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HISTORIA DE LA MONEDA PERUANA


Enviado por   •  21 de Mayo de 2013  •  3.407 Palabras (14 Páginas)  •  1.570 Visitas

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HISTORIA DE LA MONEDA PERUANA

La moneda en el Perú Antiguo

En el Perú prehispánico no se conoció el uso de la moneda tal como se acostumbraba en el Viejo Mundo. Sin embargo, hay investigadores que sostienen que ciertos grupos conocieron una forma rudimentaria de moneda: la “Moneda - Mercancía”, como el ají, e incluso ciertas piezas de cobre que los arqueólogos denominan “Hacha - Moneda”, que fueron usadas por los mercaderes marítimos de la Costa Norte. El oro y la plata no tuvieron entre los antiguos peruanos el mismo sentido económico de hoy, pues fueron metales destinados al espacio religioso o al poder.

Fundación de la Casa de Moneda de Lima

Varios pedidos y memoriales se elevaron a la Metrópoli para crear una Casa de Moneda en el Perú. En 1551 el Consejo de Indias sugirió al Emperador la fundación de una ceca en Lima. Esto se concretó en 1565 (22 años después de haberse fundado la ciudad), cuando el rey Felipe II dictó la Real Cédula que creó la Casa de Moneda en la Ciudad de los Reyes.

La Real Cédula de 1565 ordenó acuñar sólo monedas de plata, prohibiendo las de oro y vellón. Las primeras monedas peruanas se acuñaron en 1568 y son similares a las acuñadas en México durante el reinado de Carlos I y su madre la reina Juana. Dichas piezas son conocidas con el nombre de “Rincones” pues el ensayador que puso la inicial de su apellido en las monedas se llamaba Alonsode Rincón.

La ceca limeña cesó sus trabajos en 1570 y parte de sus implementos se trasladó a la ciudad de La Plata como respuesta a la expansión minera en el Sur andino. En 1577 la Casa de Moneda de Lima reinició sus trabajos y se acuñaron monedas hasta el año 1588, en que se volvió a clausurar. En ese

tiempo se acuñaron monedas con un nuevo diseño dispuesto por el rey Felipe II, conocidas con el nombre de “Escudo Coronado”. En el Virreinato se usó un sistema monetario bimetálico, basado en la acuñación del oro y la plata con una relación de valor fijo entre las monedas hechas con estos metales. La unidad básica para la plata fue el “Real” y la unidad básica para el oro fue el “Escudo”. El sistema no era decimal, sino octal.

Fundación de la Casa de Moneda de Potosí

El Virreinato del Perú tuvo en el siglo XVI una inmensa extensión. En el año 1545 se encontró la extraordinaria mina de plata de Potosí. Llamada “Cerro Rico”, fue en su tiempo la mina de plata más grande del mundo y su explotación se relaciona con las minas de azogue (mercurio) de Huancavelica, descubiertas en 1566, cuyo producto era esencial para beneficiar la plata. Durante el gobierno del Virrey Toledo se fundó la Casa de Moneda de Potosí. Su primera maquinaria la recibió de la efímera Casa de Moneda de La Plata (1573 - 1574), la misma que, según se anotó antes, había sido remitida de la ceca de Lima en 1572. En esta época también se instituyó la mita minera, una clase de trabajo forzado de los indios en las minas.

La gran cantidad de monedas peruanas exportada a España hizo crecer la fama del Virreinato. Nació así la famosa frase “Vale un Perú”, usada hasta hoy en muchas partes del mundo para denotar gran riqueza. Una vez al año, las monedas eran transportadas en barcos escoltados por la Armada del Mar del Sur desde el Callao hasta Panamá, de donde, luego de atravesar el istmo, eran

enviadas en galeones.

Macuquinas peruanas

Las primeras monedas peruanas fueron hechas con yunque y martillo, cuya burda confección hizo que tengan forma irregular y que muchas veces sea ilegible gran parte de la leyenda. Son raras las piezas completamente redondas e incluso se conocen monedas con forma de corazón. A estas monedas se les conoce con el nombre de “macuquinas”, palabra que al parecer proviene del quechua makkakuna (las golpeadas).

La ceca de Potosí acuñó monedas de tipo macuquino durante todo el siglo XVII. Esta fue la peor época de la ceca altoperuana, pues se llegó a fraguar una impresionante falsificación urdida por los propios funcionarios y sus efectos se hicieron sentir no sólo en el Perú sino también en Europa. Por este motivo el rey ordenó recoger las malas monedas llamadas “rochunas” y resellar las buenas; además se ordenó cambiar el tipo de moneda del “Escudo Coronado” por otra que tenía en el anverso una cruz con leones y castillos y en el reverso las Columnas de Hércules sobre ondas de mar.

A mediados del siglo XVII, el virrey Luis Henríquez de Guzmán (Conde de Alva de Liste) decidió abrir nuevamente la ceca, pues había una aguda escasez de numerario en el virreinato a causa de la defraudación de Potosí. Así fue que entre 1659 y 1660 la ceca limeña acuñó monedas de oro y plata, lo que la convirtió en la segunda casa de moneda hispanoamericana en batir piezas auríferas. Sin embargo, el rey no aprobó la decisión y ordenó el cierre de la ceca limeña. Estas monedas se caracterizan por tener una estrella en el centro del reverso.

Monedas de cordoncillo peruanas

Las reformas administrativas demoraron en ser aplicadas en el Virreinato del Perú. En la Casa de Moneda de Lima, la acuñación de monedas macuquinas de oro duró hasta 1751 y en plata hasta 1752. A partir de esos años se acuñaron monedas con “cordoncillo”, lo que significó la aparición de monedas redondas; sólo ello reemplazó la antigua forma de acuñar con yunque y martillo.

Estas monedas fueron hechas de plata y de oro. Las de plata tienen un hermoso diseño que consta de dos globos terráqueos flanqueados por las columnas de Hércules. Por ello se les conoce con el nombre de “Monedas de dos Mundos”.

Las de oro muestran al rey de España con una peluca típica de la época y por ello se les conoce con el nombre de “Peluconas”. Estas monedas se acuñaron en Lima hasta 1772.

Durante el reinado de Carlos III se adoptó un nuevo tipo de diseño en las monedas de las cecas peruanas. Así, desde 1772 aparecieron las monedas con el busto laureado del monarca en la Casa de Moneda de Lima y en la de Potosí.

Las monedas virreinales de fines del siglo XVIII e inicios del XIX

Tras la muerte de Carlos III el trono español lo heredó su hijo el rey Carlos IV, quién gobernó desde 1788 hasta 1808. Como las comunicaciones con la metrópoli eran muy dilatadas, las nuevas matrices demoraron en llegar algunos años a las cecas peruanas. Por ello aparecen entre 1789 y 1791 monedas con el busto de Carlos III pero con la leyenda CAROLUS IV.

Cuando Fernando VII ocupó el trono español en 1808, también demoraron en llegar los nuevos cuños, por lo que en la Casa de Moneda de Lima se decidió acuñar monedas con un busto imaginario del rey. Aparecieron entonces las monedas que conocemos como de “Busto Limeño” entre 1808 y 1811. Desde

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