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Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Ciencias Sociales

Maestría en Historia

Seminario Teórico en Historia I

Oscar Hernando Franco Gallego

Septiembre 30 de 2014

PUEBLOS E IDENTIDAD

Dentro del análisis del capitalismo y sus tres grandes fases en necesario investigar cómo el surgimiento del Estado está claramente ligado a la formación de la nación, y cómo este planteamiento fue tomado en su forma y construcción de los Estados Europeos, por los estados nacientes de las colonias gracias a su influencia en los territorios dominados por éstos. Muchos estados de Europa, Asia y América se fundamentaron en fronteras heredadas, más no se tuvieron en cuenta las tradiciones y costumbres de los pueblos; un caso palpable se observa en África, donde las colonias fueron delimitadas por las potencias extranjeras, olvidando los rasgos culturales y sociales de los grupos asentados.

Esto se explicaría con la afirmación del periodista Ignacio Ramonet:

“Se domina mucho mejor si el dominado permanece inconsciente. Los colonizados y sus opresores saben que la relación de dominación no se basa únicamente en la supremacía de la fuerza. Pasado el tiempo de la conquista llega la hora del control de los espíritus. Por este motivo, para todos los imperios que desean permanecer, la apuesta a largo plazo estriba en domesticar las almas” •

Es así como se puede observar en el panorama mundial y en la política que, luego de cualquier confrontación, el país o grupo de poder victorioso, procede a imponer por medio de negociación o por medios coercitivos, junto a su forma de pensar y de vida, a los grupos dominados. Pero esto no sucede de manera rápida, tiene unas connotaciones tanto de tipo económico como ideológico, que cumplen su función dentro de la formación de identidad de un grupo determinado.

Pero ¿qué está pasando en este momento con lo observado en los países llamados del “tercer mundo”, cuya formación como Estado ya debe estar consolidada y, por ende, la nación que éste representa? Como podemos ver, en muchos de los nuevos países se desarrollan luchas de grupos minoritarios y grupos excluidos del Estado (México con los Zapatistas, España y la autonomía Catalana Etc.) que necesitan ser escuchados y no quieren desaparecer en la nueva forma de administración mundial que, como dice Eduardo Grüner, es el fin de esta forma de pensamiento cuya novedad parecía que planteaba el fin de todas las cosas, y estaríamos observando el fin de la posmodernidad.

Pero antes observemos que es el posmodernismo. Éste sería la lógica del capitalismo tardío, que es, en pocas palabras, la trasformación de las fuerzas productivas, no su eliminación, sino su cambio de entorno, ya que en ellas entra a jugar un papel fundamental la informática y los medios de comunicación, que logro que la industria hoy en día sea simbólica, llena de imágenes, y, con esto, ya no se puede afirmar que haya unidades productivas; hay una dispersión y fragmentación de los espacios productivos, así como de la comercialización y distribución, lo cual implica un nuevo análisis de las funciones del Estado como ente regulador, ya que, debido a estos cambios, las industrias se han convertido en grupos transnacionales que desarrollan alguna actividades en diferentes estados. Pongamos como ejemplo la industria automotriz europea, la cual desarrolla toda su actividad de montaje y desarrollo en diferentes países pertenecientes al bloque económico que allí se instauro.

Y si esto está sucediendo, uno se pregunta ¿cómo estos cambios influyen en los pueblos y en su conciencia nacional? ¿Debe haber algún cambio en los pueblos y sus tradiciones o aún se puede llegar a afirmar que existe una sola nación dentro de un determinado territorio? Es allí donde llama la atención Grüner “la tendencia a la fragmentación por un lado y por otro la tendencia a la homogeneidad”, fragmentación en el mercado y el desarrollo comercial a través de los medios de comunicación, y homogeneidad en los rasgos culturales de un territorio determinado.

En el fin del sujeto, nos llama la atención la desaparición de toda idea de identidad; esta idea de desaparición del sujeto, es negar la posibilidad de cambiar o transformar algo, y, así, no sería posible defender las costumbres y tradiciones de un grupo, y, con este, se determinaría lo que en otra parte del texto sería dar fin al Estado-nación, ya que el capitalismo empieza a conformarse como algo transnacional, globalizado que elimina las barreras económicas, con influencia en la política, pero, ¿qué está pasando realmente? se ha dado en estos momentos el surgimiento de grupos tanto de tendencias neo nacionalistas (como en Francia),

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