III. LA SOCIEDAD COMO REALIDAD SUBJETIVA
Enviado por ceciliajgbr • 24 de Septiembre de 2014 • 1.416 Palabras (6 Páginas) • 443 Visitas
III. LA SOCIEDAD COMO REALIDAD SUBJETIVA
LA SOCIEDAD COMO REALIDAD SUBJETIVA
• Socialización primaria
Ya que la sociedad existe como realidad tanto objetiva como subjetiva, cualquier comprensión teórica debe abarcar ambos aspectos. La sociedad se entiende como un continuo proceso dialéctico compuesto de tres momentos: externalización, objetivación e internalización. Participar en su dialéctica es estar en la sociedad. El individuo es inducido a participar en esta dialéctica y el punto de partida es la internalización, que es la aprehensión o interpretación inmediata de un acontecimiento objetivo en cuanto expresa significado. Constituye la base para la comprensión de los propios semejantes y para la aprehensión del mundo en cuanto a la realidad significativa y social. Comienza cuando el individuo asume el mundo en el que ya viven otros.
La socialización es la inducción amplia y coherente de un individuo en el mundo objetivo de una sociedad o en un sector de él. La socialización primaria es la primera que el individuo atraviesa en su niñez y por medio de ella se convierte en miembro de la sociedad.
La socialización secundaria es cualquier proceso posterior que induce al individuo ya socializado a nuevos sectores del mundo objetivo de su sociedad. La socialización primaria suele ser más importante para el individuo y toda socialización secundaria debe semejarse a la de la primaria. La primaria se efectúa en circunstancias de enorme carga emocional: el niño acepta los roles y actitudes de los otros significantes, los internaliza y se apropia de ellos. El yo es una entidad reflejada. Acepta los roles y el mundo de los otros ubicándose en un mundo determinado. La socialización primaria crea en la conciencia del niño una abstracción progresiva que va de sus roles y actitudes de los otros específicos, a los roles y actitudes en general. La sociedad, la identidad y la realidad se cristalizan subjetivamente en el mismo proceso de internalización y se corresponde también con la internalización del lenguaje, el que constituye el contenido y el instrumento más importantes de la socialización. La socialización primaria “finaliza” cuando el concepto del otro generalizado se ha establecido en la conciencia del individuo. Ahora ya es miembro efectivo de la sociedad. La socialización nunca es total y nunca termina.
•Socialización secundaria
Esta es la internalización de submundos institucionales. Su alcance y su carácter se determinan por la complejidad de la división del trabajo y la distribución social concomitante del conocimiento. Esta socialización secundaria es la adquisición del conocimiento específico de roles arraigados en la división del trabajo. Así como la socialización primaria está influenciada por la carga emocional del niño, esta secundaria puede prescindir de ella y proceder con la sola dosis de identificación mutua que interviene en cualquier comunicación entre seres humanos. En la socialización secundaria suela aprehenderse el contexto institucional La distribución institucionalizada de tareas entre la socialización primaria y la secundaria varía de acuerdo con la complejidad de la distribución social del conocimiento. La educación constituye un ejemplo inmejorable de la socialización secundaria.
• Mantenimiento y transformación de la realidad subjetiva
Toda sociedad viable debe desarrollar procedimientos de mantenimiento de la realidad para salvaguardar cierto grado de simetría entre la realidad objetiva y la subjetiva. Se distinguen dos tipos de mantenimiento de la realidad: de rutina y de crisis. El primero está destinado a mantener la realidad internalizada en la vida cotidiana y el segundo en las situaciones de crisis. La realidad de la vida cotidiana se mantiene porque se concreta en rutinas, lo que constituye la esencia de la institucionalidad. En el proceso de mantenimiento social de la realidad se puede distinguir entre los otros significantes y los otros menos importantes. El vehículo más importante de este mantenimiento es el diálogo, lo que incluye lo que la gente conversa entre sí más las emanaciones de la comunicación no oral que rodean al habla. La gran parte del diálogo cotidiano mantiene la realidad subjetiva, la que adquiere solidez por la acumulación y coherencia del diálogo casual. El aparato conversacional mantiene continuamente la realidad y también la modifica de continuo. Para poder mantener la realidad subjetiva el aparato conversacional debe ser continuo y coherente. Los rituales colectivos para el mantenimiento de la realidad pueden ser institucionalizados por las catástrofes naturales y los rituales individuales pueden serlo en épocas de desgracia personal. La socialización implica la posibilidad de que la realidad subjetiva
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