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Historiografia Griega

anyany26 de Junio de 2013

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HISTORIOGRAFÍA GRIEGA

Momigliano, Arnaldo. Historiografía Griega, en: Momilgiano,

Arnaldo. La Historiografía Griega. España, Ed. Crítica, 1984. pp. 9-43. (302 p)

Como sabemos Heródoto es el “Padre de la historia”, y esta ya es una herencia mayor, con la que ahora estamos comprometidos. Sin embargo no debemos usar el término para referirnos en historia griega. Ya en el renacimiento los antiguos griegos definían la historia y sus formas. La forma en como fue transmitido suscitó problemas; uno fue el que los padres creaban historia eclesiástica, y los rabinos que no escribían nada; el segundo, en las ciencias sociales no existe precedente tal. Hablando del como surgieron los textos épicos, fue una gran tentativa para los historiadores y poetas. Y sabiendo que la historia y la épica 2 aspectos las diferencias: la historia se escribía en prosa, esto para darle seriedad.

La misma palabra historia es como un homenaje a Heródoto, tomó el término en el sentido etnográfico <>. Ya en el S IV se torna a una investigación, en 3 componentes; etnografía, investigación de la constancia, y militar. No permanecieron intactos, se combinaron quedando 2 elementos: etnografía—constituciones o etnografías—guerras. La etnografía se basa en distinguir griegos y bárbaros, esta misma lo motiva. La investigación no fue bien recibida ya que los griegos no querían aceptar las lenguas extranjeras.

Heródoto había considerado legítimo referir con cautela los hechos de los que no podía dar garantías directamente. Tucídides tuvo la posibilidad de transcribir algunos testimonios escritos, aunque él prefería el oral. Con Heródoto, y todavía más con Tucídides, el historiador se definía como testigos de los cambios más cercanos en el tiempo. Los hechos políticos y militares surgieron como los temas más importantes. Otorgar plena dignidad de historia a las simples narraciones locales, y recordase importantes cambios, no fue nunca puesta en el mismo plano que la historia de la guerra del Peloponeso con su horizonte panhelénico. Establecida la diferencia entre Grecia y Bárbaros el debía reconocer naturalmente los conflictos externos e internos.

Los relatos históricos griegos fueron muy poco influenciados por el arte contemporáneo. El estilo historiográfico estaba regulado esencialmente por las normas de la prosa y se calificaba por su diferencia con otros géneros.

El cometido era conservar una documentación fiable de los acontecimientos pasados y se debían establecer por ellos criterios de habilidad. La investigación histórica debía proporcionar una explicación de los acontecimientos en cuanto era compatible con el uso de testimonios. Algunos historiadores como Polibio usaron con predilección el concepto de Tyche (fortuna) que proporcionaba una manera elegante de sustraerse a cualquier compromiso serio de carácter religioso o filosófico.

La filosofía griega en su conjunto no ha sido muy amable en relación con la historia. Les parecía a los filósofos que la historia se apoyaba en aquel efímero mundo de ambiciones y pasiones.

El punto débil de los historiadores griegos era su forma de acercarse a los testimonios. Heródoto era un cronista fiable, en tanto de Ctesias no tenía escrúpulos. El trabajo efectuado en la escuela aristotélica sobre las antiguas constituciones, y acaso sobre la biografía, constituye la mayor excepción al carácter no escolástico e individual de la historiografía griega en su conjunto; este trabajo no se hizo sobre la historia política común y era entendido como preparación de la base para una teoría filosófica.

La lista de historiadores importantes que escribieron en el extranjero incluye a Heródoto, Tucídides, Jenofonte, Ctesías, Teopompo, Filisto, Timeo, Polibio, Dionisio de Halicarnaso y, en cierto sentido, Posidonio, que escribió como ciudadano de Rodas, aún nacido en Siria. La idealización de Tucídides como el historiador perfecto, es el S XIX, marca el momento en el que la historiografía moderna comenzó a crear verdaderamente tipos de investigación histórica desconocidos para el mundo clásico.

Una historia con tal intento debía definir sus límites en relación a la época mítica y debía incluir las naciones extranjeras en sus conflictos políticos contrastes culturales con los griegos. Por ello fue Eforó el iniciador de aquella moda que ha permanecido hasta nuestros días de los <>, esto es, las compilaciones.

En conjunto, la biografía floreció en los períodos helenístico y romano cuando los escritores tomaron como objeto de tratamiento biográfico todos los géneros de personas en tanto que representativas de ciertas formas de vida.

