Estado Mexicano
Enviado por memochiva • 5 de Noviembre de 2013 • 2.532 Palabras (11 Páginas) • 236 Visitas
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e dice que el estado mexicano, surgido desde la época de la independencia como fruto de sangrientas y duras peles, ha llegado a ser un estado democrático, representativo y federal. La pregunta es, ¿la realidad mexicana responde a un esquema jurídico-político? La verdad es que lo que vivimos en nuestro país tiene sus orígenes desde la época colonial.
La democracia acorde a un régimen de plena libertad política y de responsabilidad ciudadana no existía en los comienzos de la independencia. El pueblo mexicano, acostumbrado a trescientos años en los que no tuvo voz ni voluntad propias, no podía súbitamente despertar a la vida democrática. México permanecía al margen de las luchas políticas y constituía la gran mayoría silenciosa. Venían realistas e insurgentes, monárquicos y republicanos, federalistas y centralistas, liberales y conservadores, liberales puros y moderados, partidarios de la dictadura presidencial y enemigos de la misma, y el pueblo, con sus clases trabajadoras y clases medias, casi no participaba en esas luchas. Eran luchas de grupos y facciones.
En 1908 el General Porfirio Díaz le dijo al periodista norteamericano Creelman que el pueblo mexicano estaba maduro para la democracia y que él daría garantías para que la opinión pública se pudiera expresar con toda libertad. Claro que, como ya sabemos, la historia dice que dos años más tarde Díaz se volvió a relegir, lo cual desembocó en la revolución de 1910 (Forma y realidad de la democracia en México, 1984).
A lo largo de todo el siglo XX, México ha vivido diversos cambios que han llevado a los distintos estilos de gobernar de nuestro país, aunque muchas veces dudados de que dichos cambios nos hayan conducido a la democracia. Para alcanzarla, hay que rechazar, ante todo, los caminos violentos para obtenerla. La violencia engendra violencia y no llega a ningún resultado positivo. La democracia no es nada más una forma de gobierno, sino un estilo de vida; una forma de vivir y comportarse a la que sólo se llega por un proceso de maduración y autoconciencia.
Muchos estudiosos de la materia aseguran que México ha vivido mucho tiempo en una semidemocracia y parte de ello se derivan las contiendas, los votos y los estilos de gobernar de los que hemos sido testigos a lo largo de los años; lo cual ha conducido a México a una redefinición de la gobernabilidad e incluso a un “estancamiento económico”.
Secuelas electorales y relecciones
Lorenzo Meyer , reconocido izquierdista mexicano, comenta que la experiencia mexicana en materia electoral es muy penosa, y aunque ha mejorado en muchos aspectos aún hay mucho por hacer. Desde los años de la lucha por la independencia hasta los años de la Reforma, existieron Constituciones que decretaban al voto como universal pero indirecto, es decir, se elegía por voto popular a electores, quienes a su vez elegían a los mandatarios.
Fue a partir de 1974 que los mexicanos pudieron votar de forma directa pero únicamente para elegir a los diputados e increíblemente fue hasta 1912 que también pudieron elegir al presidente y a senadores. Es importante recalcar que existe una gran diferencia entre haber logrado el derecho al voto y a conseguir el respeto a ese voto. La voluntad de hacer efectivo el sufragio fue el mensaje principal de la Revolución, aunque después del asesinato de Madero el origen de dicho movimiento se haya perdido al grado de conducir al país a una guerra civil. Por otro lado, desde 1916 hasta 1994 el gobierno nunca le dio auténtica oportunidad a la oposición.
En la actualidad existen organismos que se encargan de que las elecciones sean democráticas y efectivas. Estas estructuras de vigilancia son el Instituto Federal Electoral (IFE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). El hecho de contar con ambas instituciones significa que existe un instrumento para mantener cierto grado de confianza ciudadana.
Meyer comenta que el primer estado en el que se vivió un cambio con respecto al partido predominante fue Chihuahua. En 1992 el PAN ganó las elecciones con el objetivo de poder desarrollar un paquete de políticas públicas, pero cometió el error de manejar el gobierno del estado como una empresa y no guiarse de los principios políticos; se olvido de las minorías y de la necesidad principal de los chihuahuenses, la cual se resumía a mejorar la seguridad pública. Aunque hubo avances en otras materias, al pueblo lo que le interesaba más fue lo que el gobierno no atendió y para las elecciones para gobernador de 1998 el Partido Revolucionario Institucional volvió a ganar la gubernatura del estado. Este fenómeno no se ha repetido en otros estados, sin embargo otro estado del norte también presentó un cambio de poder en la silla del gobernador, Baja California.
Con respecto al origen de la Revolución, la razón del lema con que Madero convocó a tantos mexicanos era tan clara que quizá nunca haya detonado un propósito más simple a un movimiento revolucionario. Se considero que prohibir la relección era necesario para promover la libertad del sufragio. De manera irónica, los mismos padres de la revolución fueron los que buscaron la relección una vez que llegaron al poder, específicamente Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Miguel de la Madrid y Luis Echeverría. Incluso a fechas más próximas, Carlos Salinas intentó buscar la relección al crear un grupo compacto de tecnócratas para no soltar la presidencia durante varios sexenios. De los presidentes anteriormente mencionados, el único que logró su cometido fue Elías Calles al conseguir la relección al campo del legislativo, aunque curiosamente existen estudios que aseguran que de 1964 a 2000 el 75% de los legisladores pasaron por el congreso sólo una vez.
Muchos solemos identificar a la relección de gobernantes con una dictadura, pero es muy cierto que la relección puede redundar en beneficio de la democracia al acentuar la pluralidad de los focos de iniciativa y de decisión en el poder legislativo, además de que como ciudadanos nos conviene. Aunque la relección no es del todo mala, si es importante resaltar que hace mala pareja con el sexenio; sí existiera la posibilidad de relección presidencial, lo ideal sería que se práctica con periodos de cuatro años y que no se permitieran más de dos periodos consecutivos por presidente.
El 2000 y la alternancia
Es incuestionable que el sistema político mexicano ha sufrido una transformación sustantiva a lo largo de los últimos tres lustros, pero también es indiscutible que el cambio ha sido mucho menor de lo que la modernización, la historia y la justicia requieren y demandan. Que políticamente las cosas han cambiado en los últimos años es algo que podemos comprobar de muchas maneras, puesto que en el viejo régimen el soberano era el presidente
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