El análisis de los libros “Рor una democracia eficaz”

Título: “POR UNA DEMOCRACIA EFICAZ”

Introducción: este libro analiza un ciclo histórico de tres y media décadas, aquel que transcurre entre 1977 y 2012, se trata del tercer ciclo de modernización que México ha intentado desde su nacimiento, nos habla de la estabilidad y progreso económico durante el régimen de Porfirio Díaz; de como los partidos políticos construyeron uno de los sistemas de organización de elecciones más sólidos, transparentes y confiables del mundo entre los años de 1990 y 1996 el cual fue desacreditado en la elecciones de 2006-201;, nos muestra como la palabra democracia no significa un mejor gobierno; como la independencia y el pluralismo , afincados al congreso desde 1997 poco han servido o para hacer más responsables a los legisladores, porque los votos no han producido mejores gobernantes; nos hace reflexionar si la segunda alternancia en la presidencia de la republica servirá para transformar el sistema político, con mayores estándares de rendición de cuentas y así evitar la impunidad política; nos dice que el mayor reto de México es gobernar de manera democrática y eficaz, sin mayor calidad institucional y un mejor Estado de derecho y por ultimo nos muestra que hacer para construir una gobernabilidad democrática: dándonos unas opiniones como: a) reconstruir la legitimidad del sistema político sobre la base de un estado de derecho; b) fortalecer la fase fiscal del estado y crear responsabilidad ciudadana para financiar el funcionamiento del gobierno; c) mejorar la eficacia del proceso decisorio del gobierno en un entorno plural (esta descripción, referida al ámbito federal, aplica asimismo para el congreso y los gobiernos estatales y municipales), y d) mejorar las reglas de inclusión democrática; es así como por medio de este resumen podremos observar las mejoras y los vicios de nuestro sistema para poder tener una democracia eficaz.

Contenido:

PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES

CAPITULO 1

¿DE DONDE VENIMOS?

EL TRIUNFO DEL LIBERALISMO

Y EL DESARROLLO ESTAB ILIZADOR

Como nación independiente, México ha tenido tres procesos modernizadores: el triunfo intelectual y acaso político del liberalismo, estabilidad y progreso económico durante el régimen de Porfirio Díaz; el periodo de desarrollo estabilizador, entre 1940 y 1970 que sienta las bases del desarrollo económico con un sistema de educación pública y de protección social unificando en su territorio y sus símbolos patrios; y la etapa que inicia a fines de los años setentas, que modifica el papel del estado en la economía y abre los causes para la democracia electoral y el pluralismo.

La modernización es transitar de sociedades tradicionales feudales y agrarias hacia economías industrializadas y de servicios con tradiciones seculares. Esta definición parte de la idea que hay una “era moderna” definida a partir de sucesos ocurridos en Occidente (por ejemplo, la Revolución Industrial en Inglaterra en los Siglos XVIII y XIX que detono la producción y el comercio a gran escala, o la revolución francesa de fines de siglo XVIII que en la política elevo la libertad y la igualdad de hombres a rango supremo). Estos sucesos históricos avivarían una tendencia global para que las sociedades agrarias y tradicionales dieran pasos a economías industriales, con sociedades urbanas, letradas y tolerantes hacia la diversidad y con estados laicos separados de la autoridad divina religiosa.

En términos concretos, modernizar significa crear gobierno eficaz, cuya legitimidad dependa de la norma y no de la persona; construir un sistema para financiar al estado en sus vidas y sus creencias, y construir economías basadas en las fuerzas del mercado donde el merito y la innovación sean el eje del éxito

La Primera Modernización

Al concluir el movimiento de independencia, en 1821, México estaba en bancarrota, con una economía estancada y una población diezmada, la modernización del país requería lograr estabilidad política y construir un estado capaz de predominar sobre la iglesia, los caciques regionales, los mercenarios; luego fuerzas armadas, también precisaba de unidad territorial, una base fiscal financiar la operación del gobierno y la milicia.

Porfirio Díaz quien implantaría parte del credo liberal. Lograría la unificación territorial y política de la nación en ciernes. Durante los 30 años de su gobierno se generó por primera vez estabilidad política, se esfumo la amenaza de levantamientos militares, se restauró el crédito de bancos internacionales y se asentaron las bases de procesos económicos.

El estado prevaleció sobre otros actores como la iglesia, los grupos mercenarios los caciques locales (con los que negocia y trazaba) y se desactivo la perenne tentación extranjera de intervenir militarmente en territorio nacional. Por vez primera movieron al país en la senda del orden, estabilidad y del progreso económico, aunque fuera parcial e inequitativo. Hubo crecimiento con desigualdad; hubo estabilidad política construida con base en la corrupción.

La segunda modernización

Esta segunda modernización privilegio el orden y la estabilidad como condición para lograr el proceso económico, aunque esta vez la busca de la justicia social adquiriría preeminencia como parte de la educación legitimadora del régimen político.

Durante esta segunda modernización se crearían instituciones financieras y de protección social, como el banco de México y el Instituto Mexicano del Seguro Social; se construirían los sistemas de salud, de educación pública y de electrificación nacional, este a través de la Comisión Federal de electricidad, se consolidaría un estado nacional con fuerza política y base fiscal y se gestaría la identidad nacional con dosis a veces exacerbadas del llamado nacionalismo revolucionario.

Como resultado, los indicadores sociales y económicos mejoraron significativamente; la ideología legitimadora del segundo proceso de modernización fue el nacionalismo revolucionario; fueron los logros sociales y económicos del desarrollo estabilizador los que reforzaron la legitimidad del nacionalismo revolucionario: el instrumento conceptual para dar el salto hacia adelante sin renegar del pasado.

La segunda modernización de México había en crisis en términos políticos en 1968, años después el modelo lo haría también en términos económicos, cuando la mala administración de la hacienda pública, el exceso del gasto público, el endeudamiento del país y la apuesta por el petróleo como palanca del progreso llevaron a la megalomanía del presidente José López Portillo.

CAPITULO 2

LA TERCERA MODERNIZACION:

EL CAMBIO

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