Etica De Simon Bolivar
Enviado por exodo • 12 de Septiembre de 2012 • 2.165 Palabras (9 Páginas) • 768 Visitas
“Ética de Simón Bolívar”
En Simón Bolívar, El Libertador de medio continente americano, el factor ético de la lucha revolucionaria por la Independencia de nuestros pueblos se expresa en la intransigencia patriótica, la condena al despotismo colonial, el odio a quienes oprimen a la nación americana, la valentía política y la honradez a toda prueba; lo que servirá de estímulo para que exista y perdure, además, una conciencia nacional sólida. Esta posición ética se ha de asumir en la lucha por la liberación nacional, en especial, en lo relativo al sacrificio personal, la satisfacción por el deber cumplido (aunque no sea reconocido), el anteponer a los intereses particulares los intereses del pueblo y trabajar activamente cada día por consolidar la democracia y la independencia nacional.
En todo ello juega un papel trascendental la educación, una educación dirigida a la emancipación de los ciudadanos y a su formación como republicanos honestos, responsables y productivos; ciudadanos que pudieren acometer la importante tarea de construir una sociedad republicana y democrática, sirviendo de modelo al resto de las naciones. Por eso, llega a asegurar que “la educación e instrucción pública son el principio más seguro de la felicidad general y la más sólida base de la libertad de los pueblos”. Ello es requisito insoslayable para que las virtudes republicanas dominen todos los aspectos de la vida en sociedad, permitiendo que cada persona sea capaz de ejercer el gobierno de la República o, al menos, saber escoger a los mejores para dicha función, sin ser víctima de la demagogia acostumbrada. Esto haría que todos los ciudadanos participaran, en pie de igualdad, en el desarrollo de las instituciones democráticas, de modo que las leyes fueran accesorias.
Sin embargo, Bolívar era consciente de la necesidad de la disciplina revolucionaria a fin de evitar las desviaciones del proceso emancipador. “Es preciso –afirmaría en uno de sus escritos- el último rigor con los malvados, sean godos o sean patriotas, porque la república tanto gana con la destrucción de un buen realista como de un mal ciudadano. El crimen en todos los partidos es igualmente odioso y condenable: hagamos triunfar la justicia y triunfará la libertad”. A estos efectos, impuso la condena a muerte, de modo sumario, de todos aquellos funcionarios de gobierno que, abusando de la confianza general depositada en ellos, se roban los dineros públicos; igual pena sufrirían los jueces que, conociendo las denuncias en contra de aquellos, no las procesaran y, en consecuencia, no castigaban a los culpables de dichos delitos.
En el campo político, El Libertador se encamina hacia la autonomía, en lo jurídico hacia la unidad latinoamericana, en lo económico hacia la justicia agraria y en lo social hacia la igualdad. Para Bolívar, la liberación de nuestra América no es un fenómeno político aislado, es justicia económica, autonomía política, unidad latinoamericana, libertad de espíritu, igualdad social, perfección ética, y progreso cultural y educativo. Todo ello en constante construcción hasta dar nacimiento a sucesivas generaciones de líderes republicanos que se encargarían de enrumbar debidamente a las nuevas naciones americanas, generaciones capaces de inmolarse por defender a su Patria de las acechanzas de cualquier poder extranjero. En esto, salvando las distancias y el contexto en que cada uno vivió, Bolívar se adelanta a la propuesta del hombre nuevo que formulara el Che Guevara y que coincide plenamente con la que elabora, a su vez, su Maestro Simón Rodríguez, el inquieto e irreverente Samuel Robinson.
Consciente de la trascendental empresa de producir una revolución original, sin ser copia burda de otras en el pasado, Bolívar es un convencido de que ello será realidad si se atiende a la formación de los nuevos republicanos, despojándolos de las viejas costumbres heredadas del pasado colonial, cuestión que debe acompañarse de una ética y de una moral plenamente blindadas para que nunca sucumban a las tentaciones generadas en torno al ejercicio del poder, desde los niveles más humildes hasta los más encumbrados.-
La Moral son las reglas que dicta el buen vivir. Hay una moral individual, pues cada uno piensa que tiene derecho a decidir cómo vivir bien. Sin embargo, cada grupo humano, así un gremio como un pueblo o una capital, también tienen establecidas ciertas reglas para que sean observadas por los hombres. La Moral es lo que señala lo que es bueno y lo que es malo y como debemos comportarnos en el medio social. La moral puede ser entendida de diferentes maneras de acuerdo a la región que habitamos. La moral tiene que ver desde la manera de cómo debemos vestirnos, hasta donde podemos desnudarnos. La Moral japonesa no es igual a la moral venezolana.
La Ética se ocupa de dictar las normas que debemos seguir como individuos en nuestra interacción social. La ética y la moral apuntan al correcto desenvolvimiento del ser humano dentro de su entorno social y en el ambiente social en el que actuamos, partiendo de lo individual a lo colectivo. Si el individuo no sigue las normas establecidas por la sociedad se estaría convirtiendo en un inmoral.
Ahora bien, nuestro país está viviendo un momento en el que se está hablando mucho de Moral, Ética y Valores, términos que son sinónimos. Hablamos de enseñar en valores, en recuperar la ética y la moral de las personas… pero en realidad es eso lo que estamos impartiendo o estamos haciendo todo lo contrario. Como podemos interpretar cuando alguien nos señala a alguna otra persona y afirma que es un inmoral, querrá decir esto que ha violado o está violando una norma establecida moralmente, como por ejemplo una regla de conducta que señala esa comunidad a la cual pertenece ese individuo. Entonces ¿Debemos clasificar al adicto, al consumidor de drogas como una persona inmoral? Lo podemos señalar como ¿Una persona transgresora de las leyes morales establecidas en la comunidad? y si eso es así ¿Donde quedan entonces los corruptos, los violadores y asesinos? ¿Deben ser catalogados también como inmorales?.
Nuestra sociedad está totalmente dividida y lo que denominamos Moral y Ética nos debe llevar a la reflexión. En nuestra sociedad reina el racismo, los prejuicios sociales, los estereotipos descalificadores y la práctica de la intolerancia. La ética pública debe comenzar con la aceptación del otro como fundamentalmente igual, lo que quiere decir que todo lo que se programe tiene que ir enfocado hacia el beneficio comunitario y la inclusión de todos los individuos.
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