El Virreinato,arte, Educación Y Universidades.
Enviado por muchachagay • 14 de Abril de 2013 • 3.536 Palabras (15 Páginas) • 996 Visitas
INTRODUCCIÓN
Las escuelas durante la Colonia estuvieron en manos de la Iglesia, y estos centros educativos solían situarse al lado de los templos católicos. En un principio, sólo se limitaba a españoles y criollos, pero en 1523 Pedro de Gante instituyó la primera escuela de oficios para indígenas, llamada "Escuela de Artes y Oficios de San José de los Naturales". Poco tiempo después ocurrió la fundación del Colegio de la Santa Cruz de Santiago de Tlatelolco, dedicado a la educación indígena, pero en un grado a las escuelas de oficios. Los criollos, por su parte, eran educados por jesuitas y agustinos. Estas dos órdenes fundaron en 1576 el colegio de San Pedro y San Pablo, sustentado por ricos comerciantes cuyos hijos asistían a recibir educación. El Colegio de San Ildefonso, fue obra de los jesuitas y se convirtió en el mayor centro humanístico del siglo XVIII. Los dominicos tuvieron importancia en la enseñanza de la doctrina católica y de la teología, al fundar en la ciudad de México y Puebla los primeros seminarios. En 1575 Luis de León Romero, fundó el Colegio de San Luis, que otorgaba reconocimiento a los sacerdotes dominicos egresados de la institución en toda la orden. El Colegio de las Vizcaínas fue la primer institución laica dedicada a la educación de mujeres. Así, muchas de las escuelas del país se convirtieron en semilleros de la nueva identidad mexicana y precursores de la independencia de la Nueva España.
El arte en Nueva España presenta una singular transición del medievalismo al barroco, pues ahora los edificios no religiosos son más vistosos y mejor decorados.El grosor de las paredes disminuyó y la escultura adquirió un papel preponderante al destacar las virtudes de los santos, en un ambiente dominado por el contra reformismo.La influencia barroca llegó a España y América en el siglo XVII, y aunque se manifestó primero en la literatura, pronto alcanzó a otras artes. Como en Francia, el barroco español tiene un marcado sentido de poderío.
Las primeras Instituciones educativas de nivel superior en tiempos del Virreinato Español, eran los seminarios, instituciones con las que contaban las ciudades de todo el país y donde se preparaba a los sacerdotes. Fray Juan de Zumárraga y el virrey don Antonio de Mendoza inician las gestiones para la fundación de la primera universidad en la Nueva España. La Pontificia Universidad de México es creada por Cédula Real expedida por Felipe II, el 21 de septiembre de 1551, inaugurando sus cursos el 25 de enero de 1553, siendo virrey don Luis de Velasco. Durante el tiempo del Virreinato, la Universidad Pontificia es el Centro Superior de Cultura, institución donde estudiaron los personajes más distinguidos que diera la Nueva España.
LA EDUCACIÓN
Educación y cultura
Los grandes cambios y movimientos culturales en la Europa del siglo XVI -como el renacimiento italiano, el humanismo español y la contrarreforma católica- influyeron de manera notable en la educación y la cultura de Nueva España.
Pedro de Gante y Vasco de Quiroga son los representantes del humanismo en Nueva España; éste se manifestó en la introducción de plantas y animales útiles para los indígenas, en la enseñanza de artes y oficios, en las tareas de alfabetización y la difusión y el conocimiento de las lenguas autóctonas. Pero los intentos de Pedro de Gante y Vasco de Quiroga no fueron los únicos que determinaron el rumbo de la educación en Nueva España.
Una mirada a la educación
Tras la caída de Tenochtitlan, los sacerdotes franciscanos comenzaron sus labores evangelizadoras y educativas. Gracias a las instituciones que fundaron, los nobles mexicas que sobrevivieron a la guerra pudieron ingresar al Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco -mismo que fue fundado en 1523- para ser cristianizados y preparados para dirigir a sus pueblos o ingresar al sacerdocio.
Los nobles indígenas aprendieron latín y español y pudieron preparar un herbario que asombró a los médicos del Viejo Mundo y auxiliaron a fray Bernardino de Sahagún en su Historia general de las cosas de Nueva España. Por desgracia, este colegio fue combatido y terminó perdiendo sus ambiciones para transformarse en una institución menor.
El afán educativo no sólo corrió por cuenta de los frailes, pues las autoridades virreinales -ante el problema social que presentaba la gente de color- también crearon instituciones educativas, tal es el caso del virrey Antonio de Mendoza, quien fundó el Colegio de Letrán para acoger a los mestizos semiabandonados de la capital novohispana y los pueblos cercanos.
La universidad
En septiembre de 1551 se fundó la Universidad Real y Pontificia, la cual, gracias a una bula expedida por el papa Clemente VIII en 1597, se convirtió en Universidad Pontificia. El establecimiento de la universidad obedeció a una insistente solicitud de los criollos, que demandaban una educación superior sin tener que enviar a sus hijos a España para cursarla.
En la universidad, los estudiantes podían elegir entre distintas carreras: teología, derecho, filosofía y medicina. Los grados otorgados por esta institución eran los de bachiller, licenciado, maestro o doctor. La enseñanza en la universidad no necesariamente era acorde con los cambios que ocurrían en el mundo del pensamiento: en la medida en que se trataba de un establecimiento religioso, su interés no estuvo en la revolución copernicana, en los descubrimientos de Galileo o en las propuestas de la Ilustración; al contrario, era dogmática, aunque algunos de sus miembros -como Carlos de Sigüenza y Góngora- participaron en algunas polémicas científicas defendiendo tesis mucho más modernas que las de sus oponentes europeos, como ocurrió en el enfrentamiento que Sigüenza tuvo con Eusebio Francisco Kino acerca del efecto que provocaban los cometas en la vida de los hombres, una lucha que dio como resultado una de las obras científicas más interesantes de Nueva España: la Libra astronómica y filosófica.
Las otras instituciones
Las instituciones educativas novohispanas no se limitaron a las escuelas para indígenas, los establecimientos para la gente de color, los seminarios que preparaban a los sacerdotes y la universidad. Estos centros educativos -tras las reformas borbónicas- se vieron complementados con instancias dedicadas por completo al desarrollo de la ciencia y la tecnología. Tal es el caso del Colegio de Minería, donde los alumnos, de la mano de los más ilustres científicos y tecnólogos de Nueva España, comenzaron a aprender y desarrollar las artes y los saberes necesarios para mejorar y engrandecer la principal actividad económica del virreinato, al tiempo que hacían las primeras contribuciones de la colonia
...