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Fascismo


Enviado por   •  18 de Junio de 2020  •  Informe  •  2.229 Palabras (9 Páginas)  •  179 Visitas

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El mundo en los años veinte

La década de 1920 fue una etapa de prosperidad económica en algunos países, como Estados Unidos, en donde apareció la sociedad de consumo, con la popularización del automóvil y de los nuevos electrodomésticos. Sin embargo, en Europa, las secuelas de la guerra habían dejado una economía debilitada que impidió un normal desarrollo del comercio internacional.

El plan Dawes: una estrategia para recuperar Europa

Tras la Primera Guerra Mundial, la hegemonía económica mundial se desplazó desde el Reino Unido hacia Estados Unidos porque este último país mantuvo su industria intacta, la mitad de las reservas mundiales de oro, y su condición de principal acreedor de casi todos los países europeos. A la vez, Estados Unidos se perfiló como la mayor potencia mundial, así como Japón y la Unión Soviética se volvieron potencias regionales.

La recuperación económica de Europa fue lenta debido a la destrucción de la guerra, la inflación y el aumento del desempleo. Las políticas proteccionistas que pusieron en práctica los gobiernos europeos para recuperar sus industrias redujeron el comercio internacional y causaron la pérdida de valor de muchas de sus monedas como el franco, la libra esterlina y el marco. La crisis fue especialmente fuerte en Alemania, pues tenía que pagar las reparaciones de guerra. Esto produjo un ascenso espectacular en los precios y la pérdida del valor adquisitivo del marco; así, en julio de 1922, un dólar, que valía 493 marcos, en noviembre del siguiente año costaba 4,2 billones de marcos. Ante la imposibilidad de Alemania de pagar las reparaciones de guerra, Francia y Bélgica decidieron invadir con sus ejércitos la región alemana del Ruhr, entre 1923 y 1924.

Para 1924, la producción mundial parecía volver a la normalidad, por lo que aumentaron los movimientos bancarios; sin embargo, Europa, no se había recuperado totalmente: Alemania seguía en crisis y su sistema económico capitalista menguaba. Para solucionar el problema, Estados Unidos puso en marcha en 1924 el plan Dawes, que consistía en que Alemania recibiría un préstamo de Estados Unidos que le permitiría pagar las reparaciones a los países vencedores de la Gran Guerra, y estos, a su vez, podrían pagar sus deudas a Estados Unidos.

El entendimiento económico contribuyó a la mejora de las relaciones internacionales entre Francia y Alemania. El resultado fue la firma del Tratado de Locarno en 1925, por el que Alemania reconocía sus fronteras con Francia y Bélgica tal como habían sido fijadas en la Paz de Versalles y aceptaba que la zona desmilitarizada de Renania quedara bajo control británico e italiano. Como colofón, Alemania fue admitida en 1926 en la Sociedad de Naciones. La aplicación de este plan permitió que entre 1924 y 1928 la producción y el comercio mundial se restablecieran y que las principales economías mundiales volvieran a crecer.

Por ello, en Estados Unidos, los bancos, con el fin de fortalecer el consumo, otorgaron créditos con grandes facilidades de pago. Esta estrategia económica produjo una euforia consumista en la que muchas personas decidieron invertir en la Bolsa de Valores por los altos rendimientos que otorgaba, en lugar de hacerlo en actividades productivas.

La crisis económica de 1929

La bonanza económica que vivió Estados Unidos durante la década de los años veinte se basó en el crecimiento de la producción, lo que trajo como resultado un exceso de oferta. La mayoría de este crecimiento se financió gracias a las facilidades de créditos que daban los bancos, los cuales no siempre eran utilizados para actividades productivas, sino que se invertían en el consumo de bienes o en la especulación financiera en la Bolsa de Valores de Nueva York. Como estas inversiones no tenían un respaldo en la economía real o productiva, se presentaron fuertes bajas en sus precios, lo que ocasionó pánico entre los pequeños inversionistas, quienes empezaron a vender sus acciones. Esto hizo que ocurriera el crac del 29 cuando 16 millones de acciones perdieron su valor los días 24, 28 y 29 de octubre de 1929.

Las consecuencias de la crisis

La caída de la Bolsa produjo una reacción negativa en la economía de los Estados Unidos, que desencadenó una depresión económica. Los bancos se hundieron porque los clientes retiraron su dinero y muchos préstamos no se devolvieron. Para 1932 unos cinco mil bancos de este país habían cerrado. Por otro lado, el nivel de consumo se redujo drásticamente, lo que obligó a muchas empresas a reducir su producción o a cerrar. En 1932, la producción mundial cayó un 40%, mientras que el comercio internacional se redujo a un tercio.

El colapso bursátil que se dio durante la crisis, causó que los inversionistas de Wall Street perdieran todo su dinero y tuvieran que vender sus pertenencias a costos muy bajos.

Los efectos sociales no se hicieron esperar, pues millones de personas perdieron sus empleos, y aquellos que los preservaron vieron reducidos a la mitad sus salarios. En el campo, miles de agricultores perdieron sus tierras debido a que la reducción de los precios y de la demanda de sus productos hizo disminuir sus ingresos y les impidió pagar sus deudas.

La crisis económica rápidamente se extendió a otros continentes. En Europa, los efectos de la crisis fueron fuertes porque los estadounidenses redujeron sus importaciones y, con ello, disminuyó la producción agrícola e industrial de los países europeos, lo que ocasionó el incremento del desempleo. Además, Estados Unidos paralizó los montos de su inversión extranjera y repatriaron los capitales que tenían en Europa porque eran la base de su recuperación; estas movidas financieras causaron el hundimiento de los sistemas bancarios y económicos de Alemania y Austria.

La política del New Deal

Ante la tarea de combatir los efectos de la crisis económica de 1929, Franklin Delano Roosevelt, elegido presidente de los Estados Unidos en 1932, implantó el New Deal oNuevo Acuerdo, un plan de recuperación económica caracterizado por la fuerte intervención del gobierno en la economía del país. Puesta en práctica entre 1933 y 1937, este programa incluía medidas como la regulación del sistema financiero en el que se establecieron controles bancarios con el fin de obligar a los bancos a no ser insolventes; la regulación del mercado de trabajo fundamentado en el entendimiento laboral entre empleadores y empleados; el establecimiento de programas de asistencia a los pobres y desempleados; y los incentivos a la producción industrial y la construcción de obras públicas, los cuales generarían millones de empleos y la reactivación del consumo.

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