Guadalupe Principio De La Cocina
Enviado por isaiasced • 5 de Octubre de 2013 • 590 Palabras (3 Páginas) • 263 Visitas
Peregrinos de una Santa, Verdad y Religión
Cientos de católicos se reúnen en las tablas cada año para adorar a Santa Librada. Historias de fe y devoción se dejan conocer.
Por Isaías Cedeño
Inicia la fiesta. El parque está repleto. Todos caminan a una sola dirección. En la puerta de la iglesia, el anda de Santa Librada, a sus pies cientos de peregrinos, orando. Sus rostros, sus ojos, sus miradas, hay una combinación de sentimientos que traspasa los poros. Esperanza, fe, dolor y tradición se percibe, es una de las fiestas católicas panameñas que convoca a la mayor cantidad de peregrinos, todos ellos con una historia impactante.
Tradición familiar
“Vengo desde niño, hay que cumplirle a Santa Librada”, dice Roberto Jaén de 25 años, él vive en ciudad de Panamá, cada 20 de julio, sin importar que compromisos tenga, viaja hasta Las Tablas, para estar al menos 10 minutos ante la imagen de la santa.
Este año Roberto trae consigo una invitada especial, María Isabel Jaén de 18 años, su prima. “Es como un tradición familiar, a mí me trajo mi mamá, lo más seguro que a ella la trajo el papá y yo la traigo a ella” decía Roberto entre risas.
Es habitual escuchar allí que la fe mueve montañas. Sara Rodríguez a sus 85 años desde que recuerda, viaja lo sea necesario para dar gracias a Santa Librada. La señora Sara más que la tradición la mueve su fe.
“Hijo ella me ha dado mucho.”, Sara no precisó la cantidad ni cuales fueron los milagros que le ha concedido la venerada, pero sí repetía que siempre los guarda en su corazón.
Al igual que Roberto, ella no ha venido sola, dos de sus hijas le acompañan. Cristina y Atanasia Pérez, ellas han peregrinado por décadas hasta allí, este año un sentimiento diferente les ha traído a Las Tablas.
Su padre, devoto de la santa murió hace unos años, la visita de ellas representa, ahora un legado de fe.
Amor y Esperanza
No para de llorar en la tercera fila, está arrodilla, viste de blusa negra y un chaleco de leopardo, su aspecto es el de una mujer sencilla, que ha trabajado y luchado mucho, Ilka Montenegro, oriunda de Guarare, le han detectado cáncer de mama.
“Es muy duro pero tengo le tengo fe” dice Ilka pensando en qué pasará mañana, pero siempre con mucha fe y con ganas de Vivir. “Muchos vienen a fiesta yo vengo a pedir por mi…ore por mí”
Ha sido una conversación corta, pero conmovedora. Cada peregrino carga, trae una historia diferente, es un océano de vidas, complejas y sencillas, tradicionales y espontaneas, pero parece innato o instinto, todos sienten esperanza.
Fiesta Pagana y cristiana
A cien metros de la iglesia se escucha “un jolgorio”, una cabalgata, vendedores ambulantes, gente en los Balcones y ciento caminando se dirigen al otro extremo de la calle Bolívar.
La fiesta religiosa se conjuga con
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