Frente Nacional
Enviado por latrox • 15 de Febrero de 2012 • 5.424 Palabras (22 Páginas) • 1.023 Visitas
INTRODUCCIÓN
Colombia cuenta con un sistema político relativamente libre y abierto en el cual participan un buen número de partidos. Los dos mayoritarios han sido de manera tradicional el Partido Social Conservador, favorable a un fortalecimiento del gobierno central y de la relación estrecha con la Iglesia católica, y el Partido Liberal, partidario del fortalecimiento de los gobiernos locales y de la separación de la Iglesia y el Estado. La tendencia ideológica reciente del primero se acerca a la democracia cristiana europea, mientras que el liberalismo simpatiza con las corrientes socialdemócratas. Ambos reconocen en la Iglesia católica una fuerza institucional importante, en especial para encontrar caminos que superen la violencia política y social de que es víctima la sociedad colombiana actual.
Entre 1958 y 1974 los liberales y los conservadores fueron los únicos grupos políticos legales, debido a una reforma constitucional de 1957 pensada para desactivar el fuerte antagonismo entre ellos. Bajo este acuerdo, llamado Frente Nacional, cada partido tenía exactamente la mitad del número de escaños en cada cámara legislativa, en el gabinete y en otras dependencias, y la presidencia se alternaba entre los líderes de los dos partidos.
1. LA II GUERRA MUNDIAL Y LA POSGUERRA
Durante la II Guerra Mundial Colombia rompió relaciones diplomáticas en 1941 con Japón, Alemania e Italia, y en 1942 con el gobierno de la Francia ocupada. En 1943 el Senado colombiano declaró la guerra a Alemania y en junio de 1945 firmó los estatutos de la Organización de las Naciones Unidas, convirtiéndose en uno de los 51 miembros fundadores.
Durante la época de posguerra se vivió una de las crisis políticas más severas, como resultado directo de la profundización de los antagonismos entre las facciones liberal y conservadora. El asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, dirigente del Partido Liberal, el 9 de abril de 1948 en Bogotá, desencadenó un levantamiento nacional en contra del gobierno conservador conocido como el Bogotazo, en el que murieron cerca de 1.500 personas y 20.000 más resultaron heridas. Con la ayuda del Ejército el gobierno controló la rebelión y se acordó incluir un número igual de liberales y conservadores en el gabinete.
Sin embargo, durante los siguientes meses la tensión y la violencia fueron cada vez más persistentes. Los miembros liberales del gobierno cesaron en sus cargos después de que se promulgara un decreto gubernamental prohibiendo manifestaciones y marchas, y el Partido Liberal retiró a su candidato de las elecciones presidenciales de 1949, culpando al gobierno de violar la ley electoral. Como resultado de esta situación, el candidato conservador Laureano Gómez ganó las elecciones de noviembre sin enfrentarse a ninguna oposición. La toma de poder se llevó a cabo en agosto de 1950.
2. EL RÉGIMEN DE ROJAS PINILLA Y LA CRISIS DE MITAD DEL SIGLO XX
Entre la elección de Laureano Gómez y su toma de poder, la lucha política había entrado en una nueva fase. Varios grupos guerrilleros, entre los que destacaban las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC) actuaban en numerosas áreas rurales y urbanas del país. En respuesta, el gobierno declaró el estado de sitio y suspendió las sesiones del Congreso en 1950. Poco después de la toma de poder de Gómez, una convención del Partido Liberal declaró al gobierno ilegal, acusándolo de suprimir la libertad de expresión, de prensa y de reunión, y prometió continuar con el boicoteo de las elecciones.
El general Gustavo Rojas Pinilla asumió el poder mediante golpe de Estado el 13 de junio de 1953. Este hecho fue resultado de la profunda crisis de hegemonía que había afectado a los partidos desde el decenio anterior, cuando las divisiones tanto en el interior de las dirigencias liberal y conservadora sumieron al país en una desesperada época de muerte y persecución. La crisis de hegemonía condujo al vacío de poder y este, al golpe de Estado como solución transitoria.
El régimen de Rojas debía ser transitorio y legitimo. Para ello, los sectores del bipartidismo que apoyaron explicita o tácitamente el golpe impusieron la creación de una Asamblea Nacional Constituyente. Esta institución proclamó el mismo día de la toma del poder que "es legítimo el titulo del actual presidente de la República, teniente general Gustavo Rojas Pinilla, quien ejercerá el cargo por el resto del período presidencial en curso". La Asamblea debía velar por la "constitucionalidad del régimen" en lugar del Congreso, cerrado desde el final del gobierno de Ospina.
Los objetivos de la toma del poder eran fundamentalmente dos: primero, arreglar, mediante un régimen de excepción y transitorio, el vacío de poder creado por las divisiones de la dirigencia bipartidista; segundo, acabar con el terror que se vivía en el campo mediante políticas de pacificación. Ninguno de los dos objetivos se cumplió en el sentido inicialmente propuesto.
De una parte, Rojas Pinilla manipuló la Asamblea Nacional Constituyente para que fuera reelecto para otro período presidencial. Efectivamente, en 1954, con la aprobación de la Asamblea, Rojas inició su segundo período, ahora con la pretensión de separarse del apoyo bipartidista que lo había llevado al poder en 1953. Para lograr este propósito, el general formulo un reordenamiento del país bajo la alianza de los trabajadores, clases medias y militares, sustentado en principios católicos tomados de la doctrina social de la Iglesia y en los ideales bolivaristas.
La constitución de la "Tercera Fuerza", nombre dado por Rojas a dicha alianza, generó la reacción de las dirigencias bipartidistas. Ellas vieron con temor el ascenso de estas fuerzas y emprendieron el arreglo definitivo de sus diferencias ideológicas y burocráticas. De esta manera, lo que propició la solución a la crisis de hegemonía no fue tanto el golpe de Estado, como el temor a que el régimen instaurado degenerara en una dictadura populista al estilo de la de Juan Domingo Perón en Argentina o de la de Getulio Vargas en Brasil.
La política de pacificación impuesta por el régimen de Rojas no tuvo el éxito que se esperaba. El terror que se vivía en los campos terminó, pero la tregua dictada en 1953 no fue cumplida por el Estado a cabalidad, lo cual motivó a muchos jefes guerrilleros a retornar a la lucha armada. En 1954 y hasta el final de la década, la violencia tomo un nuevo rumbo: el enfrentamiento entre ejército y guerrilleros, además del apoyo del régimen a la persecución de sus oponentes.
3. EL TRÁNSITO AL FRENTE NACIONAL
El temor al que el régimen
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