El hierro de los meteoritos

El hierro de los meteoritos.

Mucho antes de aprender a utilizar los minerales ferrosos de la Tierra, nuestros ancestros trabajaron el hierro de los meteoritos. Cuando Hernán Cortés les preguntaba a los jefes aztecas de donde obtenían el metal de sus cuchillos ellos le señalaban el cielo, al igual que sucedía con los mayas en Yucatán y los incas en Perú.

Se dice que no muy lejos del Valle de México en unas colinas de los alrededores del poblado de Xiquipilco hace aproximadamente 60 000 años, cayó una lluvia de meteórica. Cayeron miles de fragmentos que oscilaban entre algunos gramos y varios kilogramos, se cree que un meteorito de 60 toneladas se rompió al chocar contra la atmósfera. No se sabe con exactitud desde cuando se sabe usar el hierro de los meteoritos para la fabricación de cuchillos y haches pero lo que sí se sabe es que todavía en 1776 había dos herreros mexicanos en Xiquipilco dedicados al trabajo de hierro de esos meteoritos y se dedicaban a producir herrajes al gusto del cliente.

En 1984 los astrónomos Javier Gonzáles y Eduardo Gastéllum fueron a Xiquipilco en busca de un trozo de meteorito. Aunque en el pueblo recibieron varias ofertas de venta de un trozo de meteorito, prefirieron, ir a las colinas a buscarlos por si mismos aunque fue en vano pues para encontrarlo ahora se necesita mucha suerte. Ya en 1776 se decía que para poder encontrarlo era necesario ir tras una fuerte lluvia, así ya lavados por la lluvia hacían un buen contraste con la tierra, pues eso no sucedía debido a que estaban cubiertos con polvo de las piedras.

El trozo de meteorito que Javier y Eduardo compraron también parecía una piedra. Solo que se sentía más pesada que una piedra normal del mismo tamaño. En el laboratorio de metalurgia se pudo comprobar que efectivamente era un meteorito. El análisis químico revelo la presencia de hierro como base; níquel al 7.75%; algo de cobalto (0.5%) y otras impurezas.

Bien el meteorito de Xiquipilco se pudo haber formado en el centro de ese planeta claro si tuviese un núcleo metálico líquido que llegara los 500°C, como en la Tierra. Y si ese meteorito fue parte de ese planeta durante cientos de millones de años. Tal vez después que se rompió en pedazos enfriándose rápidamente hasta -270°C y mucho tiempo después cayó sobre nuestro planeta.

Espadas de Damasco

Cuenta la leyenda de un encuentro entre Ricardo Corazón de León y el sultán Saladino, que ocurrió en Palestina a finales del siglo XII. Ambos en las guerras de las cruzadas presumían del poder de sus respectivas espadas. Ricardo levanto su espada y con todas sus fuerzas la dejo caer sobre una maza de acero. El impacto de la espada hizo saltar pedazos de la maza destruida. Saladino fue más sutil. Puso su espada sobre un cojín y suavemente jalo de ella, sin ningún esfuerzo ni resistencia la espada corto completamente el cojín. Los adversarios se miraron entre ellos con incredulidad. Las dudas comenzaron cuando Saladino arrojo un velo y mientras estaba en el aire lo corto suavemente con su espada.

La espada de Ricardo era tosca, pesada, recta y brillante. Por el contrario la espada de Saladino, , era esbelta,

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