Filosofia de la estetica

TEMA 1 y 2.

 INTRODUCCIÓN A LA ESTÉTICA

Introducción

Sin darte cuenta, a lo largo de tu vida, has desarrollado un sentido del gusto, eres capaz de reconocer belleza, apreciarla e incluso coleccionarla; también reconoces lo desagradable, lo feo, lo trágico y eres capaz de conmoverte con una película, un libro, una canción, etc.

Durante toda nuestra vida ejercemos y desarrollamos nuestra sensibilidad, desde los griegos hasta nuestros días, los pensadores y filósofos se han preocupado por encontrar o describir la belleza y descubrir cómo opera la sensibilidad del ser humano.

Explicación

1.1 El objeto de estudio y aplicaciones de la estética

Para Platón, la belleza se podía clasificar de 3 maneras:

La primera es la belleza de los cuerpos, la cual cataloga como una belleza inferior, la  puedes ver claramente en la devoción de los griegos por la figura humana, viendo como explotaron los escultores, durante la Grecia clásica, el cuerpo humano en mármol, piedra y otros materiales. Has visto a través de las imágenes del cine contemporáneo sobre los mitos griegos, como sus dioses son humanos, idealizados con figuras atléticas y perfectas en las películas como Furia de titanes.

Incluso en nuestra época puedes ver el culto al cuerpo en la publicidad, la figura atlética y esbelta después de siglos sigue siendo el paradigma de belleza; es decir, el canon como un ideal de belleza común a la mayoría de la gente. Basta con ver revistas de moda y salud o los infomerciales donde anuncian aparatos para hacer ejercicio, para darte cuenta como el culto a la forma del cuerpo sigue vigente, e incluso hay tecnologías para moldearlo y esculpirlo como si fueran materiales escultóricos.

La segunda forma de belleza que Platón reconocía en la antigüedad era la de las almas, solo en ellas se manifiestan las virtudes, haciendo de la belleza del alma una belleza superior a la del cuerpo y, por ende, más perfecta. Durante la época medieval, el arte estuvo por completo al servicio de la iglesia y solo se utilizaba para ilustrar y educar, ya que la mayoría de la gente no sabía leer, así que se le educaba acerca del bien y la moral a través de la pintura.

La tercera forma de belleza era la que solo los sabios reconocen como belleza en sí misma. Como un arte absoluto que no depende del alma o del cuerpo.

En el antiguo mundo griego, el orden, la armonía y el temperamento eran virtudes en el bien del alma y en el bien del Estado. La belleza suprema era la que estaba ligada a lo verdadero y al bien, el problema es que no se puede definir una verdad absoluta o un bien absoluto, por eso el ideal de belleza universal era imposible.

La palabra estética viene del griego aisthesis, que significa sensación o sensibilidad. En el siglo XVIII, Baumgarten fue el primero en utilizar la palabra estética, sin embargo, se ha usado el concepto desde que el hombre es capaz de pensar.

Una definición del término que pude aplicarse a todas las épocas sería teoría o estudio de lo sensible. Pensando que el alma es la parte que hace sensible al hombre, se puede concluir que muchas ciencias y disciplinas actuales tienen que ver con la estética, ya que el ser humano es sensible a todo.

Continuando con los griegos, para Aristóteles el bien era una acción desinteresada que no solo es buena, sino bella; por lo tanto, tendrá relación con la moral y lo estético, pero el bien y la belleza no son exactamente iguales, el bien es una acción y la belleza se contempla. Pero, ¿a quién no le parece bello contemplar cuando se hace el bien?

Para Plotino, las emociones que se producen ante lo bello —como el estupor, el asombro, el deseo y el amor— solo pueden provenir de un alma enamorada; la belleza es la perfección de la esencia de las cosas y la fealdad es el resultado de la impureza.

Cuando se está en un estado de contemplación estética, te escapas del mundo mientras interiorizas la belleza; y mientras que la experiencia entra a tu memoria a través de tus sentidos, el ojo que ve se identifica con lo que ve.

Al ver un paisaje que te gusta mucho te haces uno con el paisaje, te unes a él y cada vez que lo extraigas de tu memoria para recordarlo tendrás una sonrisa en el rostro por traer esa belleza a tu mente.

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