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Guerra Cristera


Enviado por   •  15 de Marzo de 2014  •  1.518 Palabras (7 Páginas)  •  292 Visitas

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LA GUERRA CRISTERA

La Guerra Cristera también es conocida como Guerra de los Cristeros o Cristiada. Fue una lucha armada entre el Gobierno y la Iglesia. Se peleó entre el gobierno de Plutarco Elías Calles y milicias de laicos, presbíteros y religiosos católicos que estaban en contra de las políticas públicas orientadas a restringir la autonomía de la Iglesia Católica. Se estima que murieron 250 mil personas entre civiles y militares.

El inicio de esta disputa comenzó en el año 1926 y su tiempo de extensión fue de 3 años, finalizando en 1929.

Las causas se originan desde mucho tiempo atrás, a partir de la Guerra de Reforma en 1859 (donde los conservadores estaban en oposición a la Constitución de 1857 contra los liberales) y la Intervención Francesa en 1867, que después de haber terminado ambos conflictos, se proclama la separación de la Iglesia y el Estado, y disminuyó el papel social de la primera.

Durante la dictadura de Porfirio Díaz este conflicto se calmó un poco, aprovechando la Iglesia para realizar la “segunda evangelización en México”. Parecía un panorama favorable para el clero el cual se alargó hasta los primeros 3 años de la Revolución Mexicana. Sin embargo, con la victoria de Carranza y Obregón se promulgó la nueva Constitución en la cual se establece una política de intolerancia religiosa y privó a la Iglesia de toda personalidad jurídica, entre sus puntos están: la prohibición de los votos religiosos, la prohibición a la Iglesia para poseer bienes raíces, además se prohibió el culto público, el Estado decidiría el número de iglesias y de sacerdotes que habría, se negó al clero el derecho de votar, a la prensa religiosa se le prohibió tocar temas relacionados con asuntos públicos, se señaló la educación primaria como laica, y las corporaciones religiosas y los ministros de cultos estarían impedidos para establecer o dirigir escuelas primarias.

Cuando la ley entró en vigor, los católicos no quisieron usar la violencia si no buscar de manera pacífica un cambio que les favoreciera. Así durante el gobierno de Álvaro Obregón (1920-1924) creció la tensión al no lograr llegar a un acuerdo que beneficiara ambas partes. El gobierno se sintió desafiado por un acto de fe en el que el delegado apostólico del Vaticano Ernesto Philipi llegó a Guanajuato a bendecir el cerro del cubilete donde esta Cristo Rey, obligando a Philipi abandonar el país. Es así como se ordena que sean aplicados los artículos 130, 27 y 3 constitucionales con todas sus consecuencias por lo que entre 1925 y 1926 salen del país 183 sacerdotes extranjeros y son cerrados 74 conventos. Este hecho fue el detonante para que la Iglesia mexicana decidiera oponerse activamente al Estado.

En continuidad con el hecho, al entrar a la presidencia Plutarco Elías Calles, las cosas siguieron empeorando, Calles proponía un nacionalismo nuevo, en el cual los ciudadanos no deberían lealtad a nadie más que al propio Estado.

En los años 1925 y 1926 se intensificó el conflicto, ya que en octubre en Tabasco se prohibió el culto católico, y en Chiapas, Hidalgo, Jalisco y Colima se aplicaban castigos a quienes practicaran la religión. Calles ordenó al Congreso reglamentar el artículo 130, este decreto fue conocido como la Ley Calles el cuál exponía: clausura de escuelas religiosas, la expulsión de sacerdotes extranjeros, limitación del número de sacerdotes a uno por cada seis mil habitantes a quienes otorgarían licencia para ejercer, desapareció la libertad de enseñanza y el derecho de educar a las personas en la fe. Después se clausuraron numerosos templos, capillas particulares, conventos y escuelas religiosas en todo el país. Las casas se convirtieron en oratorios, y el Papa autorizó una liturgia breve para la misa, permitiendo a los sacerdotes celebrar en cualquier lugar y aún sin vestimenta. Los católicos seguían cansados y optaron por realizar un boicot al gobierno, es decir, no pagar impuestos, minimizar el consumo de productos ofrecidos por el Gobierno, no comprar Lotería Nacional, no utilizar vehículos a fin de no comprar gasolina, etc., lo cual afecto severamente a la economía del país. De igual manera este intento no resultó, así que al no obtener respuesta por las buenas, comenzó la lucha armada, en la cual se levantaron miles de católicos a grito de ¡Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe!, de este grito surge el término “Cristeros” denominados así por sus adversarios.

Esta guerra inició primeramente en Jalisco, Zacatecas, Guanajuato y Michoacán, luego se sumaron casi la totalidad del centro del país. Los principales generales del Ejército Federal en esta guerra fueron Eulogio Ortiz, Espiridión Rodríguez, Saturnino Cedillo (principal movilizador de los agraristas y cacique de San Luis Potosí), Lázaro Cárdenas, Miguel y Maximino

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