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El conflicto de las Islas Kuriles


Enviado por   •  11 de Mayo de 2014  •  Tutorial  •  3.052 Palabras (13 Páginas)  •  365 Visitas

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El conflicto de las Islas Kuriles

El conflicto de las Islas Kuriles es el conflicto territorial que enfrenta a Rusia y Japón por la soberanía de las cuatro islas más meridionales pertenecientes a dicho archipiélago. El avance de los imperios ruso y japonés chocó en las islas. Por el tratado de Shimoda (1855) entre Rusia y Japón se estableció la frontera entre las islas de Iturup y Urup; pero luego (tratado de San Petersburgo de 1875) Rusia cedía todas las Kuriles a cambio de los derechos japoneses sobre Sajalín. Tras la Segunda Guerra Mundial, con la derrota de Japón, la Unión Soviética ocupó todas las islas, anexionándoselas de acuerdo con el tratado de San Francisco, y quedando incluidas en el óblast de Sajalín; pero Japón las denomina Territorios del Norte las considera propias, porque dice que en tratado de San Francisco Japón devolvía territorios que antes habían pertenecido a Rusia, pero las islas del sur nunca antes habían sido rusas.

La disputa continúa en debate: Japón quiere la soberanía japonesa a cambio de paz y término al conflicto, ofreciendo también ayuda económica a Rusia. Los tratados de paz no han quedado cerrados y el conflicto continúa.

Rocas de Lancourt

Las rocas de Liancourt son un grupo de islotes que se ubican en el mar del Japón (mar del Este). Para los surcoreanos y japoneses, se conocen como Dokdo y Takeshima respectivamente. En la actualidad, el archipiélago se encuentra habitado por dos residentes civiles surcoreanos, Kim Sung-do y Kim Shin-yeol además de 37 oficiales de la policía nacional surcoreana , sin embargo, Japón reclama soberanía sobre él.

Por un lado, Corea del Sur las clasifica como parte del condado de Ulleung, provincia de Gyeongsang del Norte, mientras que Japón las clasifica como parte de la ciudad de Okinoshima, Distrito de Oki, Prefectura de Shimane.

En 1849, un ballenero francés de El Havre, Le Liancourt, nombró los islotes Rocas de Liancourt. Los rusos las llamaron Rocas de Manalai y Olivutsa en 1854, y los ingleses Rocas Hornet en 1855.

Las Rocas de Liancourt, aunque prácticamente inhabitables, son importantes por varias razones. Económicamente, se cree que en su zona económica exclusiva podría haber yacimientos de gas natural. Militarmente, las islas le sirven de base militar al gobierno surcoreano.

Tras décadas de aparente silencio y tranquilidad entre ambas naciones, la disputa volvió a polemizarse entre finales del 2005 y comienzos del 2006.

Mientras que el gobierno japonés afirma que esta isla era considerada como un territorio propio de Japón desde el período Edo, tanto Corea del Norte, como Corea del Sur defienden que las Rocas de Liancourt pertenecen al reino coreano de Silla desde el 512 d. C. según Samguk Sagi, (Crónicas de los Tres Reinos).

El 14 de julio de 2008, el gobierno surcoreano decide retirar a su embajador en Japón, tras la reafirmación de soberanía sobre las islas por parte de Tokio.

Disputa por las Islas Senkaku

La disputa por las Islas Senkaku se refiere a una disputa territorial en un grupo de islas deshabitadas, las islas Senkaku, que también se conoce como las Islas Diaoyu de China o las Islas Tiaoyutai por Taiwán. El archipiélago es administrado por Japón, al tiempo que se reclama tanto por la República Popular de China como por la República de China. La soberanía sobre las islas daría al propietario los derechos de pesca en las aguas circundantes.

Los Estados Unidos ocuparon las islas desde 1945 hasta 1972. Tanto la República Popular China y Japón indicaron sus reclamos de soberanía con respecto a las islas al Consejo de Seguridad en el momento de la transferencia de EE.UU. de sus facultades administrativas a Japón. Aunque los Estados Unidos no tiene una posición oficial sobre los reclamos de soberanía, las islas están incluidas dentro del Tratado de Seguridad de EE.UU.-Japón, lo que significa que la defensa de las islas de Japón podría obligar al apoyo de los militares de Estados Unidos.

En septiembre de 2012, el gobierno japonés compró tres de las islas en disputa a su propietario privado, lo que provocó protestas a gran escala en China.

La invasión japonesa de Manchuria (1931)

Desde comienzos del siglo XX, Japón era una de las principales potencias del planeta. Basaba su prosperidad económica en una moderna industria y en las exportaciones, especialmente las realizadas a China y Estados Unidos. Su población creció vertiginosamente y su ejército se situó entre los más poderosos del mundo, tal y como se pudo apreciar en la Guerra con Rusia de 1905. Al mismo tiempo, inició una política expansionista que se materializó en la anexión de Corea en 1905 y en las constantes injerencias en la política China.

La Depresión de los Treinta golpeó con fuerza la economía japonesa, ya que sus tradicionales clientes impusieron barreras aduaneras a sus productos. Para los líderes japoneses se convirtió en vital la construcción de un imperio propio desde el que poder controlar el acceso a las materias primas y asegurar un extenso mercado para sus mercancías. Pusieron sus ojos en el norte de China, más concretamente en la región de Manchuria.

En 1931, se produjo un incidente en el que se vio envuelto el ejército japonés que custodiaba el ferrocarril del Sur de Manchuria, de propiedad nipona. Japón acusó a los chinos (divididos en facciones independientes del poder central de Pekín)de volar parte del tramo de dicho ferrocarril. Muchos pensaron que en realidad los responsables del sabotaje habían sido miembros del propio ejército japonés, y que el acto era una mera excusa para anexionarse el territorio chino.

En 1932 Japón, alegando la defensa de sus intereses, y una vez expulsadas las tropas chinas, creó la República de Manchukuo. En realidad no era sino un protectorado intervenido por los nipones a través de un gobierno títere encabezado por el último emperador de China, Puyi, apeado del trono tras la proclamación de la República China en 1912. En 1934 sería nombrado emperador de Manchukuo, hasta que en 1945, tras la derrota japonesa en la II Guerra Mundial, desapareció como estado.

China, impotente para abortar la anexión de Manchuria, elevó una protesta en la Sociedad de Naciones. La respuesta de Japón fue que su acción se justificaba por la situación de anarquía en que se encontraba inmersa China, en legítima defensa de sus intereses. Ante la condena de la Liga de Naciones y el no reconocimiento del nuevo estado, Japón abandonó la organización en 1933.

A partir de 1937 Japón acometió la invasión del resto de China, originando la Guerra Chino-Japonesa, que se extendería hasta 1945, ya dentro de la Segunda Guerra Mundial.

La anexión

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