Es difícil escapar a la conclusión de que los intelectuales griegos del primer periodo helenístico tuvieron más interés por los problemas de geografía física y de astronomía (Eratóstenes) que deseo conocer las naciones en las que se movían como dueños.

Es esta cultura tardo—helenística bajo la hegemonía romana, más que una doctrina anterior helenística, la que se reasume en la Geografía de Estrabón, ella misma producto de la erudición griega inspirada por los ideales y los intereses del imperialismo romano. Ello hizo de Estrabón (s, I d. C.) el más importante transmisor a las épocas sucesivas de la antigua etnografía: de él es de quién hemos heredado nuestro concepto de geografía histórica.

Los griegos hicieron algo más que promocionar a los romanos modelos de erudición y materiales de los que tomar descripciones geográficas de su imperio. Ellos se esforzaron en comprender y asimilar para poder dar gusto a los griegos y a los romanos. Polibio queda como la única expresión del momento en que, por primera vez en el curso de la historia, los griegos reconocieron su completa pérdida de independencia. Modificando formas griegas para escribir historia romana, otros historiadores griegos crearon prototipos que tuvieron a su vez gran influencia. Dionisio de Halicarnaso usó los ingredientes de base de la historiografía local griega para construir una monumental historia romana arcaica o Antigüedades romanas.

En los que se refiere a otros tipos de investigación erudita helenística nos encontramos en peores condiciones. Sólo raramente tenemos la impresión de encontrarnos de frente al producto auténtico. El mismo Dionisio y a continuación Plutarco y Luciano ofrecen ejemplos de discusiones literarias que tienen relación con la historiografía: se ocupa tanto de la forma como del contenido.

Con la excepción de la cronografía y de la lexicografía, la erudición arqueológica del Renacimiento tenía pocos modelos griegos a los que mirar.

No parece que se haya desarrollado nunca una historiografía babilonia o egipcia de tipo griego en lengua local. En la compilación de las obras históricas los romanos pasaron rápidamente del griego al latín y ampliaron las formas griegas con variaciones griegas.

El estilo de los historiadores griegos influyó en los imitadores extranjeros también en el uso de testimonios en lengua local. La riqueza de crónicas oficiales y de documentos en el vecino Oriente mirado por historiadores griegos como Ctesías y se convierte en una ocasión para las vanaglorias nacionalistas de Manetón, Beroso y Joyero; pero ellos no hicieron nunca investigaciones profundas de documentos y generalmente siguieron el uso griego de referir tradiciones fácilmente accesible, escritas u orales.

El género de historia nacional que los humanistas italianos concibieron para los nuevos estados nacionales europeos (desde Inglaterra y Francia hasta Hungría y Polonia) era una mezcolanza de Livio y de modelos tardoantiguos.

Pero también los judíos usaron la historiografía griega sobre todo para relatar sus guerras.

Los historiadores griegos no estaban preparados para el mensaje cristiano, ya sea en la forma expresada por Jesús y por sus discípulos inmediatos, como en la forma elaborada por la iglesia en los dos primeros siglos.

La nueva historia <>, como la ha concebido Eusebio, es el relato del desarrollo de la iglesia dentro de los límites definidos de espacio y tiempo, en sus luchas victoriosas contra herejes y perseguidores. La nueva historia estaba acompañada de una documentación que hubiera sido concebible para la historia politica normal, pero era común en obras eruditas, polémicas y biográficas

La historia eclesiástica no sustituyó nunca a la historia política, ni lo quiso nunca. Sin embargo era muy diferente de todas las historias precedentes que los griegos habían escritos; presuponía la Revelación y juzgaba la historia a la luz de ella.

Pero el valor que ahora estamos dispuestos a conceder a la historiografía griega depende en gran parte de lo que esperemos nosotros de la investigación histórica.

Finalmente, las investigaciones físicas y biológicas se han desarrollados ellas mismas en sentido histórico, especialmente en las teorías sobre la evolución del cosmos y de la especie, y han alentado al concepto, o la esperanza, de una explicación histórica global de la realidad

El status de la historiografía nunca estuvo definido claramente entre los griegos. Elegir modelos historiográficos griegos, aún cuando sean versiones modernizadas, implica, pues, encontrarse encerrado en las dificultades del uso de tale modelos, cuando se les ha puesto en comparación con la religión o la filosofía.

LA TRADICIÓN Y EL HISTORIADOR CLÁSICO

Momigliano, Arnaldo. La Tradición y el Historiador Clásico, en: Momilgiano,

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