ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Historia Aocial Y Politica Argentina


Enviado por   •  26 de Octubre de 2014  •  8.160 Palabras (33 Páginas)  •  302 Visitas

Página 1 de 33

Introducción

Entendemos por historia a aquella ciencia cuyo objeto de estudio es el pasado de las sociedades humanas. La historia es considerada como una de las ciencias sociales que más utilidad le ha dado al ser humano no sólo para conocer el conjunto cultural de las diferentes civilizaciones que han pasado por la historia sino también para permitirle construir su propia identidad, buscando y tomando datos de tiempos pasados que le faciliten más la elaboración de su propia idiosincrasia.

Durante el desarrollo de la cátedra se fue revelando la importancia de conocer los hechos históricos dentro de un contexto y como consecuencia de un proceso que se va desarrollando y desencadenando sucesos; para luego poder analizarlos y así sacar nuestras conclusiones.

El presente trabajo se desarrolla a partir de la guía de temas solicitadas por la docente en la misma debíamos desarrollar obligatoriamente cuatro temas y uno a elección.

Desarrollo

1) Conquista del Desierto. Indios. Gauchos

Hace aproximadamente treinta mil años, tribus provenientes de Asia y Oceanía comenzaron a ocupar el territorio americano, desde el Estrecho de Bering hasta Tierra del Fuego. El tiempo y la geografía configuraron diversos pueblos con diferentes culturas y modos de vida.

Los wichís, los araucanos, los pampas, los tehuelches subsistieron gracias a la caza, la pesca y la recolección de frutos. Otros, como los incas, llegaron a construir ciudades imponentes y lograron afianzar un extenso imperio, que abarcaba los actuales territorios de Perú, Bolivia y el norte de Argentina y Chile. Se calcula que la población total hasta la llegada de los españoles en el siglo XV, era de dos millones de habitantes originarios.

Desde la llegada de don Pedro de Mendoza al Río de la Plata, la política adoptada fue la de las hostilidades con los habitantes originarios: la apropiación de sus tierras y su posterior dominación por medio de la fuerza y la religión. Las líneas divisorias entre los asentamientos españoles e indígenas fueron, durante largo tiempo, fluctuantes y reñidas.

La creación del Virreinato del Río de la Plata y la consecuente presencia de un poder político y militar fuerte permitieron establecer una línea de fronteras medianamente alejadas de los centros urbanos. De esta manera, los territorios que quedaron fuera de esta línea pasaron a formar parte del denominado desierto, con la intención de evocar un lugar despoblado, aun cuando esos territorios continuaban habitados por las comunidades aborígenes.

Muchos fueron los que pensaron que esos grupos y su forma de vida no pertenecían a la civilización sino a la barbarie. El indio era el bárbaro, el salvaje al que había que domesticar o exterminar.

La Conquista del Desierto, llevada a cabo durante el último tercio del siglo XIX, tuvo como misión eliminar definitivamente la línea fronteriza impuesta como un cordón de seguridad cortando el mapa de la Argentina a la altura del sur de la provincia de Buenos Aires, La Pampa y Neuquén. Ese paralelo imaginario dejaba cautiva, en poder de los indígenas, toda la Patagonia y las zonas más productivas del centro del país (la región Pampeana). Su presencia impedía el desarrollo del ferrocarril, las explotaciones mineras (carbón), forestales (bosques de coníferas), agrícolas y de ganado ovino, sectores sobre los que tenían especial interés las empresas británicas.

La región pampeana estaba habitada por una de las naciones más importantes del subcontinente, los araucanos, dividida a su vez en numerosos grupos étnicos entre los que destacaban los mapuches, los ranqueles, los puelches y los tehuelches. En el extremo sur del continente, al sur de la provincia Argentina de Santa Cruz y en la isla de Tierra del Fuego, ejercían su particular cultura del frío, las tribus ona, alacaluf y yaghan.

El ascenso de Rivadavia a la presidencia en 1826, significó para los pampas la pérdida de una enorme cantidad de territorio. Todas las tierras públicas de la provincia quedaron hipotecadas como garantía del empréstito tomado con la casa bancaria Baring Brothers de Londres.

Rivadavia decidió entonces aplicar el sistema de enfiteusis, por el cual los productores rurales podían ocupar y hacer producir las tierras públicas, no como propietarios sino como arrendatarios. La ley promulgada en julio de 1826 lo establecía sin lugar a dudas. "Quedan especialmente hipotecados al pago del capital e intereses de la deuda nacional las tierras y demás bienes inmuebles de propiedad pública, cuya enajenación se prohíbe en toda la Nación".

En vez de fraccionar la tierra y entregarla en lotes a pequeños y medianos productores para que la trabajaran, la enfiteusis rivadaviana entregó miles y miles de hectáreas a quienes ya eran grandes propietarios. Como la ley no establecía límites, ni exigía la introducción de ganado, ni la población de los campos, permitía el subarriendo y la transmisión de derechos, prestándose para todo tipo de especulaciones con la tierra pública; 8.600.000 hectáreas pasaron a manos de 538 propietarios privados.

Para controlar las fronteras y garantizar la tranquilidad de estos propietarios, Rivadavia contrató al mercenario prusiano Federico Rauch, que recibió el grado de coronel del Ejército Nacional.

Su estrategia consistía en atacar por sorpresa y asesinar indiscriminadamente a hombres, mujeres y niños.

Al momento de morir Rauch, el 28 de marzo de 1829, en el Combate de las Vizcacheras, fue derrotado y degollado por el ranquel Arbolito, los 30.000 km² de pampas que poseía Buenos Aires, se habían transformado, por el avance del ejército, en más de 100.000.

Entre 1833 y 1834, al concluir su primera gobernación, Juan Manuel de Rosas, emprendió la primera campaña financiada por la provincia y los estancieros bonaerenses preocupados por la amenaza indígena sobre sus propiedades, Para intentar aislar a las tribus de indios puelches y ranqueles. Tribus nómadas sin localizaciones específicas, inventoras de la "guerra de guerrillas", sus ataques se producían en grupos reducidos, llamados malones, que lograban sembrar el pánico entre las poblaciones fronterizas.

La expedición contó con el apoyo de las provincias de Córdoba, San Luis, San Juan y Mendoza. Rosas combinó la conciliación con la represión.

Pactó con los pampas y se enfrentó con los ranqueles y la Confederación liderada por Juan Manuel Calfucurá. Según un informe que Rosas presentó al gobierno de Buenos Aires a poco de comenzar la conquista, el saldo fue de 3.200 indios muertos, 1.200 prisioneros y se rescataron 1.000 cautivos blancos.

Hasta la caída de Rosas se vivió en una

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (53 Kb)
Leer 32 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com