Elías David Curiel
Enviado por victoriajansen • 24 de Noviembre de 2013 • Biografía • 768 Palabras (4 Páginas) • 365 Visitas
Biografía:
Nace en Coro, Estado Falcón, el 9 de agosto de 1871. De padres judíos sefarditas que, procedentes de la vecina isla de Curazao, se establecieron en la capital falconiana a finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, desarrollando un incipiente comercio en el casco urbano de la ciudad y contribuyendo con obras de servicio público. Elías David Curiel, fue maestro preceptor de escuela, poeta y periodista. Luego de una vida marcada por la soledad decidió poner fin a sus días el 28 de septiembre de 1924, dejando una significativa obra poética.
Precursor de la modernidad poética en Venezuela
La obra poética de Elías David Curiel, constituye una presencia especialmente particular en la poesía venezolana. Es junto a José Antonio Ramos Sucre, precursor de la modernidad literaria en Venezuela. Elías David Curiel es creador de un universo poético de altísima originalidad, decididamente nuevo y definitivo, en que sentimos, que más allá de las proposiciones o hallazgos formales, estamos situados ante un espacio de revelaciones y ante la experiencia de vida de un auténtico poeta.
El conjunto de su obra fue reunida en tres libros, Poemas en flor, Música astral y Apéndice lírico. Especie de cuadernos escritos en de vario tono y una misma intensidad, que introducen en nuestra lírica de manera sustancial elementos de carácter filosófico, metafísico, de la mitología grecolatina, y de manera fundamental, elementos de la tradición hermético-cabalística de origen hebraico, que se conjugan con la atmósfera fantasmal y alucinante de la ciudad, plena de fulguraciones, emparentada con los ámbitos oscuros de Edgar Allan Poe y Charles Baudelaire, con los espacios abisales de Lautreámont y las iluminaciones videnciales de Rimbaud, que le permiten anteceder y fundar magistralmente lo que podríamos llamar una corriente sólida de nuestra tradición poética moderna, representada en las obras de José Antonio Ramos Sucre, Fernando Paz Castillo, Vicente Gerbasi, Luis Fernando Álvarez, Juan Sánchez Peláez, Rafael José Álvarez o Francisco Pérez Perdomo.
La obra trascendental de este poeta de origen sefardí es según Ennio Jiménez Emán, “dueña de un temple oracular pocas veces alcanzado en nuestras letras”. Hasta hace unos pocos años esta obra no es que fuese desconocida, como han querido afirmar equivocadamente algunos, sino un caso de olvido, de esos que abundan en nuestras letras. Lo cierto es que poemas suyos aparecen en el Cojo Ilustrado (Nº 236) en 1901, luego, en 1904 (Nº 293), un escrito en prosa de su propio puño; y posteriormente en 1906 (Nº 347) se le dedica una página completa y desde ese momento pasa a ocupar la condición de colaborador del que fuera uno de los más importantes medios impresos de la época. En verdad, desconocimiento ninguno, olvido en todo caso, pues es sabido que Fernando Paz Castillo, Miguel Otero Silva, Pascual Venegas Filardo,
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