Historia Precolombina
Enviado por 210797 • 30 de Septiembre de 2014 • 3.222 Palabras (13 Páginas) • 258 Visitas
El año 1492 marcó en España el comienzo de una época que inauguró nuevas maneras de pensar a la vez que redujo libertades sociales. La toma de Granada, el último reino musulmán en la Península Ibérica, por los Reyes Católicos significó el fin de la “reconquista” cristiana de la península. Por una parte, este hecho ayudó a fortalecer la identidad naciente de una España unida, ejemplificada en la Gramática de la lengua de Nebrija, que normalizó un idioma oficial común para todo el reino; por otra parte, alimentó el fanatismo religioso que llevó a la expulsión de los judíos y aumentó el poder de la Inquisición. El humanismo renacentista dominó el ámbito cultural, mientras que el espíritu guerrero de la reconquista se dirigiría muy pronto hacia un continente a punto de ser “descubierto”. La culminación de la época de la conquista cristiana permitió también que los Reyes Católicos consideraran una extensión de su poder a otros territorios europeos. Los avances tecnológicos hicieron posible la búsqueda de nuevas rutas marítimas comerciales al Extremo Oriente, pues las rutas terrestres habían sido cortadas por los turcos. Los europeos establecieron colonias y puestos de comercio en lugares estratégicos a lo largo de estas rutas. Para el año 1444 Portugal ya había establecido una pequeña base en Cabo Verde, en la costa occidental de África, que le sirvió como avanzada de exploración y mercantil, y más tarde para un lucrativo comercio de esclavos.
En 1492 los Reyes Católicos consideraron por segunda vez la petición de un marinero genovés llamado Cristóbal Colón de financiar un viaje para encontrar una ruta a las Indias por el Oeste. De hecho, Colón pensó que había llegado a las Indias. Esta idea equivocada le dio su nombre a las poblaciones indígenas de América, cambió drásticamente su historia y dio paso a una nueva época en la historia de España.
La América precolombina
Se desconoce gran parte de la historia indígena de América antes de la conquista porque ésta se conservaba principalmente en la memoria colectiva, y era transmitida oralmente. Lo que se ha podido reconstruir de la historia de pueblos como los guaraníes de la Argentina y Paraguay, los mapuches de Chile, o los potiguares y tupíes del Brasil es muy poco porque el choque de la conquista destruyó su historia. Los textos que permiten reconstruir el pasado de civilizaciones más avanzadas se reducen a los códices de escritura pictográfica que sobrevivieron la destrucción generalizada de este tipo de material por los españoles—como el Códice Florentino--, a historias indígenas escritas después de la conquista por autores mestizos, y a las crónicas redactadas por los conquistadores y clérigos españoles.
El Caribe
Las Antillas del Mar Caribe fueron el escenario del primer contacto entre españoles e indígenas en el Nuevo Mundo. Las Antillas Mayores (Cuba, Jamaica, La Española y Puerto Rico) estaban habitadas por indígenas llamados taínos. Las islas de las Antillas Menores estaban pobladas por tribus que los conquistadores llamaron “caribes”. Ambos grupos eran tribus araguas (arawaks) que habían llegado a las islas en oleadas sucesivas desde Sudamérica. Los caribes adquirieron fama entre los conquistadores de ser muy violentos, de donde surgió el mito de los “caníbales”, salvajes que comían carne humana. Estos grupos prácticamente desaparecieron poco después de la llegada de los españoles. Sin embargo, hay palabras de su vocabulario que pasaron a la lengua española, entre ellas ‘hamaca’, ‘huracán’, ‘barbacoa’, ‘bohío’ y ‘guayaba’ y ‘cacique’.
Los mayas
Entre las civilizaciones que los españoles encontraron en el “Nuevo Mundo” destacan tres: los mayas, los aztecas y los incas.
Los mayas llegaron a constituir un imperio importante alrededor del siglo X d.C., cuando tenían su capital en la ciudad de Chichén Itzá y controlaban gran parte de la península de Yucatán. El declive de su imperio ocurrió de manera rápida, y existen diversas teorías sobre su causa. Se conservan dos textos principales de la cultura maya: el Popol-Vuh, un compendio de leyendas escrito en español después de la conquista, y otro de documentos culturales, el Libro de Chilam Balam.
Los aztecas
El imperio azteca creció sobre las ruinas de civilizaciones anteriores en el valle central del actual México. En el momento de su apogeo (que coincide con la llegada de los españoles), el imperio abarcaba un vasto territorio que se extendía desde el sur de los Estados Unidos hasta Guatemala. Los aztecas asimilaron la cultura y la religión de los toltecas, una civilización antigua que había dejado su huella trescientos años antes en el valle de México. Los toltecas a su vez asimilaron rasgos culturales y religiosos de los teotihuacanos, cuyo centro ceremonial más significativo se encontraba en Teotihuacán, al norte de lo que es hoy la ciudad de México. El mito de fundación azteca propone que los dioses ordenaron a los mexicas fundar su capital en un lugar donde vieran un águila comiendo una serpiente sobre un nopal (un tipo de cactus). La escena ocurrió, según el mito, en una isla en medio del lago Texcoco, donde los aztecas establecieron la capital de su imperio, Tenochtitlán (la escena es el escudo oficial del México moderno, y se reproduce en su bandera). La ciudad de Tenochtitlán fue fundada en 1325 por los mexicas, quienes se consideraban herederos del dios Quetzalcóatl. El nombre “azteca” es de factura posterior a la conquista, y alude a Aztlán, la tierra mítica original de este pueblo de México, a quienes debería llamarse en propiedad “mexicas” o “tenochcas”. De su lengua, el náhuatl, se han incorporado algunos vocablos al español: ‘chocolate’, ‘maíz’, ‘coyote’, tomate’ y ‘comal’, entre otros.
En el siglo XV los aztecas expandieron su influencia hasta los límites geográficos ya mencionados, impulsados por una súbita explosión demográfica, una clase alta militarizada, y la naturaleza guerrera del culto azteca al dios Huitzilopochtli. Esta deidad solar guerrera requería alimentarse con la esencia de la vida, que se encontraba solamente en la sangre humana. Los aztecas creían que el universo se sustentaba con el sacrificio humano. La guerra y el tributo de seres humanos impuesto a los pueblos conquistados eran maneras de obtener prisioneros para sacrificar a su dios. Los españoles luego justificarían la conquista de la nación azteca debido a la naturaleza “salvaje” de los indígenas, ejemplificada principalmente en la práctica del sacrificio humano.
Los incas
El imperio de los incas, llamado el Tawantinsuyo, se asentaba
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