En Busca De Un Nuevo Horizonte: Riqueza, Poder Y Reconocimiento.
Enviado por Fridanevarez • 20 de Junio de 2014 • 2.772 Palabras (12 Páginas) • 225 Visitas
En busca de un nuevo horizonte: riqueza, poder y reconocimiento.
Después del descubrimiento de América en 1492 las primeras colonias españolas se asentaron en La Española, hoy Santo Domingo, en Cuba, y en otras islas Antillanas; a partir de ahí se expandieron a otras partes del continente.
Diego Velázquez quien a principios del siglo XVI era gobernador de Cuba organizó diversas expediciones hacia el territorio de lo que hoy es México, con fines de conquistar. La primera expedición fue realizada por Francisco Hernández de Córdoba en 1517, sus naves llegaron a isla Mujeres y recorrieron las costas de la península de Yucatán, lugar donde descubrió varias poblaciones y entablo batallas contra grupos indígenas pero siempre fue derrotado.
Por el contrario, Juan de Grijalva dirigió la segunda expedición a través del Golfo de México, que tuvo lugar en 1518. En esta expedición se enteró gracias a los indígenas de la existencia de un lugar extremadamente rico llamado México. A su regreso a Cuba logro interesar al gobernador Diego Velázquez en este lugar lleno de riquezas.
Fue entonces que Diego Velázquez encomendó a Hernán Cortés a una tercera expedición con fines exploratorios de esta gran tierra desconocida.
Cortés salió de Cuba en 1519 con dirección a Cozumel, una vez ahí, continuó su viaje hacia Tabasco donde tuvo enfrentamientos con los indígenas y logro vencerlos.
Estos como muestra de su misión entregaron a los españoles una gran cantidad de presentes entre los cuales había 20 mujeres; una de ellas Malintzin o Marina, como después fue bautizada, mujer que hoy conocemos como la Malinche, ella llegó a ser la consejera, informante e intérprete del conquistador Hernán Cortés.
Alentado por sus triunfos, Cortés continuó con su avance y fundó la Villa Rica de la Veracruz, con lo cual logró su independencia del gobernador de Cuba, Diego Velázquez, quien aun lo esperaba de regreso.
La conquista de Tenochtitlán
Posteriormente a la fundación de Veracruz, Cortés continuó avanzando, y llegó a Cempoala, la capital de los totonacas, ahí se enteró a través del cacique que estos pueblos eran sometidos por Moctezuma y debían pagar tributo a los mexicas, por esta razón estaban dispuestos a unirse a los españoles y luchar por su libertad; de esta manera, realizó alianzas con varias tribus totonacas.
Cortés y su gente siguieron avanzando y en agosto de 1519 llegaron al Valle de México, específicamente al territorio de los tlaxcaltecas, a quienes lograron someter después de varias batallas.
De este modo, logró el apoyo de estos para enfrentarse más tarde a los mexicas.
Los españoles se trasladaron entonces hacia Tenochtitlán, y el 8 de noviembre fueron recibidos cordialmente por Moctezuma, quien los hospedo en el palacio. A pesar de esta cálida bienvenida, Cortés apresó a Moctezuma y lo retuvo en calidad de prisionero, esto por su puesto generó el descontento entre la población de la gran Tenochtitlán.
Mientras todo esto ocurría en territorio mexicano, Diego Velázquez gobernador de Cuba, quien había enviado a Cortés en esta tercera expedición estaba muy enojado de que este no hubiera regresado, y además se independizara de él.
Como seguía muy interesado en la conquista de las tierras de México envió a una cuarta expedición, esta vez comandada por Pánfilo de Narváez con el objeto de apresar a Cortés y regresarlo a Cuba; al mismo tiempo debía recuperar el control de las tropas españolas.
Cuando Cortes se enteró de que Pánfilo de Narváez ya había llegado a Cempoala y tenía la consigna de capturarlo y regresarlo a Cuba, decidió dejar una parte de sus tropas en Tenochtitlán a cargo de Pedro de Alvarado y avanzar él junto con los tlaxcaltecas y otra parte de su gente hacia Cempoala, donde fácilmente pudo vencer a Pánfilo de Narváez.
Por otro lado, en Tenochtitlán más de 700 nobles y altos funcionarios se reunían en el templo mayor para una celebración en honor a sus dioses, estos nobles estaban ataviados con ricos ornamentos de oro y plata lo que despertó en el primer capitán de Hernán Cortes, Pedro de Alvarado, una incontenible codicia. De esta manera encargó a sus tropas que asaltaran el templo mayor, mataran a todas las personas que estaban ahí reunidas y se adueñaran de los ornamentos de oro y plata que portaban. Cuando los habitantes de Tenochtitlán se dieron cuenta de esta sangrienta matanza se sublevaron y dirigidos por Cuitláhuac arremetieron en contra de los españoles.
A todo esto, Cortés regresó a Tenochtitlán e intento apaciguar a los mexicas utilizando a su emperador Moctezuma. Sin embargo, este monarca había perdido autoridad frente a su pueblo y fue apedreado hasta morir. Fue así como Cuitláhuac surgió como el nuevo monarca mexica apoyado por Cuauhtémoc, que era sobrino de Moctezuma. Juntos dirigieron la rebelión en contra de los españoles.
No obstante se desató una epidemia de viruela, traída quizás por alguno de los hombres de Pánfilo de Narváez. Esto ocasiono la muerte de cientos de indígenas entre ellos Cuitláhuac, quien fue sucedido por Cuauhtémoc.
Como la situación se tornaba muy tensa Cortés intentó salir de Tenochtitlán para establecerse en territorio tlaxcalteca, pero la noche del 30 de junio de 1520 fue sorprendido y derrotado por los mexicas en una batalla en la que murieron más de 400 españoles y 4,000 indios aliados a los españoles; a esta situación se le conoce como la noche triste.
A pesar de aquella matanza, Cortés logro sobrevivir y llegar a territorio tlaxcalteca, desde donde comenzó a reorganizarse para intentar nuevamente la conquista de Tenochtitlán.
En diciembre de 1520, Cortés y sus aliados comenzaron la conquista de las poblaciones aledañas a Tenochtitlán con el objetivo de sitiar a esta gran ciudad.
El 30 de mayo de 1521 comenzó el sitio a la gran Tenochtitlán; cabe mencionar que cuando una ciudad esta sitiada como en este caso lo estaba Tenochtitlán, significa que todas las poblaciones que están alrededor de ella forman parte del cuerpo enemigo, por lo que los habitantes no pueden salir o las personas que vienen de fuera no pueden entrar a Tenochtitlán sin pasar necesariamente por territorio enemigo. Esto hace que los habitantes de la ciudad se vayan quedando sin provisiones poco a poco, hasta que necesiten rendirse para sobrevivir.
El sitio de la gran Tenochtitlán se extendió por 75 días, como ya se mencionó anteriormente, había existido una epidemia de viruela que acabó con la vida de muchas personas, entre ellos la de Cuitláhuac.
Los cadáveres de las personas que morían a causa de esta enfermedad continuaban en las calles, lo cual genero aun más enfermos;
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