiento homogéneo, sino que en cada país adoptó formas de expresión cambiantes y diferentes. Se caracterizó por la exaltación de los sentimientos del individuo manifestada a través de lo fantástico, lo pintoresco y lo desconocido.
Asimismo, el movimiento romántico introdujo el gusto por lo sublime de la naturaleza, los sentimientos, la exaltación de las pasiones, la intuición, la libertad. Se dio una apertura de la imaginación individual, la expresión de la emoción y del estado de ánimo, revaloriza las culturas exóticas y orientales así como lo medieval, su influencia se prolongó durante el siglo XIX, e incluso en las vanguardias del siglo XX.
El romanticismo priorizó las relaciones espontáneas del hombre con su entorno y con la naturaleza frente a los postulados más rigurosos de la razón. La relación del hombre con su mundo es dialéctica y, por tanto, más expresiva y generadora de conflictos, que quedaron reflejados en los distintos campos de la producción artística.
La música romántica no se libró de ellos, lo cual significó la apropiación de esta por parte de la burguesía. Se generalizaron los auditorios cada vez más amplios y proliferaron las sociedades musicales y las salas de conciertos y los teatros de ópera de carácter permanente.
Esa popularización de la música significó también el aumento de las concesiones al público por parte de los compositores que comenzaron a incluir en sus obras una serie de dificultades técnicas que sólo los profesionales podían ejecutar adecuadamente
El compositor romántico parte de un supuesto revolucionario para la historia no solo de la música, sino también del arte: crea a partir de la libre inspiración del artista, de sus más hondas emociones y sentimientos. Por ello, la música expresará los estados de ánimo del creador por medio de un exacerbado lirismo en cierto caso, o disconformes disonancias en otros.
El Clasicismo del s. XVIII se caracterizó por su equilibrio armónico y la utilización formal de los tipos establecidos, que estructuraban el desarrollo melódico y armónico. El Romanticismo heredó las formas clásicas (la sonata, el concierto, la sinfonía), concebidas con más libertad musical. Durante el s. XVIII hubo pequeños «ismos» en los que se inventó incidir en aspectos más hondos y expresivos, como el movimiento alemán.
Alvear Acevedo, autor del libro Introducción a la historia del arte, al hablar sobre los objetivos del romanticismo, afirma que: “Conocer el arte es comprender la esencia del ser humano. […] (Se) analiza lo que ha sido la creación del artística desde los orígenes hasta nuestros días, y explica las tendencias y estilos artísticos surgidos en diferentes épocas y lugares.” (Alvear Acevedo, 2008.)
A finales del siglo XVIII, Anderson ilustra en su obra La Europa de siglo XVIII (1713-1789) que el romanticismo fue un gran avance e influyente para la formación de las ideas y libertades de los pueblos de Europa: “Algunas veces, como en las ideas artísticas (del siglo XVIII) […] echó los cimientos del romanticismo en la literatura, arte y las ideas políticas. […] plantó la semilla
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