Fascismo
Enviado por andreskgba • 29 de Abril de 2015 • Informe • 1.461 Palabras (6 Páginas) • 143 Visitas
FASCISMO
El fascismo entendido como proyecto político contemporáneo, surgido de un sistema dado
de fuerzas históricas, que buscaba la consecución de un orden alternativo al de la
modernidad surgida en 1789 y la idiosincrasia liberal propia del occidente moderno, ha
sido pobremente analizado y tratado, llevándolo al punto de considerarlo un fenómeno
patológico carente de una teoría política coherente.
Lo anterior se evidencia en los análisis que se sostienen en la actualidad, meras
descripciones parcializadas e ideologizadas que arrojan información incierta e inexacta
sobre el fascismo, y no otorgan la importancia política de éste mentalidad en la
configuración histórico-política del mundo occidental contemporáneo. Así pues, estos
análisis, suponen un esfuerzo de definición del fascismo desde una perspectiva ideológica,
que llega a generar confusión sobre el fenómeno histórico. Esto se debe a que se
desarrollan en torno a dos corrientes estructurales predominantes; la liberal que lo
considera una contradicción de las tesis liberales, representante de una regresión
civilizatoria antiilustrada, y la marxista; que encuentra en él una etapa evolutiva del
capitalismo en un intento de contrarrestar la agudización de la lucha de clases y los
movimientos obreros. Ambas corrientes, entonces, aportan una visión no clarificada, la cual
se buscará desarrollar en el presente escrito, partiendo de la hipótesis de una mentalidad
política compartida por diferentes variantes nacionales.
1. Fascismo clásico
Se llamará fascismo clásico al fenómeno encarnado por los regímenes imperantes en la
Alemania e Italia de entreguerras del siglo XX, como de los otros movimientos fascistas
europeos del período, hasta la culminación de la segunda guerra mundial en 1945. Este
fenómeno va a representar la forma esencial y pura del fascismo, se va a presentar como
una corriente político-cultural occidental que remite sus orígenes a los momentos de la
revolución francesa y retoma las doctrinas o pensamientos antirrevolucionarios,
oponiéndose rotundamente a la manifestación del parlamentarismo democrático, como del
modelo igualitarista liberal (ya que éste borraba las diferencias legítimas que existen en la
sociedad). Se producirá en sociedades altamente industrializadas o semi-industrializadas
capaces de mantener un gasto militar elevado, y va a defender, para su provecho, la
formación de una conciencia nacional capaz de dar cohesión a la sociedad en un todo
orgánico y sinérgico, siendo de esta manera, un movimiento interclasista que busca ganar el
apoyo de las masas, para hacer funcionar a la nación en torno a unos intereses supremos,
por encima de cualquier interés individual o privado. Para ello, centró grandes esfuerzos en
la ideologización del análisis o las observaciones políticas al desenvolvimiento de los
problemas nacionales internos y los problemas internacionales (En el caso de Alemania,
esto se evidencia en la militancia anticomunista del NSDAP o la humillación impuesta por
Tratado de Versalles). También busca, y en su forma o sustentación filosófica más pura, la
solución a los problemas de la modernidad mediante la proposición de una tercera vía,
ajena a las concepciones positivistas y materialistas tanto del marxismo como del
capitalismo.
El fascismo, entonces, se sostiene como un movimiento reaccionario desde su origen, que
se propone lograr el control del Estado para luchar contra el dominio de las clases
burguesas liberales, que no representan los intereses del pueblo, ni de la nación, y conducen
a la decadencia espiritual, por lo que el fascismo busca crear un orden espiritual de valores
arraigados al patriotismo, donde existe una jerarquía social natural basada en el
tradicionalismo, una alta cultura de hombres vigorosos instintivos y dominantes con un
férreo sentimiento antimaterialista y antigualitario. Siguiendo este orden de ideas,
considerará al comunismo como la máxima aberración de rebeldía y descreimiento, al ser
un fenómeno tanto materialista como excesivamente racional y degradador de la tradición,
que conduce a una decadencia peor que la demoliberal, busca, por lo tanto, oponérsele en
su proyecto de revitalización occidental.
Finalmente, se puede añadir al fascismo clásico, un carácter de reacción unitario, contra la
civilización occidental cristiana, es decir:
“Una revolución tadicional, dirigada por minorías selectas y conducidas por un caudillo
militar providencial, un caballero de leyenda que encarne la voluntad de Dios y estabilice
de nuevo a la sociedad”.
En la consecución del destino nacional, se utiliza la técnica de la modernidad mediante una
integración del sistema capitalista productivo de base, y las estructuras sociales existentes
para configurar su proyecto político con la participación de masas ideologizadas.
2. Procesos de fascistización
a. Dimensión cultural-filosófica
Antes de constituir una fuerza política, el fascismo fue un amplio movimiento cultural que
postulaba la comunidad nacional como una fuerza capaz de superar el individualismo y la
decadencia de la sociedad burguesa. De manifiesto antiburgues criticaba el modelo
organizacional de la sociedad capitalista como de la producción y métodos de acceder al
conocimiento propios de dicho sistema, por lo que buscaba oponerse, en su doctrina, al
positivismo y reemplazarlo por un conocimiento
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