Historia De Los Titulos Valores

Historia de los títulos-valores a nivel universal:

Pese a que pueblo tales como Babilonia, Egipcio, Fenicia practicaron el comercio, no hay señales de utilización de los papeles de comercio, estos últimos aparecen en la Edad Media, en la que mediante el surgimiento del comercio se hacia necesario cambiar las formas tradicionales de circulación física de los bienes por una más ágil destinados a la utilización de ciertos documentos que hoy en día llamamos títulos valores.

En la época del medioevo era urgente y necesario el traslado de dinero o especies monetarias de un lado al otro, algo que era realmente peligroso; fue entonces donde aprecio “el cambista”, que recibía una suma de dinero y a cambio se otorgaba un documento que el acreedor llevaba con la finalidad de que el mandatario, socio o corresponsal del cambista, devolviera el dinero. Debido al traslado de dinero o de especies monetarias de un sitio a otro por la economía monetarista y las ferias entre comerciantes, esta actividad era un poco arriesgada, y a consecuencia de esto aparecieron los cambistas, quienes recibían sumas de dinero y daban a cambio un documento que el acreedor llevaba de un sitio a otro para que el mandatario (corresponsal del cambista) devolviera el dinero entregado. Este documento contenía 2 cláusulas: una de valor en la que se hacía constancia del recibo de dinero y otra a “distantia loci” o cambio “trayecticio”, que contenía la promesa de devolver el dinero en sitio diferente a aquel que se había recibido, de tal manera que se utilizaban dos documentos, el que se le entregaba al acreedor, sujeto a fórmulas sacramentales de carácter notarial, y una carta dirigida del cambista al mandatario para la entrega del dinero. Cabe indicar que si la cláusula de valor era rechazada para el pago por parte del mandatario, el acreedor tenía derecho de exigir el pago al cambista, lo que constituye los antecedentes de la acción de regreso.

En el siglo XIII aparece un nuevo documento, el pagaré cambiario se va convirtiendo en una letra de cambio en el año 1145, ya que la promesa d ago contenida en la cláusula de cambio “trayecticio” termina siendo un mandato de pago, el librado no era solo el mandatario, socio o corresponsal del cambista sino también podía ser deudor suyo e igualmente se requería del la aceptación expresa del librado.

En el siglo XVII se introducen nuevas modificaciones y entre ella la cláusula “a la orden” en la letra de cambio, haciendo perder su carácter meramente nominativo, para abrirse a la circulación mediante el endoso, que en principio fue sometido a formulas notariales, para convertir luego a la letra de cabio en un titulo al portador, gracias a la invención del endoso en blanco. Este elemento fue reglamentado en Francia por las ordenanzas de Colbert del año 1673.

Frente a la naturaleza jurídica de la letra de cambio encasquetada por a corriente francesa del siglo XVII, aparece el criterio alemán mediante la ordenanza de 1848 basadas en las teorías del jurista Einert, que considera la letra de cambio no solo como instrumento de cambio sino que igualmente como medio pago, instrumento crediticio y también pagadero en el mismo lugar de su expedición o en sitio diferente.

A mediados del siglo XVIII, en Inglaterra, hace aparición el cheque. Los ingleses depositantes ante la imposibilidad de que los banqueros entregaran sumas de dinero en efectivo, giraban contra el banco ordenes de pago para ser cargadas en su respectiva cuenta, es de esta manera que nace el cheque como letra de cambio girada contra un banco y pagadera a la vista, que permitía, mediante compensación de créditos abonar en cuenta del beneficiario la suma girada contra el banco cuando aquel era depositante del mismo. En las ordenanzas de Colbert se inspiro el código de Napoleón de 1807 y de la corriente alemana surgió el Bill of Exchange de 1882 en Inglaterra y la Negotiable Instrument Law de New York

En el siglo XIX se hizo necesario, con todos los avances del comercio internacional y la diversidad de legislaciones en materia de titulo valores, un esfuerzo conjunto de todos los países para unificar la legislación cambiaria y eliminar las dificultades en las operaciones comerciales internacionales. En base a esta idea de unificación se dieron varios esfuerzos con tal fin, como lo son la conferencia de Bremen (1673), la de de la Haya (1910) que presento un proyecto de unificación de reglas en materia de letra de cambio y pagare a la orden aprobado en 1912 y la conferencia de Ginebra (1930) que aporbo una serie de convenios sobre la letra, cheque y pagaré conocida coo la ley uniforme de Ginebra.

En cuanto el plano americano se ha realizado igualmente esfuerzos. Tal como la

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