Historia V

-¿No crees que es un bonito día?- le pregunte con la vista fija en el cielo, el día estaba soleado.

-Muy bonito- concordó.

-¿Por qué no hacemos algo hoy?- voltee a verlo y el ya me miraba con una mueca.

-No tengo muchas ganas de salir Summer- me dijo y negué absurda.

-No es bueno quedarse en casa solo para deprimirse mas, tienes que salir y disfrutar cada momento porque estamos jóvenes- exclame y este me miro sonriente- ¿Qué dices?- lo mire moviendo mis cejas de arriba a bajo burlonamente y este dejo caer la cabeza hacia atrás alargando una carcajada.

-Digo que si, porque es imposible decirte que no, tienes un poder de convencimiento increíble-musito.

-Perfecto-celebré- No tienes que encargarte de nada puesto que yo fui la de la idea.

-¿Y a donde iremos?- me pregunto con cierta curiosidad.

-Es un lugar que visitaba de pequeña cuando estaba triste o necesitaba pensar, queda a minutos de aquí, tomaba el autobús para ir hasta allí- le explique.

-¿Vas a confiarme tu lugar sagrado?- pregunto y asentí.

-Quizás te ayude a pensar a ti también, analizar bien las cosas y tomar una decisión con respecto a tu madre, no quiero que sigas contrariado- conteste y este suspiro lentamente, tomo mi mano y beso esta suavemente dejándola nuevamente en su posición anterior.

Después de desayunar corrí hasta el sótano de Justin para sacar mi pijama de la secadora, el la había puesto allí justo antes de servir la comida, me la coloque como pude para luego irme hasta la habitación de Justin el cual se terminaba de cambiar, se percato de mi presencia justo al cruzar el umbral.

-Ya te cambiaste- me dijo caminando hasta mi, tomo mis hombros con delicadeza.

-Si, gracias por haber lavado mi ropa- musite y este se encogió de hombros.

-Es lo menos que podía hacer, por mi culpa terminaste empapada.

-No importa, me dio la escusa perfecta para usar tu ropa, tiene un olor muy placentero - le explique y este hizo una mueca.

-Blue de Antonio banderas- exclamo.

-¿Qué?- lo mire confundida.

-Es el nombre del perfume que uso, Blue de Antonio banderas, a eso huele mi camisa.

-No es ese olor al que me refiero. Esta camisa huele es a ti, no se, con ese aroma a hombre pero a la vez bebe, es tu esencia natural.

-Entiendo. Como tú que siempre hueles a vainilla- sonrió mostrando sus perfectos dientes.

-¿Enserio?- lo mire divertida y este asintió.

-Hueles delicioso- murmuro, acortando la distancia entre nosotros, inclino la cabeza posando su nariz en mi cuello cosa que me dio cosquillas y en minutos explote en sonoras carcajadas por tan solo el roce de su piel con la mía.

...