El análisis de los datos disponibles sobre el SIMCE 1997 y 1998, y su influencia en el trabajo educativo
Enviado por marivean • 16 de Septiembre de 2013 • Tutorial • 19.742 Palabras (79 Páginas) • 463 Visitas
Estudios Públicos, 75 (invierno 1999).
ESTUDIO
¿QUÉ MIDE REALMENTE EL SIMCE?
Bárbara Eyzaguirre y Loreto Fontaine
BÁRBARA EYZAGUIRRE A. Sicóloga educacional especializada en desarrollo cognitivo,
con experiencia en programas de mejoramiento de la calidad de la educación en sectores de
escasos recursos. Fundadora y asesora pedagógica de la Escuela San Joaquín (Renca), perte-neciente a la Fundación Marcelo Astoreca. Investigadora del Centro de Estudios Públicos.
LORETO FONTAINE C. Master en educación (M. S.) Se ha desempeñado como profeso-ra de enseñanza básica, en programas de rehabilitación de problemas de aprendizaje y como
coordinadora académica en los colegios Los Andes y Tabancura. Ha asesorado proyectos de
biblioteca y lectura de la Sociedad de Instrucción Primaria (Escuelas Matte) y Fundación Los
Nogales. Ha publicado antologías de cuentos infantiles. Investigadora del Centro de Estudios
Públicos.
Una evaluación estandarizada, masiva y con resultados públicos,
como es nuestro SIMCE (Sistema de Medición de la Calidad de la
Educación), puede tener efectos positivos o negativos sobre la cali-dad de la enseñanza. El presente estudio analiza la información
disponible sobre el SIMCE, su proceso de construcción y validación,
así como los contenidos incluidos en esta prueba y las señales que
ellos emiten para el quehacer educativo.
De este estudio se concluye que los progresos (expresados en por-centajes de logro) que se han evidenciado a lo largo de los años de
aplicación del SIMCE no son fácilmente interpretables, ya que los
niveles de dificultad de la prueba no son absolutos sino variables (es
decir, sufren ajustes de acuerdo a la validación experimental que
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n 1998, en el afán de actuar con transparencia y de suscitar el
análisis y el debate sobre materias educacionales, el Ministerio de Educa-ción dio a conocer parte de las preguntas del último SIMCE administrado a
los alumnos de 8º año básico el año 1997. Hasta ese momento, los educa-dores habían conocido sólo los resultados y contaban con escasos ejemplos
de las preguntas que contemplaba la prueba. El paso dado por el Ministerio
de Educación de publicar ahora las preguntas es una iniciativa que, sin
duda, será fructífera, pues por primera vez se da a padres, profesores y a la
comunidad en general la oportunidad de conocer cabalmente este instru-mento que no solamente evalúa nuestra educación, sino que tiene una pro-funda influencia sobre la calidad de ésta. La mayor transparencia así logra-da será un paso adelante para el logro de una mejor calidad. La información
aportada permite interpretar con mayor claridad el significado de los punta-jes obtenidos a nivel del país entero y a nivel de los establecimientos en
particular. Por otra parte, debiera ayudar a visualizar mejor cuáles son los
objetivos esperados por el sistema educacional y permitir a los colegios
identificar con precisión las áreas deficitarias que deben ser corregidas.
Simultáneamente a la divulgación de esta información, y con el fin
de adecuarlo a las nuevas orientaciones curriculares, el Ministerio de Edu-cación se abocó al rediseño del SIMCE y distribuyó, a modo de orientación
recibe la prueba cada año). A su vez, se advierte que la técnica de
construcción de la prueba la hace perder validez de contenido, al
bajar demasiado el nivel de dificultad. El análisis del contenido de
las pruebas revela que, en promedio, su complejidad corresponde a
dos y tres grados menores que el cursado por los alumnos. También
queda de manifiesto una falta de coordinación entre las exigencias
de básica y media, falencias en la formulación de los ítems y en la
selección de las materias.
Conforme a las deficiencias encontradas, se sugiere un cambio en la
teoría de construcción de la prueba y un mayor celo en su elabora-ción, de modo que refleje las metas educacionales que el país se ha
propuesto y que a la vez permita discriminar entre las escuelas. Se
propone, asimismo, avanzar hacia una política de total transparencia
en las metodologías y contenidos del SIMCE. Finalmente, se señala
que debiera mantenerse la política inicial de que organismos inde-pendientes del Estado se encarguen de la prueba.
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para los educadores, alguna información sobre lo que sería la nueva genera-ción de pruebas, con ejemplos de las preguntas que se aplicarían ese año en
la evaluación de 2º medio. Este estudio analiza los datos disponibles sobre
el SIMCE 1997 y 1998 y sus efectos sobre el quehacer educacional.
Influencia de las pruebas estandarizadas en la educación
Si bien Chile es uno de los pioneros en este tipo de mediciones en
Latinoamérica1, la aplicación masiva de pruebas de rendimiento destinadas
a medir los logros de aprendizaje obtenidos por el sistema escolar es una
práctica común en un gran número de países2. Estas mediciones se realizan
con diversos objetivos: monitorear la efectividad del sistema y diseñar
políticas pertinentes; evaluar la utilización de recursos y la aplicación de
medidas; detectar sectores más débiles y diseñar estrategias correctivas. En
algunos sistemas educacionales estas evaluaciones cumplen también el pa-pel de seleccionar a los alumnos para las diferentes vías que ofrece el
sistema. En otros casos, aunque los resultados no incidan en la suerte
académica de los alumnos, la información de los resultados de cada colegio
estimula entre ellos la competencia y permite a los usuarios del sistema
(padres y alumnos) escoger las alternativas más adecuadas a sus intereses.
Estas pruebas permiten también la creación de sistemas de incentivos: exis-ten ciertas iniciativas consistentes en premiar a los colegios con buen des-empeño con aumentos en el aporte económico o, incluso, en condicionar
parte del financiamiento de las escuelas según los resultados de tales eva-luaciones3.
Estas evaluaciones ejercen gran influencia en el proceso de enseñan-za-aprendizaje y en ellas se han cifrado altas esperanzas de mejoramiento
de la calidad de la educación. Hay también una corte de detractores que
sostienen que estas evaluaciones suelen ser injustas y que tienen el poder
de degradar la enseñanza.
Para muchos, la evaluación estandarizada y transparente
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