Honduras: Religion ,Iglesia Y Politica

HONDURAS: RELIGION ,IGLESIA Y POLITICA

Miembro de la Coord. Nacional del Frente Nacional de Resistencia Popular y del Partido Libertad y Refundación, Secret. Gral. de la Org. Política Los Necios y candidato a diputado al Congreso Nacional

El sábado 4 de julio del año 2009 una cadena de radio y televisión sorprendía a propios y extraños; el Cardenal de la iglesia católica de Honduras Oscar Andrés Rodríguez se dirigía a la nación 6 días después del golpe de estado MILITAR.

Durante su intervención en la inusitada cadena el Cardenal pedía expresamente al Presidente Manuel Zelaya Rosales que no volviera a su país, que “evitara un baño de sangre”, que había que procurar la paz y la tranquilidad del pueblo hondureño. Por su parte, la Confraternidad Evangélica de Honduras salía a defender el golpe de Estado, a cerrar filas con la acción MILITAR y con las declaraciones del Cardenal.

La “espiritualidad” de los prósperos líderes religiosos se ponía una vez más en evidencia ante el caos político y social que causó el golpe y llevaban a la confusión a amplios sectores de la población que reprobaban la represión al pueblo en las calles, los posteriores asesinatos políticos, la persecución, tortura, las amenazas a muerte y demás violaciones flagrantes a los Derechos Humanos.

¿Cómo era posible que las instituciones de la moral y la armonía espiritual glorificaran la barbarie? Nunca hubo un tan solo pronunciamiento que condenara la acción violenta contra las libertades civiles elementales del pueblo que se alzaba reclamando sus derechos. Todo lo contrario, las misas, los cultos y las declaraciones públicas daban pleno respaldo a la dictadura y la barbarie de la oligarquía.

Por otra parte, líderes religiosos ligados al trabajo de comunidades de base, identificados plenamente con las luchas del pueblo, sus carencias y necesidades, alzaban la voz en favor de los más pobres. Mientras las instituciones religiosas de alto perfil se sumaban a la dictadura, la iglesia popular se movilizaba diariamente con la Resistencia exigiendo el retorno del Presidente que el Mundo entero reconocía legítimo.

Así se abría un amplio debate de la función de la religión en Honduras, el papel de las instituciones que los rigen y sus intereses. Al margen de consideraciones subjetivas, durante el golpe de estado MILITAR y en los más de tres años transcurridos desde entonces, la posición política de la iglesia refleja claramente una perspectiva de clase que favorecía cínicamente la explotación, la violencia y lucha por preservar el status quo de las diez familias.

Nunca en la Resistencia o en el Partido Libertad y Refundación LIBRE, se ha prohibido la participación de la militancia en actos religiosos o la práctica de alguna fe, todo lo contrario; algunas actividades comienzan con una oración o una plegaria. Los contenidos son notoriamente distintos: mientras en los templos de los grandes señores de la iglesia se habla en favor de la opresión y la oligarquía, en las oraciones pronunciadas desde pueblo se pide por el fin de la violencia de los poderosos contra los pobres y también se pide con mucha fe por la

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