Historia Del Tahuantinsuyo

HISTORIA DEL TAHUANTINSUYO

A. Biografía del autor

María Rostworowski

Nació en Lima en 1915, hija de un padre polaco y una madre puneña. La madre de María era hija de un hacendado que llegó a presidente del senado. Tenían una casa de veraneo en la Punta, donde conoció a un joven ingeniero polaco, se casaron y formaron familia. El padre quiso regresar a Europa y se establecieron en una zona rural de Francia. Ahí pasó María su infancia y pubertad. No fue al colegio sino que fue educada por institutrices, que le enseñaron de todo. La crisis de 1930 obligó a grandes cambios y la familia volvió a Polonia. Ahí María se casó con un joven aristócrata, pero regresaron al Perú y se divorció.

Se volvió a casar con Alejandro Diez Canseco, a quien conoció en Ancón. Era un empresario que posteriormente fue dirigente de Acción Popular; murió joven y súbitamente de un infarto. Este matrimonio le dio raíces porque hasta ese entonces ella no se sentía integrante de ningún sitio en particular. Sin embargo, llevaba años fascinada con las crónicas sobre los incas.

Conoció a Raúl Porras Barrenechea, quien se convirtió en su tutor, completando una educación singular, no académica formal, pero sí como autodidacta, bien preparada en sus aficiones intelectuales por la historia, lingüística y botánica. Publicó en 1953 su primer libro que es una biografía de Pachacutec, a quien ella considera el más importante personaje del mundo antiguo. Ese libro tuvo éxito porque ganó un premio y le permitió una primera presencia en el mundo académico. Luego, empezó a trabajar en los archivos de Lima que contenían abundante información sobre la costa prehispánica. En ese entonces, era un sujeto de investigación que permanecía bastante desconocido. Así publicó su segundo libro sobre Curacas y Sucesiones de la Costa, que apareció en 1961.

Una beca le permitió viajar a España para trabajar en los archivos y descubrió un valioso documento sobre Chincha. Ahí se contaba la historia de los comerciantes chínchanos, que basaban su riqueza en el intercambio de larga distancia, a través de balsas que les permitían llegar hasta el Ecuador. Asimismo, disponían de extensas caravanas de llamas para redistribuir sus productos por toda la sierra abarcando hasta el Cuzco.

Luego, recibió una invitación para incorporarse al Instituto de Estudios peruano. En sólo tres años publicó dos libros: Señoríos indígenas de Lima y Canta y Recursos naturales y pesca. En ellos, profundiza en los temas de la costa prehispánica. El libro más influyente de María ha sido la Historia del Tahuantinsuyo, que ofrece una visión panorámica de los incas y es el best seller de las ciencias sociales peruanas. Su contribución al IEP ha sido inmensa porque se ha dedicado completamente a la investigación y ha publicado sus obras completas que actualmente continúan en edición.

Ha sido muy informal a lo largo de su vida y prefiere dictar charlas en Pueblos Jóvenes antes que asistir a ceremonias oficiales. Muchas personas la visitan para aprender de ella. Su estilo es horizontal y su carrera es testimonio de tesón. Es comprensiva porque es muy humana y no se asusta ante las debilidades. Pero, también es fuerte porque ha sabido afrontar las dificultades y su constancia le ha servido para destacar como la principal estudiosa peruana del mundo prehispánico.

Surgimiento y Apogeo del estado

CAPÍTULO I: EL CUSCO PRIMITIVO

El llamado estado inca tuvo un tardío desenvolvimiento en el concierto de las altas culturas prehispánicas; milenios de separan de los inicios de la civilización.

Los arqueólogos inician la clásica fijación del surgimiento de las culturas andinas con una época lítica, de recolectores y cazadores; continúan con la introducción de la agricultura en la época arcaica.

La primera hegemonía estatal fue la de wari, que duro del siglo VII al X d. C, en esta época destaco principalmente el señorío norteño de chimor, que comprendió un periodo de transición entre hegemonía wari y la hegemonía inca. El auge del estado inca arranca en los albores del siglo XV, y su desarrollo quedo trunco por la aparición de la hueste hispana.

EL intermedio temprano precedió a un horizonte temprano ( Chavín) , seguido por un intermedio medio( mochica , Nazca, entre otros), continuando luego por un horizonte medio( Tiahuanaco-wari) que a su vez dio lugar a un intermedio tardío ( Chimú, chincha, chancay y demás) que termino con la expansión inca u horizonte tardío.

En el cusco, las etnias que ocuparon la región antes de la llegada de los grupos de manco y los propios comienzos de los incas corresponden al intermedio tardío.

Killke es el nombre de una cerámica de baja calidad artística que predomino durante dicha época. Cuyos jefes étnicos tenían por nombres genéricos Tocay Capac y Pinahua Capac.

Durante el horizonte medio existió una ciudad situada al sur del cusco denominada Pikillaqta, centro administrativo wari para la zona. Influyó en muchos aspectos del desarrollo inca, incluso en modelos organizativos y de poder.

La etapa primitiva del cusco pertenece a la arqueología y no a la etnohistoria que tiene sus fundamentos en los manuscritos y documentos del siglo XVI.

Héroes culturales como Manco capac, Paria caca o Tutayquiri, poseían varas mágicas y fundantes, que al hundirse en la tierra señalaban los lugares donde debían asentarse. Otros grupos, como los Llacuaces, llevaban consigo un puñado de tierra, cuya semejanza con la nueva tierra debían buscar y comprobar antes de poblarla definitivamente.

Las presencias de una pluralidad de pequeños curacas o sinchi, simples dirigentes de ayllus de diversos orígenes, que habitaban la región del futuro cusco. En los mitos, los primeros antepasados se habían transformado en piedras y desde su naturaleza pétrea cuidaban de sus descendientes.

En esa primera época tenían 3 jefes de diferentes etnias, los sauasiray, los antasayacs y los guallas, se encontraban establecidos en el valle del cusco. Con el tiempo se sumaron unos advenedizos llamados alcavizas, copalimaytas y culumchimas y todo juntos cohabitaban en la región. Otros antiguos moradores fueron los lares y los poques.

Era difícil precisar donde habitaban los ayllus o etnias. Siempre había una nueva repartición de tierras.

La aldea de Acamama estaba formada por cuatro secciones:

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