LA EDAD DE LOS PRODIGIOS - Richard Holmes
Enviado por chuymemo • 26 de Septiembre de 2012 • 1.132 Palabras (5 Páginas) • 609 Visitas
En abril de1769, el buque Endeavour capitaneado por James Cook llegó a la isla de Otaheite en el Pacífico sur. Pasado el tiempo, la isla se conocería con su nombre actual, Tahití, y pasaría a estar bajo dominación francesa; pero por aquellos años, durante el primer viaje de Cook (1768-1771), organizado por la Royal Society de Londres con propósitos científicos (la observación del tránsito del planeta Venus sobre el Sol), la isla bien podía presentarse a los navegantes británicos (además de Cook, Samuel Wallis,q ue visitó la isla apenas un año atrás) y franceses (Louis Antoine de Bougainville también unos meses antes) como un paraíso terrenal. O al menos debió de parecérselo a uno de los hombres con mayor curiosidad científica e intelectual de la ciencia de los últimos trescientos años y que viajaba a bordo del Endeavour: sir Joseph Banks (1743-1820), botánico, explorador y naturalista, quizás algo más que un (gran) personaje secundario en La edad de los prodigios: terror y belleza en la ciencia del Romanticismo, de Richard Holmes (Turner, 2012). O, por lo menos, un personaje con la suficiente envergadura (y no es poco) para intuir que en el medio siglo posterior a su viaje a Tahití, la ciencia daría un enorme paso en Gran Bretaña. Para muchos de los científicos del período que convenimos en llamar Romanticismo, el eco de Isaac Newton comenzaba a quedar algo lejano, siendo aún en muchos aspectos el gran precursor. Y no sólo entre los científicos: una nueva hornada de poetas, de Coleridge a Byron, de Wordwworth a Shelley, se vieron influenciados en su obra por el fuego de la investigación científica; fuego que ellos mismos avivarían y serviría de inspiración para obras como Frankenstein, el moderno Prometeo de Mary Shelley o que tendría repercusión en el Don Juan de lord Byron.
Richard Holmes traslada al lector a un período esencial para la ciencia postnewtoniana: el período entre los años 1770 y 1830, aproximadamente. Un período que comienza, grosso modo, con el retorno de Banks y Cook de Tahití y el inicio del viaje de Charles Darwin a bordo del Beagle. La ciencia no fue igual antes y después de estas fechas, pero suele obviarse la impronta de los avances científicos durante esos años. Y no hay más que pasar las páginas del libro de Holmes para enumerar una serie de nombres importantes: Banks y la botánica (y no sólo eso), William Herschel (y su hermana Carolina) en la astronomía, Mungo Park en la exploración en África, Humprhy Davy y Michael Faraday en la física y la química; los hermanos Montgolfier, Jean-Pierre Banchard, John Jeffries, James Sadler y Jean-François Pilâtre de Rozier en la aeronáutica (los globos aerostáticos); John Herschel en las matemáticas y la astronomía, siendo el epígono de los anteriores, etc. Son todos ellos personajes dignos de una biografía… y es precisamente el libro de Holmes una colección de pequeñas y grandes biografías sobre los científicos) del período romántico, esencialmente británico, en tiempos de «prodigios» y de «asombros» a partes iguales (en inglés, la palabra wonder tiene el doble significado). Prodigios que glorificaron y promovieron instituciones como la RoyalSociety de Londres, interesadas en promover la investigación científica con fines prácticos y beneficiosos para la sociedad; no olvidemos que el nombre completo de esta institución era Royal Society of London for Improving Natural Knowledge (para el Avance del Conocimiento Natural [o Científico])
Que un personaje como Joseph Banks, interesado
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