JUSTICIA Y PAZ ¿Cuál es la Verdad?

¿Cuál es la Verdad?

¿Paz, justicia o impunidad?, antes de empezar a narrar cualquier hecho, cualquier pensamiento o análisis, hay una premisa que predomina sobre el mayor evento de participación social en la historia de la humanidad: La Guerra y es “En la guerra, la primera baja es la verdad, pero ¿Quién define lo que es cierto?”, ¿cómo sabemos cuál es el verdadero origen?, ¿quién la apoyaba y que deseaban obtener de ella?... son muchas las preguntas pero pocas las respuestas, respuestas que solo sirven para apaciguar una herida que perdurara en la historia de un país. En este ensayo responderé a mi opinión algunas de esas preguntan.

¿Cuál es el inicio de la guerra de guerrillas en Colombia?: Tiene su origen en el año 1953, en la disputa de dos partidos políticos, autodefensas campesinas de influencia comunista contra las guerrillas liberales; luego vienen los liberales limpios, llamados “puros” y los liberales comunistas y al final, la consolidación de las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia. Los pobres contra los ricos, la izquierda contra la derecha, la víctima contra el victimario…

¿Cuál es el origen de los paramilitares? Una idea: defendernos; campesinos cansados de quedar en medio de la línea de fuego y resultando como daño colateral en una guerra por una ideología política deciden alzarse en armas como medio para defender sus intereses y erradicar la causa de todos sus males, las FARC. En un principio considerados los héroes del pueblo, los defensores de los pobres, el escudo y martillo campesino, apoyados por un gobierno agobiado por guerra civil que está influenciado por intereses externos, inician su lucha en contra de la izquierda armada, enfrentándolos, acorralándolos, una disputa de tierra y sangre de la que salen victoriosos; a primera vista, la cura de una enfermedad, pero como dice el refrán: “la cura puede ser peor que la enfermedad”.

¿Cuál es la verdad? Las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) después del ataque del 11 de septiembre son catalogadas como grupo terrorista y algunos de sus líderes como narcotraficantes; el país es acosado para terminar la guerra, la vía más factible, la negociación con los paramilitares en busca de la paz, una paz que traería consigo impunidad disfrazada de justicia. Nos vanagloriamos de nuestra capacidad para razonar, crear, amar etc. Pero ¿cómo es posible que después de tanto sufrimiento podremos perdonar la muerte de un padre, un hermano, un hijo, la masacre de nuestros amigos por parte de los que llamábamos defensores o “Héroes”? una hipocresía ideada para enterrar el pasado, junto con los miles de muertos que dejo el resultado de esta guerra en vísperas de por fin terminar.

Firmada la paz entre el Estado y la AUC, se da inicio al proceso de pseudo-justicia más importante de Colombia, con una ley como fundamento: Ley 975 de 2005, mejor llamada “Ley de Justicia y Paz”. Las víctimas de la guerra aparecen, el costo y el sufrimiento de la guerra cobra su precio, los campesinos ruegan entre lágrimas por información de sus seres queridos y los victimarios de forma fría y casi calculada justifican sus actos argumentando una defensa propia. “No habrá impunidad por sus actos y las victimas serán reparadas”, más de uno al principio de este proceso opinada lo mismo, pero con el tiempo de demuestra lo contrario; el 98% de los guerrilleros impunes,

Las victimas gritan que la maquinaria jurídica del país cumpla su verdadera función de hacer justicia, pero esto no sucede así. ¿Cuál es el costo que debemos pagar por la paz? ¿Fue una verdadera paz para todo el país o solo para los medios? ¿Fue el proceso de justicia y paz una verdadera cura para la guerra o solo un simple placebo?

Las AUC se retiran, pero no todos sus miembros se retiran de la lucha armada; el gobierno colombiano tiene identificado a 22 grupos que operan en 102 municipalidades en la mitad de los 32 departamentos del país. La policía calcula que suman 3.000 hombres, una cifra que se queda corta frente a los 3.500 – 4.000 o incluso 9.000 miembros de grupos emergentes, según dos centros de pensamientos colombianos. Todo apunta a que el proceso de justicia y paz fue nada más que un borrón y cuenta nueva, una segunda oportunidad para delinquir.

Cuando llega la hora de confesar, los líderes de las autodefensas revelan información que sorprende a la nación; aparte del narcotráfico, este grupo ilegal era financiado por personas de alto reconocimiento público; artistas, empresarios, políticos… personas que tenían un interés común en esta guerra: sacarle provecho. Cuando esta información es revelada se acuña un nuevo termino: “la parapolítica”. ¿Cómo podríamos buscar la paz si las personas más influyentes del país la propician para lucrarse? ¿Qué método podemos utilizar para encontrar el camino a la paz si el sistema esta corrompido? Muchos políticos son capturados, otros investigados, famosos niegan tener relación con las autodefensas y otros nunca fueron nombrados. Pero solo la lucha por la verdad que inician unos pocos hombres pone en funcionamiento la maquinaria jurídica y como recompensa son tildados de mentirosos, de enemigos del estado, son amenazados y otros asesinados. ¿Cómo alcanzar la verdad si los pocos que luchan por esta son eliminados del camino?

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