Informe del feudalismo
Enviado por Keirin Nohely • 12 de Agosto de 2021 • Informe • 2.549 Palabras (11 Páginas) • 367 Visitas
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QUÉ ES EL FEUDALISMO
El Feudalismo es un sistema por el cual se crea una obligación de obediencia y servicio por parte de un hombre libre al que se le llama Vasallo, hacia otro hombre libre pero más poderoso llamado Señor. Normalmente el vasallo debía cumplir obediencia y servicio en cuestiones militares. A cambio el señor deberá proteger y mantener al vasallo, la mayoría de las veces a través de una concesión de terrenos para su sustento, esta concesión se llamaba Feudo.
El sistema Feudal que en principio era de carácter militar, terminó siendo un sistema en el que era el señor quien impartía justicia, lideraba militarmente, llevaba la administración de su feudo y cobraba tributos a los vasallos, que terminaron cultivando sus campos y pagando a cambio de protección.
El término feudalismo viene de la palabra feudo, que era el nombre que se le daba a los territorios que los reyes medievales entregaban a los nobles a cambio de sus servicios.
Cuando hablamos de feudalismo nos referimos al sistema político, social y económico que surgió en Europa occidental a partir del siglo IX y que se consolidó plenamente entre el siglo X y el siglo XIV. A partir del siglo XV, se abre un período de transición, donde seguían vigentes muchos rasgos del sistema feudal al mismo tiempo que se iban desarrollando las condiciones para el posterior surgimiento del sistema capitalista.
ANTECEDENTES DEL FEUDALISMO
Para conocer más a fondo lo que fue y supuso el feudalismo en la Edad Media, deberíamos remontarnos un poco en el tiempo, realmente hasta la caída del Imperio Romano. Un imperio que cayó como consecuencia de su propio tamaño, ante la imposibilidad del Emperador de poder controlar todas sus provincias, sumado a las constantes incursiones bárbaras, provocó que el Imperio se viera obligado a contratar a caballeros y nobles para defender las fronteras.
Con la caída del Imperio, en el siglo X, Europa se encontraba con un gran vacío de poder, los reyes simplemente contaban con su carácter divino, pero carecían del poder político. Los caballeros y aristócratas que durante el imperio romano había servido militarmente al Emperador, ahora tenían un poder casi absoluto. El rey no gobernaba se mantenía gracias a los pactos firmados con los grandes señores a cambio de protección, y eran estos quienes realmente elegían que rey debía reinar o que dinastía.
Es en este momento cuando la iglesia Católica, ya bien establecida en Europa y conocedora de la fragilidad de los reyes y del enorme poder que los grandes señores tenían, decidió otorgar el don que a éstos les faltaba pero que si tenían los reyes, el don divino. Después de distintos concilios, los prelados y señores se convierten en Jefes Sociales, a partir de este momento los señores reciben «el poder de Dios». De esta forma, a través de una serie de Juramentos que debían renovarse cada generación, la Iglesia Católica contaba con su propio apoyo y ejército, a cambio de protección divina.
EL SISTEMA FEUDAL
Los sistemas feudales partían de una relación inicial donde el rey otorgaba feudos a su vasallo, en este caso nobles. Estos nobles a su vez también otorgaba feudos a otros vasallos, convirtiéndose en señor.
Por otro lado tenemos que explicar que la concesión de feudos o territorios que el monarca otorgaba a los nobles o vasallos que hubieran destacado en la guerra o en otra forma de servicio era común y el modo de reconocer el valor de los caballeros o nobles que acudían a la batalla. Esta donación no obedecía solamente a la generosidad de los soberanos, sino que constituía una manera de asegurar la defensa y la unión del reino. Su entrega se suscribía durante la realización de un acto de gran solemnidad que se dividía en tres etapas: homenaje, juramento de fidelidad e investidura.
LOS VASALLOS
Se trataba de una especie de contrato por el que el señor proporcionaba protección y manutención al vasallo a cambio de ayuda y consejo. La ayuda era siempre de carácter militar, ayudando a su señor en las batallas, así como defender las propiedades y la de sus vasallos. Los grandes señores eran poseedores de numerosos vasallos, con lo que contaba con grandes fuerzas para defensa.
Este servicio militar que realizaban los vasallos era reclamado cuando el señor necesitaba ayuda, los vasallos debían presentarse con armadura y montura, al servicio de su señor.
Cuando un señor caía prisionero, los vasallos debían pagar el rescate de su liberación, también tenían que contribuir para la armadura del primogénito del señor cuando era armado caballero, o para casar a la hija mayor o contribuir para pagar las incursiones en Tierra Santa.
Realmente el vasallaje era una relación que se mantenía entre dos señores, eso sí de distintas categorías, donde el señor de mayor categoría se convertía en señor y el de menos categoría se convertía en vasallo.
Por lo que tenemos dos tipos de vasallos: Los vasallos nobles, que a su vez eran señores de los siervos y los siervos, que eran meros trabajadores de las tierras de su señor.
LOS FEUDOS
Los feudos podían ser derechos otorgados por un señor o bien podían ser tierras cultivables, bosques, villas, fincas, pueblos o villas, etc. En la Edad Media los feudos estaban delimitados por fortalezas o castillos. Verdaderos complejos compuestos por talleres, caballerizas, hornos, molinos, patios, almacenes, etc.
Los feudos se concebían como unidad económica y de producción. En este caso el vasallo recibía el nombre de siervos. Se trataba de un contrato, por el cual el señor ofrecía protección al siervo a cambio de que este trabajase las tierras, fuese sumiso y obediente.
Uno de los rasgos que caracteriza al feudalismo es que la nobleza (la clase social dominante) ejerce un monopolio exclusivo de la ley y la justicia. Esto quiere decir que sólo los miembros de la nobleza podían imponer la ley y la justicia. En contrapartida, los campesinos no podían acceder a estos privilegios.
EL HOMENAJE Y LA INVESTIDURA
El homenaje era una ceremonia por la cual el vasallo, arrodillado ante su señor, juraba fidelidad y promesa de prestar servicios militares y de corte a su señor, a cambio el señor le concedía un feudo y protección.
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