Etnia Tsachila
Enviado por bryan123456 • 21 de Octubre de 2012 • 4.454 Palabras (18 Páginas) • 975 Visitas
Etnia tsáchila.
Vivían las tierras de Santo Domingo hasta hace 40 años, momento en que esta población creció de unos pocos habitantes a ser la tercera ciudad en población de Ecuador. Actualmente las comunas tsáchilas se encuentran a unos 10 kms de Santo Domingo, siendo unos 3000 el total de sus habitantes
Nuestra Universidad es muy joven y nació de un sueño; el sueño, la fe y la perseverancia de Monseñor Emilio Lorenzo Stehle. La sensibilidad por la formación de la infancia y la juventud le hizo preocuparse especialmente por la situación lamentable de la educación en la actual provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas. Con este fin creó en 1991 el Instituto Superior de Pedagogía que lleva su nombre (ISPES). Pero el empeño de Monseñor no se quedó satisfecho con esta obra y propuso a la dirección de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador en Quito, la creación de una Sede de la misma en nuestra Provincia, para atender con responsabilidad y esmero las expectativas de educación superior de muchos jóvenes. Reunió a un grupo de personas con espíritu altruista que se dieron a la obra, constituyéndose el Comité de Gestión de la que iba a ser la PUCESD.
El 17 de diciembre de 1996 es aprobada por el CONUEP. Su sede provisional estaría en las instalaciones del ISPES, actual Campus I de nuestra universidad.
Con fecha 17 de octubre de 1997, Monseñor Emilio Lorenzo Stehle procedió a bendecir el terreno de la Av. Chone km.2, destinado al actual Campus II de la PUCE, Sede Santo Domingo, mediante un acto litúrgico, concluyendo con la colocación de la primera piedra. La ceremonia, sencilla pero muy emotiva, dejó la agradable sensación de contar, en un futuro muy cercano, con una institución del prestigio y seriedad de la PUCE.
El Señor Obispo pensó que la dirección de la Universidad debería ser confiada a una comunidad religiosa para asegurar un rumbo firme y dentro de los lineamientos de la Iglesia para las universidades católicas.
Entre varias comunidades que tienen como carisma la orientación de la juventud universitaria, se propuso nuestra Institución, llegando a la firma de un convenio con la PUCE de Quito y la Diócesis de Santo Domingo.
De inmediato se hicieron presentes nuestras queridas hermanas María Teresa Otón, María Victoria Rullán, que procedía de nuestra misión en Tulcán (Ecuador), poco después se incorporó a esta misión nuestro venerable hermano y sacerdote . Julio Marrero, procedente de nuestra misión en Iquitos (Perú) que sería nombrado Pro-Rector de la Sede.
Otros misioneros y misioneras llegaron posteriormente en la medida que fue creciendo la Universidad, entre ellos han estado en esta Delegación Milos Miko, Domingo García, Isidro Lasso, Carlos Romo y Francisco Gallo, Margarita Chavarría, Sofía Polanco, Sara Escobar, Carla Vásconez, Ascensión Ballesteros, Miryam Simbaña y Margalida Font.
Y la Universidad ha seguido creciendo a grandes pasos, cuenta con 1000 estudiantes, 100 docentes, 7 Escuelas, 6 Centros de Investigación distribuidos entre dos campus y un Jardín Botánico, primero de nuestra Provincia, y también tenemos un “Bosque protegido” dentro de la misma ciudad.
Idioma
Tsafiqui, que quiere decir verdadera palabra, cabe señalar que este lenguaje proviene de la familia lingüística Chibcha; la segunda lengua de los Tsáchilas es el español.
Población
Según un censo realizado en 1997, su población alcanzaba los 2.640 habitantes. Agrupada en ocho comunidades: Cóngoma Grande (Santo Juan), Los Naranjos, El Búho de los Colorados, El Poste, Peripa, Chigüilpe, Otongo Mapalí y Filomena Aguavil (Tahuaza) asentados en la zona rural del Cantón de Santo Domingo de los Colorados.
Vestimenta
El Hombre El vestido de los hombres es sencillo y ligero, se lo denomina palompoé. Está conformado de mapchozmp que es un taparrabo bicolor en azul y blanco, de forma rectangular que los colonos llaman chumbillina.
El berequé complementa la prenda anterior es una faja de algodón bastante larga con la que sujetan a la cintura el taparrabo. El paniú es un pedazo de tela que se echan sobre el hombro izquierdo, casi siempre es de algodón en colores muy fuertes como rojo y amarillo. El jalí es de uso complementario, consiste en una larga manta de algodón de color blanco que se emplea en días fríos.
El colorado moderno, gusta de toda clase de adornos, como las pinturas faciales y el empastado del cabello con el achiote (bixa orellana). Los adornos más empleados son el calastushilli y el mishilli. El calatushilli es una pulsera de plata maciza con una ligera abertura para insertar la muñeca. En los dos extremos se practican dos orificios en los que se pasan hilos de colores para sujetarlos. Comienza a usar este adorno como prueba de virilidad en el momento en que se casan; si enviudan se lo retira en señal de luto.
El mishilli es una especie de coronita de algodón que se coloca en la cabeza en el casco de pelo endurecido. Para que no se dañe la lían cuidadosamente con hilo.
La mujer La vestimenta es sencilla y acorde a sus necesidades cotidianas, utilizan una falda de líneas más finas que la de los hombres. No usan faja para ceñir la cintura; a la espalda y anudada al cuello llevan una ligera tela de colores.
Sus principales adornos son: la bitadé o manilla, que acostumbra lucir dos en cada brazo y que se fabrican con abalorios multicolores. Una de ellas va en la muñeca y la otra en la parte superior del antebrazo. En la primera manilla prefieren los colores blanco y azul (fibacán y lo´sinba); y en la otra el verde (lo ´ sinban).
El bípode o collar es el adorno más complicado y que distingue a las mujeres tsáchilas. Lo llevan en cinco o seis cuentas que suelen llegarles hasta el abdomen. Generalmente este collar está formado por pepas de San Pedro, churos grandes y pequeños, huesecillos de aves o animales de monte y semillas.
Pintura facial, corporal y peinado
Los colorados llevan pinturas en la cara y en el cuerpo. El proceso de pintarse se denomina maliquedé. La pintura del cuerpo (pecho, brazos, y piernas) se conoce como pucalé quedé; y la del rostro, caforó quedé, cada una de ellas tiene un nombre específico y su proceso de ejecución es diferente.
Las pinturas faciales de la mujer son más complicadas que las del varón. Las líneas son finas con ligeros puntitos en los bordes, de suerte que, miradas a cierta distancia, pareciera que han dibujado un cienpiés.
La pintura depende del gusto, la edad, y el capricho de cada persona, aunque casi siempre las líneas son sencillas y se trenzan horizontalmente.
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