INFANCIA DE BOLIVAR

Simón Bolívar nació el 24 de julio de 1783 en una casa solariega en la Plaza San Jacinto de Caracas, sus padres fueron Juan Vicente Bolívar –Andrade y su madre María de la Concepción Palacios y Blanco, era el menor de los 6 hijos.

Sus hermanos fueron:

• María Antonia Bolívar y Palacio

• Juana Nepucena Bolívar y Palacios

• Juan Vicente Bolívar y Palacios

• María del Carmen Bolívar y Palacios ( quien falleció horas después de nacer)

• Juan Agustín Bolívar

Fue bautizado el 30 de julio con el nombre Simón José Antonio de la Santísima Trinidad de la Concepción en la Catedral de Caracas, por el doctor Juan Félix Jerez de Aristeguieta.

En enero de 1786, cuando Simón contaba con 2 años su padre Juan Vicente Bolívar murió de tuberculosis, y así María de la Concepción quedo a cargo de la familia Bolívar y Palacios pero luego que se enfermara de tuberculosis, empezó a escribir su testamento donde decía quien se haría cargo de sus hijos luego los médicos historiadores dieron su opinión de que Bolívar sufriera de primo-infección tuberculosa es un tipo de tuberculosis que pasa inadvertida, mientras que sus signos vitales eran favorables.

Su madre murió el 6 de julio de 1792 de tuberculosis, cuando Simón tenía 9 años, sus hermanas se casaron mientras que él y Juan Vicente quedaron a bajo la tutela de Don Feliciano y Palacios (abuelo materno), pero este falleció en 1793, se nombro a Esteban Palacios (tío materno) como su tutor quien al momento de la decisión se encontraba en España gestionando su ingreso en la compañía de reales guardias de la corps. De tal modo que la audiencia decidió designar a su otro tío, Carlos Palacios, quien era alférez mayor de la ciudad.

Bajo la custodia de Carlos, recibió mayor atención y cuidado de los esclavos debido a las frecuentes ausencias de su tío. Durante una larga emporada sus salidas se redujeron a la escuela pública, algunas caminatas con su maestro Simón Rodríguez, y a las visitas a la cuadra Bolívar.

En julio de 1795 el niño aprovecho la ausencia de su tío y decidió irse a vivir con María Antonia, esta apoyo a la Real audiencia, en la que alego que en usencia de su tutor el niño debía ser cuidado por sus parientes más inmediatos y que a demás este se resistía a volver a su antiguo domicilio.

Las autoridades dictaminaron que debía permanecer en su casa de su hermana. La medida fue apelada por Carlos; insistía en que en que se le inculcaba a su pupilo ideas poco adecuadas para su edad.

Finalmente en agosto del mismo año acordaron llevar al joven a la casa de Simón Rodríguez, donde Vivian familiares, criados, y cinco alumnos internos.

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